El skyline de Madrid / Foto de la semana

Madrid

Que puedo decir de que no haya sido dicho. Llevo 3 meses aquí y parece que nunca me hubiese ido, he vuelto a acostumbrarme a ella sin darme cuenta. Te abraza en su rutina y te hace sentir querido, uno más entre «sus hijos«, le da igual de donde vengas y cuando tengas pensado marcharte, le da igual a que te dediques y, cuando brilla la , le da igual incluso como te llamas.
Y aun así te reconoce cuando la necesitas para darte lo que buscas, o tal vez lo que no esperas. Se deja disfrutar a su manera hacíendo que sea una ciudad distinta para cara cada persona, y que cada persona sea distinta para ella. Es lo que la hace especial, es una ciudad con una personalidad que complementa la de sus habitantes sin apropiarse de ella.

Lo que más me gusta del invierno en Madrid es pensar en la , así disfruto el doble de esta estación, pero no puedo negar que hasta en estos meses tiene su encanto. Siempre es buen momento para venir y en estos «días inciertos que vivimos» aparece con fuerza una escena low cost que convierte en posible buscar algún vuelo barato y un apartamento de vacaciones en Madrid y venirse a pasar unos días en la ciudad «del chotis» sin tener que hacer un esfuerzo sobrehumano. Los cortos por son las mejor opción para viajar con poco tiempo y presupuestos ajustados.

Todo esto viene porque cuando viajo creo que me siento de una forma inconsciente como un embajador de Madrid. Siempre recomiendo la visita (aunque sea fugaz), hablo maravillas de ella, pongo por las nubes (es el mejor barrio de la ciudad :p), engrandezco su gastronomía y sus gentes y luego llego aquí y se me olvida disfrutar de lo que cuento. Supongo que es un pecado que nos reconcome a muchos y por eso he decidido dedicarle la foto de esta semana.
He pensado que no paro de hablar de lugares lejanos y de «historias increíbles» a lo largo del mundo y al sitio donde todos estos viajes se gestaron lo tengo olvidado.A partir de ahora me comprometo a darle un poco más de espacio a Madrid en el blog, a contar sus rincones, sus secretos y las anédotas que suceden en sus calles. Voy a hablar de ella como si de cualquier otro destino se tratase a ver si me ayuda a cambiar mi forma de mirarla para que me sorprenda de nuevo. Como siempre acaba haciendo.

Además ahora Madrid tiene un nuevo incentivo que me tiene bastante ilusionado, son las Tertulias Viajeras. Esta semana fue la primera y salió mucho mejor de lo que esperábamos gracias a la participación y proactividad de todos los que vinieron. Por eso ya nos hemos puesto en marcha con la segunda que tendrá lugar en Marzo. En breve daremos más detalles en la web, así que ya sabes, si tienes pensada una escapada a Madrid y te gustan los viajes… haz un hueco en tu agenda 😉 .

(*) La foto es desde el puente que cruza la M-11 a la altura de la Estación de Hortaleza, en el lado de San Chinarro. Desde que aparecieron los 4 mastodontes no había tenido la oportunidad de fotografiar el de Madrid y he decidido que hoy podía ser un domingo tan bueno como cualquier otro para hacerlo.

Caravanas de camellos y campamentos beduinos en Wadi Rum (Jordania)

Cruce de camellos

Es el animal del por excelencia, sus cualidades fisiológicas se han adaptado al terreno en el que vive como las de ningún otro mamífero y esta selección natural, añadida a su fuerza, lo ha convertido en el medio de más usado por los habitantes estas tierras: los beduinos.

Durante mi estancia en Wadi Rum vi cientos de ellos. Estaban por todas partes, solitarios, en manada, con sus dueños, sin ellos… Una vez han terminado su trabajo transportando personas (o mercancías) los beduinos los sueltan para que vuelvan solos a casa, se orientan bien y saben que la comida y el agua escasean lo suficiente como para que la búsqueda de libertad se transforme pronto en temeridad. Siempre vuelven.

Caravana de camellos

Caravana de camellos

Caravana de camellos

Camello en el desierto

Buscando la sombra

Camello

Algunas de estas fotos son cerca de Lawrence's spring, un manantial que aparecen en mitad de una montaña en el desierto y que proporciona el agua de los campamentos cercanos. Justo debajo, junto a una roca con inscripciones nabateas, se encuentra el campamento beduino de Sultán. Parada habitual de la mayoría de tours que recorren este desierto y lugar donde acabé pasando un día completo en compañía de Sultán.

