Cobán, Lanquín y lo que tenía que haber sido Semuc Champey

Cueva

Llegué a Cobán desde Flores, no me enteraba de como funcionaba el transporte en Guatemala y me fui moviendo en minivan, luego empecé a encontrar de nuevo los Chiken Bus, pero al principio todos intentan llevarte por lo que se denomina el «Gringo trail«, una ruta turística que recorre el país casi sin tocarlo.

Cobán no tiene mucho… bueno, no tiene casi nada. No tengo muy clara la razón por la que paré allí, y con las mismas, a la mañana siguiente salí para Lanquín, un pequeño pueblo a 60 km de Cobán, con unas impresionantes cuevas que se pueden visitar, las que aparecen en estas fotos, y a 9 km de Semuc Champey un lugar que creo que son charcas que se forman entre terrazas de lo que fue el cauce de un río. Dicen que es precioso.
Digo «creo» porque no fui. En Lanquín me alojé en un Lodge de esos, no recuerdo el nombre, cabañitas en medio del campo, un río… muy chuli todo pero me pasó una cosa curiosa. Fue como si llegas a Mallorca y te encuentras con que estás en un hotel en el que todos son alemanes… pues más o menos. Pero no eran alemanes. Tampoco chapines
No voy a polemizar ni generalizar que el señor Nacho Vigalondo ya tuvo bastante por bromear la semana pasada con el tema.

Como vi la poca aceptación de mi condición de «distinto» y mi incapacidad para entenderles y explicarme en castellano o inglés (estaba en Guatemala, ¿no?) me fui dando un paseo a las Grutas, unas cuevas espectaculares… y llegué en el mejor momento, a última hora del día.
Cuando cierran las cuevas y todo el mundo está fuera, apagan las luces que las iluminan por dentro, y en ese momento los millones de murciélagos que habitan en su interior piensan que ha anochecido y salen de golpe.

Murcielagos

Es una sensación increíble verte totalmente rodeado por estos roedores alados, parece que se te van a tirar al cuello en cualquier momento.
Fueron cerca de 10 minutos sin parar de salir bichos de la cueva.

Murcielagos

Murcielagos

Murcielagos

Esto fue lo más interesante que me pasó esos días… y las conversaciones con los empleados del Lodge, que contaré en el siguiente post.

Vamos, esos 2 días, porque al día siguiente había decidido ir para Semuc Champey, estuve preguntando y, no se si aún no le tenia cogido el punto al país o que no había otra manera, pero la forma más barata que encontré de ir era con un tour del mismo Lodge donde me alojaba.
Y al día siguiente cuando vi el percal y que el grupo entero eran del mismo lugar, que la relación sería nula y que no me apetecía una mierda… hice la mochila, check-out del alojamiento y me agarré un bus de nuevo a Cobán para continuar hacia Antigua Guatemala. A ver si cambiaba la suerte.

Esto te pasa en un viaje de 18 meses como el mío y bueno, son 3 días aburridos y un poco defraudantes, pero te pasa en 15 días de vacaciones y yo… me cago en to 😛 .

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* Nunca me han gustado las colonias de extranjeros que no se molestan en conocer el lugar que visitan, solo en relacionarse con sus semejantes patrios… No me gustan esos guetos, ya sean de alemanes en Mallorca o de israelitas en Guatemala.

Ruinas de la ciudad perdida Maya de Tikal (El Petén – Guatemala)

Ruinas de Tikal - Guatemala

Situadas en mitad de la selva de El Petén, las Ruinas de la ciudad perdida Maya de Tikal son uno de los lugares más impresionantes que he visitado. Y como opinión totalmente subjetiva, son las mejores ruinas mayas que vi en Mesoamérica.

Pirámides sobresaliendo en la espesura de la selva, glifos espectaculares, un enclave mágico, unas construciones increíblemente elaboradas… estas ruinas son todo eso y mucho más, es adentrarse en una cultura milenaria e interesantísima, es volver atrás en el tiempo, es pensar en el «como» y el «por que«.
Los primeros habitantes llegaron a esta zona en el año 700 a.C. y durante los siguientes 400 años transformaron ese pedazo de selva en una de las ciudades más pobladas y prosperas de todo el Imperio Maya.
Y no fue hasta 1848, cuando Modesto Méndez y Ambrosio Tut volvieron a descubrir las ruinas de lo que fue Tikal.

Ruinas de Tikal - Guatemala

La Acrópolis Norte y el Templo del Gran Jaguar (44 metros de altura) son, sin duda, las partes mejor restauradas y cuidadas de las más de 400 edificaciones que hay descubiertas.

Tikal fue, durante siglos, uno de los puntos clave para el comercio en el Imperio Maya, hasta el año 900 más o menos, donde empezó el declive de esta civilización.
El «porqué» de ese colapso es una duda que no han parado de plantearse los arqueólogos. Una de las explicaciones que más escuché trataba del gran problema que tuvieron los Mayas con la sobrexplotación de las tierras de cultivo.
Llegaban a un zona, la exprimían al máximo y una vez que la tierra no daba más buscaban otro lugar.
Eso y el problema del agua y su almacenamiento. No hay ríos cercanos a Tikal, a una distancia considerable se encuentra el Lago Petén Itzá, lugar desde el que, probáblemente, llevasen el agua… pero son todo conjeturas.

