Me despido como puedo de Shanghai, aunque casi no me deja, una nevada increíble ha cubierto la ciudad de blanco y me toca aguantar un retraso de 2 horas y media en el avión con una sola idea rondando mi cabeza… no voy a poder salir nunca de aquí?.
Pero bueno, parece que he superado la prueba y he dejado China para entrar en… Londres?… autobuses de dos pisos, se conduce por la izquierda, una densa niebla que cubre la ciudad, casi todo el mundo habla ingles… menos mal que veo los ojos rasgados y vuelvo a situarme, también me ayudan bastante los neones y los rascacielos… hay que ver como les gustan.
Volviendo un poco atrás, los últimos días en Shanghai no han estado mal, a pesar del frio y la nieve… el viernes quedé con Marc y me esponsorizo la cena y unas cervezas en el Barbarrosa, una discoteta fashion en mitad de People’s Square donde escuchar algo de House y tomarte una birra por 75 yuans (7.5 euros)… si, nosotros también flipamos. Y el domingo mis esponsors de cena y cervezas fueron Caroline y Jose (cena en un nepali y cervezas en el Big Bombon)… así da gusto viajar. Un placer haberos visto por Shanghai a los 3 y cuidaros mucho entre tanto chino. Ya me iréis contando como va… y por supuesto: MUCHAS GRACIAS POR TODO!!!!
Para salir de Shanghai he utilizado el Maglev, siglas de Magnetic-Levitated train, un tren que va volando sobre los raíles y que consigue alcanzar una velocidad de 430 km/h. Tarda unos 3 minutos en llegar a la velocidad máxima, y lo que mas me ha sorprendido es que no gira… tumba!!!, es como ir en moto, y bastante alucinante ver pasar las cosas a esa velocidad. Tarda unos 7 minutos en recorrer los cerca de 40 km que separan Shanghai del aeropuerto de Pudong y si tienes billete de avión para ese mismo día sale por 40 yuans (4 euros). La verdad es que entre el tiempo que te ahorras y la experiencia, merece la pena.
Y nada, como antes he comentado… ya estoy en Hong Kong. La primera impresión es que es mas caro y me ha tocado alojarme en un hostal bastante cutre, porque coincide que el día 7 empieza el Año Nuevo Chino y esta todo bastante lleno. La segunda es que al fin siento calor… y eso se agradece. Me voy a dar una vuelta, ver como va esto y en breve contare un poco de este pedazo de China fuera de China… porque hasta hace bien poco era una concesión inglesa, de ahí los parecidos con Londres.
Y como aquí hablan ingles me despido con un: see you!