Campamento

Con Sultán

La historia comienza mucho antes, cuando yo estaba en Aqaba. Talal se puso en contacto con Atallah para ver si me podía ayudar en mi por el desierto. Atallah tiene una empresa de rutas a caballo por el desierto, es beduino y vive con su familia en una casa en mitad de ninguna parte, alejado de los poblados y muy cerca de las estrellas.
Justo pasaba por para hacer burocracia y dijo que no le importaba llevarme a Wadi Rum. En el trayecto en su jeep hicimos buenas migas y me ofreció quedarme en su casa, con su familia. Pasé unos días junto a ellos, totalmente agasajado con ricas comidas, té beduino y cualquier cosa que necesitaba, hasta el punto de dejarme su pincho USB para conectarme a internet por la noche en mitad del desierto O_o .
Fue una experiencia increíble por lo que supone y porque en Wadi Rum no hay alojamientos en si, me explico, tuve mucha suerte porque lo común es ir allí en tour organizado. No hay pueblo como tal, solo el pueblo beduino (Wadi Rum Village) que no tiene hospedajes, por lo que si no llevas nada reservado te puede salir caro. Yo no tenía ni idea pero tuve suerte con mi inconsciencia.

Uno de los días mientras desayunábamos Atallah me explicó que un familiar había fallecido y tenía que pasar el día en una especie de velorio. Para que no me aburriese me llevó al campamento de su primo Sultán, me dijo que por allí pasaba gente todo el rato y estaría entretenido. Además podía caminar, subir la montaña hasta el manantial, ir paseando hasta el poblado…

El campamento de Sultan es una especie de oasis/tienda del desierto. Ofrece «chai» (té) y sombra a cualquiera que lo desee y aprovecha para vender artesanías a los turistas. No hay compromisos, su hospitalidad es sincera y la venta no es el principal interés de Sultán. Le encanta charlar con los extranjeros, aprender de ellos, reírse y tomarles un poco el pelo.
El día completo que pasé allí fue de lo más interesante.

Cuando llegaban los guías beduinos con sus turistas se extrañaban de verme allí sin coche ni guía. Sultán y yo nos compinchamos y decíamos que estaba trabajando junto a él, entonces todos se reían de que Sultan hubiese conseguido un empleado europeo. Por alguna razón no conseguían recordar mi nombre (Pak tampoco es que sea demasiado complicado) y acabaron poniéndome un nombre beduino, y fue así como me convertí en: Auda, el beduino con rastas (Auda es también el nombre del personaje que interpreta Anthony Quinn en Lawrence de Arabia).

Beduino

Inscripciones

Beduinos

Botijo beduino

El botijo beduino, muy útil para conservar el agua fresca.

Poco antes del la afluencia de turistas bajó y Sultán acabó de relajarse, llevábamos casi todo el día juntos, habíamos compartido decenas de «chais» y fue ahí cuando noté que el tipo ese que no paraba de dar paseos con la cámara en la mano había pasado a formar parte de su campamento.

Nos sentamos a ver como el horizonte pasaba de amarillo a rojo entre interesantes divagaciones y lecciones beduinas para soportar la en el desierto. La diferencia entre Sultán y Atallah era fundamentalmente la edad.
El desierto es un lugar maravilloso e impresionante pero la percepción es distinta para un joven de «veintipocos» años con ganas de comerse el mundo y otro joven de casi cuarenta que no necesita más que su narguile y las para ser feliz.
Ambos lo disfrutan, a su manera, ambos lo sienten como algo suyo, pero muchas veces hace falta ver otras cosas para darte cuenta de el valor de lo que posees. Atallah lo ha descubierto hace tiempo, a Sultán aún le falta, pero las palabras de amor hacia un hogar sin muros ni verjas son comunes, son su origen. Son beduinos nómadas cuyo hogar está en todas partes… y en ninguna.

Caminando en el desierto

Cuando el sol desapareció recogimos un poco el campamento y Sultán me acompaño al pueblo para buscar un coche con el que acercarme a casa de Atallah. Me presento a su familia, bebimos «chai» y tomo un coche prestado con el que aún dimos unas vueltas antes de que me dejase «en casa«.