Ruinas de Tikal - Guatemala

La población Maya de Tikal decidió abandonar la ciudad y continuar hacia el sur, las guerras entre distintos clanes asediaban por todos lados y necesitaban huir de esa tierra ya estéril.

De esa época de prosperidad queda poco en Guatemala. La población Maya ha seguido huyendo de guerras, de exterminios, de colonizaciones genocidas o de etnocidios como el provocado por Ríos Montt durante sus brutal dictadura militar. Han seguido en pie durante años, décadas, siglos… y siguen caminando y luchando. Los que son «el color de la tierra«, citando a Marcos, siguen en Guatemala, en Mesoamérica, en su larga noche de los 500 años, que va camino de 600.

En algún lugar leí que, en una visita a Tikal, un turista preguntó a la guía local que había sido de aquella cultura, que había sido de los Mayas. La guía miró sorprendida y respondió: «Acá seguimos, acá vivimos. Nosotros, los que te rodean, somos los Mayas«.
Casi el 60% de la población guatemalteca son Mayas, eso y los cerca de 20 dialectos mayas que se hablan allí lo convierten el país con mayor porcentaje de población indígena de todo latinoamérica, casi a la par que Bolivia.

Guatemala es Maya, es indígena… solo para que os hagáis una idea, el español es la segunda lengua de un gran porcentaje de la población, su primera lengua es el Maya.

Y eso es lo mejor que tiene, una cultura y unas gentes de las que deberían sentirse orgullosos.

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Ruinas de Tikal - Guatemala

Flores, una isla en el Lago Petén Itzá.


flores

Foto vía: Wikitravel

Flores está espectacularmente situada en el interior del Lago Petén Itzá. Es una pequeña isla de 23.000 habitantes unida, por un istmo de tierra, a la cercana localidad de Santa Elena. El mayor encanto que tiene, además de la localización en el lago, es la cercanía a la ruinas de Tikal, y una de las peculiaridades de las que mucha gente me habló es el calor.
Yo no lo sufrí especialmente, llegaba casi en Diciembre, pero sus 110 m.s.n.m. y su situación, en medio de un lago en la selva, hace que sea un lugar bastante húmedo y caliente.

Llegué desde Belice y mi intención era pasar unos días tranquilos, llevaba una racha de demasiado movimiento desde que salí de El Salvador. Como no me convenció demasiado Utila en particular y Honduras en general, y tres cuartos de lo mismo con Belice, estuve una semana y pico en la que viajé casi cada día.
Nada más llegar busqué alojamiento en El Mirador  del lago II, que depende de El Mirador del lago I pero es más barato, no está en «primera línea de lago«, comí algo y decidí dar una vuelta por la isla, ya buscaría la forma de ir a Tikal en mis días de relax…. o eso pensaba yo.
Entonces apareció Stefanie (Quebec City) y acabé comprando la visita a Tikal a las 11 de la noche para salir con ella al día siguiente, a las 5 de la mañana. Culpa suya y de las Gallo (cerveza guatemalteca).
Tuve suerte, compré la visita en el mismo hotel, el recepcionista que me lo vendió estaba un poco «contentillo» y me dijo que si «ella» no se enteraba (Stefanie no hablaba español), me lo dejaba a mitad de precio: –Aunque no sos Chapín vos no sos Gringo, buena onda con los españolitos-, (que significa: Aunque no eres guatemalteco tu no eres «guiri», nos caen bien los españoles).
Fueron unos 35 $, por el mismo billete por el que Stefanie había pagado 65 $. Mi primer día en Guatemala y empezaba a darme cuenta que allí el tema precios iba a ser un handicap interesante.
«Postpuse» los días de relax para después de visitar las ruinas, un lugar de esos mágicos que no se olvidan, y a las 4.30 estaba sonando el despertador. Menos mal que es casi una hora y media de viaje y pude echar una cabezadita.

Cruzando la frontera Belice – Guatemala con los Amish ladrones.

Distributing surplus commodities, St. Johns, Ariz. (LOC)
Foto CC vía: The Library of Congress

Desde Cayo Caulker salí camino de Belice City en barco (1 h o 2 por 8$ más o menos), había decidido ir para Guatemala y lo hice cruzando la frontera entre Benque Viejo del Carmen (Belice) y Melchor de Mencos (Guatemala).

Llegar a Benque Viejo fueron unas 3 o 4 horas en bus desde Belice City (6$), parando en San Ignacio.
Una vez en allí hay que tomar un taxi compartido hasta la frontera y lo mismo hasta Melchor de Mencos. Son taxis baratos, lo caro es salir de Belice. Hay una tasa que no recuerdo si son 20 o 30 dolares, en concepto de ECOTASA para el turista. Es una información que yo no conocí hasta la misma frontera.

Y saliendo de Belice me pasó una cosa muy curiosa. En el autobús camino de la frontera se subió en San Ignacio una familia de Amish… si estos tipos raros que siguen viviendo en el pasado, con sus barbas, sus sombreros y su amor a dios.
Simplemente me llamó la atención verlos y los locales me comentaron que hay una comunidad grande cerca de San Ignacio.
Total, que nada más cruzar la frontera se me acerca un chico y me ofrece llevarme hasta Melchor de Mencos, negocio con él, consigo buen precio y una vez que estoy metiendo la mochila en el coche me pregunta si he perdido algo de dinero… yo no entiendo nada y empiezo a rebuscarme en los bolsillos. Me faltaban unos 30 dolares americanos y algunos Quetzales guatemaltecos que ya había cambiado, entonces le pregunto como lo sabia y me cuenta que vio como se me caia algo del bolsillo cuando saqué el pasaporte en la frontera, y al rato vio a los Amish cogerlo y guardárselo al bolsillo… me quedé alucinado y con las mismas salte dentro del taxi y le grité: ¡Siga a esos Amish!… que ellos iban andando, y yo siempre había querido decir una frase así. El chaval entró en el coche, puso música de persecuciones y si no hubiésemos ido en un 4 latas que no pasaba de 40 km/h seguro que hubiese salido haciendo ruedas.

A los pocos minutos los encontramos en la carretera, le dije al taxista que parase a su lado y les pregunté si habían encontrado dinero en el suelo, se miraron entre ellos y directamente sacaron cada uno de sus bolsillos la parte que se habían repartido y me lo devolvieron mirando al suelo… ahí les pregunte que, si habían visto como se me caía porqué no me avisaron… y siguieron mirando al suelo. Debe ser que su amor a dios no les permitía desperdiciar mi involuntaria limosna, o que se tomaban muy en serio el «Dios proveerá» o que la hipocresía de esa sociedad les permite renunciar a las comodidades modernas pero no renunciar al moderno DOLAR ($$$$$$$$$).
El taxista les gritó ladrones, pisó el acelerador a fondo y salió nuevamente a cámara lenta.

Y me dejó en el lugar de donde salían las «minivan» hacia Flores, en Melchor de Mencos, un pueblo curioso en el que la frontera con Belice corta el campo de fútbol por la línea de medio campo, y el pueblo entero en 2.
La parte de guate está aislada del mundo, lejos del resto de poblaciones del país, la parte de Belice cerca de poblaciones grandes. En la parte guate no hay infraestructuras, en la parte beliceña hay luz, agua y una carretera buena para entrar y salir.
Los policías fronterizos beliceños van a la parte guate a tomar las cervezas, es más barato.
Todo es un mismo pueblo, Melchor de Mencos, un lugar EN MEDIO… de ninguna parte.

Lívingston – Guatemala… ¿Guatemala?

Satellietfoto van Livingston, Guatemala

Lívingston tiene una población de 17.000 habitantes, esta pequeña ciudad Garífuna es la única del país sin conexión por carretera, la única con playas en el Caribe, la única en la que te sorprendes viendo que los «chapines» que allí habitan «son negros y juegan al basket» (como bien me dijo Quiros).

Solo puedes alcanzarla en bote desde Puerto Barrios, Río Dulce o Punta Gorda (Belice), y esta última es la única que se parece en algo a Lívingston, porque está en Belice.

Cuando llegué estaba lloviendo y como la previsión meteorológica apuntaba que continuaría así por un tiempo decidí partir al día siguiente… no pude disfrutar demasiado del par de playas que tiene y no encontré mucho más que hacer allí, sobre todo lloviendo.
No me pareció un destino atractivo, pero si peculiar. Es como estar fuera de Guatemala, la población proviene de los esclavos africanos que fueron «importados» por la corona británica hasta las revueltas de 1795 en St Vincent, y fue la única parte del país que linda con el Caribe que Guatemala consiguió quedarse tras la independencia de Belice en 1973, vamos, lo que los Británicos les dejaron quedarse porque Belice no se independizó del Reino Unido hasta 1981, momento en que pasó a ser un país divido de Guatemala por unas fronteras hechas con tiralíneas.

Dicen que la travesia desde Río Dulce es muy bonita y que el lago Izabal es un pasote, me quedé con ganas de visitar esa zona pero mi ruta era entrar en Belice para luego volver a Guate por El Petén.

Y tal y como llegué… me fui. En barco a Punta Gorda (20$ – 1h) y de allí a Belice City en bus (7h – 13$) y luego al Cayo Caulker (2h – 8$ en bote). ¿De verdad había salido de Guatemala para entrar en Belice?. Por el cambio desde Livingston no lo parecía pero tengo que decir que la diferencia con El Petén (Guate) fue brutal.

Foto vía: David d’O’s

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