Campamento

La foto es mi habitación en casa de Atallah. Cuando me dijo si quería dormir dentro de la tienda beduina o fuera no lo dudé un momento. En 2 minutos la habitación estaba lista.

Durante los días que estuve hicimos la vida en «mi cuarto«, cenas, desayunos, charlas, narguiles… Preferí esta opción ya que, al ser musulmanes, a Ewa (la mujer de Atallah) no puede verle el cabello otro hombre que no sea su esposo. Por eso se cubren con el hiyab, y supongo que tiene que ser incómodo tener a alguien rodando y no poder quitarte el hiyab ni en casa.
No tengo palabras para agradecer como me sentí tratado en su casa. Practicando inglés con el pequeño Abdul y sus hermanos, disfrutando de las copiosas y apetitosas comidas que preparaba Ewa, de la sabiduría beduina de Atallah…
Ya había oído hablar de la hospitalidad beduina, pero queda en nada comparada con la realidad. Wadi Rum no es solo un desierto, mi experiencia allí fue increíble y la guardo como unos de los mejores recuerdos de este viaje.

Pero al final el tiempo es dueño y señor de todo y no me quedó más remedio que partir. La siguiente parada era , algo que pareció complicarse por momentos debido al «intermitente» sistema de transportes públicos jordanos y en particular los que llevan de Wadi Rum a… cualquier sitio. En temporada baja no circulan demasiados autobuses (solo uno a Wadi Musa sobre las 9 am) y perderlo no es demasiado recomendable.
Justo antes de llegar a «la parada» me pareció ver como un bus se marchaba y a las 9.30 am estaba convencido de que no me quedaba más remedio que el socorrido . Me puse a ello sin tener muy claro si estaba usando el gesto adecuado (en algunos países es distinto) y en 35 minutos habían parado 2 coche y un camión, todos se dirigían a Aqaba, con lo que seguí esperando sin muchas esperanzas de llegar a Wadi Musa en el día. Sobre las 10.30 am apareció el autobús que estaba «esperando«. Al parecer se habían retrasado un poco porque… «como no hay turistas«. Y «como no hay turistas» me tocó pagar 8 JD en vez de los 5 que vale el viaje (me pedían 10). En ese momento me planteé si no hubiese sido mejor haberme quedado intentado el autostop.
Nunca lo sabré, igual que el gesto que utilizan en Jordania para pedir autostop, olvidé preguntar.
Creo que me toca volver.

¿me llevas a Petra?

¿Me llevas?

>> Todas las fotos de Jordania en el set de Flickr <<

Barcelona a vista de pájaro desde el Turó de la Rovira

Turó de la Rovira

Hace un par de meses estuve por unos diez días, es una ciudad a la que he ido bastante y en la que siempre descubro algo nuevo. Esta vez el descubrimiento fue el Turó de la Rovira, una colina de 262 metros con unas vistas privilegiadas de la ciudad. Me llevó Sergi, le había conocido en Cairo un año antes y volvimos a coincidir en Barcelona, pero ya hablaré sobre él pronto en un post algo distinto.

El Turó está situado algo más arriba del Parque Güell en las paradas de metro de El Coll-La Teixonera o Guinardó. Nosotros fuimos caminando desde Lesseps para poder atravesar el Parque Güell y callejear un poco por la zona. Sergi utilizó el paseo para informarme de lo que íbamos a ver y ponerme en antecedentes.

La colina fue una zona empobrecida y fundamentalmente agrícola durante todo el siglo XVIII y principios del XIX. En los años de la Guerra Civil el ejército republicano construyó una batería antiaérea para defender Barcelona de los ataques de la aviación de las tropas sublevadas. No me extraña que eligiesen este emplazamiento, desde aquí puedes controlar todo el espacio aéreo de la ciudad.

Turó de la Rovira

Ahora estos restos se conservan como un conjunto patrimonial que forma parte de la historia de Barcelona. Pero cuando estás allí, a pesar del interés histórico de todo esto, lo que de verdad impresiona son las espectaculares vistas de 360º que puedes contemplar de Barcelona. Me atrevería a decir que mejores incluso que desde Tibidabo porque aquí te sientes «más en medio» de la ciudad, menos lejano.

Turó de la Rovira

Turó de la Rovira

Incluso puedes ver Tibidabo desde aquí desde una perspectiva distinta, más de tú a tú.

Turó de la Rovira

Con el mar a lo lejos y el pequeño bosque/parque que rodea el Turó da la sensación de no estar en una ciudad, de haber salido de lo urbano para entrar en un pequeño remanso de paz alejado de la ruta típica de Barcelona (atestada de más y rodeada por una amplia variedad de gafas de pasta).
Es el lugar perfecto para evadirte y disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.

Al bajar continuamos caminando por otra de las colinas de la zona, con iguales vistas y menos construcción. La idea del ayuntamiento era construir el Parque de las 3 colinas en esta parte de la ciudad, la especulación urbanística se ha encargado de retrasarlo aunque he leído que el proyecto sigue adelante. Esperemos que acabe saliendo.

Entre los detalles que se pueden vislumbrar desde las alturas del Turó está la vista de La Sagrada Familia con una perspectiva distinta a las que estaba acostumbrado. Además tuve la suerte de que quitasen todas las grúas y construcciones metálicas que la rodean para que pudiese hacer la foto. Fue un detallazo por su parte :p .

Turó de la Rovira

Bueno, eso o tal vez fuesen unas cuantas horas de photoshop en una tarde aburrida sin mucho que hacer.

Me gustó volver a Barcelona, los encuentros que tuve con compañeros de , con colegas de toda la , los paseos, los cañeos… Desde que volví no paro de mirar tiendas de viajes en dscuento para una escapada corta, o larga (tampoco vamos a escatimar), pero la verdad es que la economía no me da para mucho y hasta que vuelva a reinsertarme al mundo laboral creo que me tendré que limitar. Eso si, me estoy aficionando este tipo de webs que recopilan ofertas, me paso noches haciendo combinaciones y pensando en «el siguiente destino«. No estoy bien, lo se, pero se ha unido al blog, a los libros y las buenas conversaciones para convertirse en «mi manera» de seguir viajando desde casa.

Empiezan las Tertulias Viajeras

Tertulias Viajeras

La foto, como reza la frase que hay en ella, es en «el peor hostal de Cali«, un lugar como cualquier otro para una de esas interminables charlas viajeras que suceden improvisadas y se alargan hasta horas intempestivas regando las anécdotas con alguna cerveza local barata.
De pronto, con el terminado, una vez en la rutina te descubres aburriendo a los amigos, o a cualquier persona que preste el más mínimo interés, con aventuras en lugares recónditos y descripciones de parajes extraños que resultan demasiado lejanos.
Te planteas si la cola del banco no es el mejor lugar para hablar de y si a la chica de la ventanilla y al resto de clientes les interesa lo más mínimo que en no haya cajeros automáticos.

La adicción es más fuerte de lo esperado y te das cuenta de que no hay muchas soluciones, solo se calma viajando. Por suerte acaba de aparecer un sustitutivo que la puede aplacar momentaneamente. Comienzan mañana con intención de ser periódicas y se llaman: Tertulias Viajeras.
Los especialistas recomiendan que deben administrarse con moderación o podrán provocar efectos adversos. Sobre todo la primera, que versará sobre «viajes de larga duración«.
Los encargados de comenzar la conversación serán Sele, Pablo, Itziar, Carmen y un servidor.

Tendrán lugar en «el mejor Hostel de «, para contraponerlo con aquel de la foto de Cali de casi 4 años antes.
Es el U hostels, en calle Sagasta 22 (Metro Alonso Martinez) y la función dará comienzo a las 19:00 horas. Se ruega puntualidad, ganas de viajar (hablando), de compartir y de pasar un buen rato.

Esto es solo el principio de un nuevo viaje al que estáis todos invitados. Lo comienzo con Sele, Cristina y David y no sabemos ni el trayecto ni la duración. Empieza mañana y esperamos, como siempre, que el camino sea largo y lleno de aventuras. El destino… es lo de menos.

Ha llegado la hora de hablar de viajes.

>> ¿Quieres venir?, apúntate aquí <<

(*) Editado: 11:10h 11-02-13. Yo es que me explico como me explico y cuento las cosas a mi manera pero si queréis saber de verdad de que va todo esto visitad el post que se ha currado Sele contando la historia 🙂

Blokando en La Pedri / Foto de la semana

Blokando en La Pedri

En Quebrantahuesos superior, un sector de muros muy divertidos con gran variedad de grados.
Reunión de trabajo y un poco de en La Pedriza.

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