El balut (balot en tagalo) es un huevo de pato fecundado al que se ha dejado que se desarrolle el embrión antes de cocinarlo. Se come cocido o hervido al vapor y es bastante común en Filipinas y algunas partes del sudeste asiático. Yo lo había visto pero no lo había probado hasta que llegué a Cebu.
Me alojé en el Kukuk´s Nest, no es que fuese barato, 400 pesos (7,5 €) en dormitorio de 5 camas, pero me convenció la decoración y el ambiente, tenía una terraza completamente forrada de fotos de Lomografía y la chica de la recepción me explicó que los hijos de los dueños eran artistas (fotógrafo y pintora). Creo que acerté con el lugar porque cuando me levanté de la siesta la zona común y el restaurante estaban a rebosar. En una mesa había un grupo de chavales filipinos charlando animadamente, me senté a su lado y al ratito me ofrecieron un trago de cerveza, es más, me obligaron a tomarlo. Resultó ser una reunión del Cebu Shooters Guild, un grupo de fotógrafos y aficionados a la fotografía de Cebu que hacen quedadas para hablar de fotografía, realizan photowalks y cosas por el estilo… La conversación fue interesantísima, no solo en lo que a foto se refiere, fue una pasada conocer de primera mano y recién llegado las costumbres, rituales y clichés de los cebuanos.
En un momento dado por la zona del patio apareció un tipo con una bici y una cesta sobre ella en la que tenía algo que ofrecía a la gente, los Cebu Shooters empezaron a gesticular y hablar en tagalo como tramando algo, Hendrix me preguntó si había probado el balut, le dije que no e instantáneamente estallaron en risas, ahí entendí que había llegado mi hora de hacerlo. Fuimos hacia el tipo, pidió 2 huevos y me explicó como se come. Primero se hace un agujero en la cáscara y se bebe el «caldito» que hay en el interior entre la cáscara y el «polluelo«. Sabe como a consomé, me gustó bastante. Lo siguiente es abrir la cáscara del todo y meter el interior en la boca de un tirón. La sensación es rara pero sabe como a huevo cocido con pollo así todo mezclado. No me gustó demasiado pero tampoco me disgustó y la parte menos sabrosa, un cartílago blanco, justo cuando me empezaba a pelear con ella me dijo que eso no se comía y lo escupí. Un buen trago de birra y prueba superada.
De una de las mesas de detrás nuestro salió una voz que decía: «Fuck dude, you’ve eaten the egg like a boss«, un británico, claro, y todo el mundo empezó a reírse a carcajadas. Y si, como un jefe me lo comí, por suerte no soy asqueroso para estas cosas y si alguien se lo come a la vez que yo menos aún. Pienso que la mayoría de las veces son tabús culturales y tradicionales lo que nos impide ver estas comidas en perspectiva. En Filipinas estos huevos empiezan a ser una delicatessen que se sirve en los mejores restaurantes.
Más tarde me explicaron que los hay de distinta «añada«, o «semanada» mejor dicho. El que nos comimos era de 2 semanas, y teniendo en cuenta que el tiempo de gestación de un pato son 4 semanas podemos decir que me comí «medio patito«. Yo solo noté cartílago, en los de 3 semanas ya están practicamente formados el pico y las patas, supongo que la sensación en la boca será algo distinta. El precio fue de algo menos de un euro por los 2 huevos y dio para unas buenas risas, yo siempre digo «donde fueres haz lo que vieres» y en Filipinas no podía dejar de probar el balut… y menos estando obligado.
La foto es de Hendrix (Blue Pax), me la mandó editada con el texto porque es el claim de Turismo de Filipinas para promocionar el país, todo «es más divertido en Filipinas«, y comer balut también.
Volví a Cebu un par de veces más pero no tuve la suerte de volver a encontrarme con todo el grupo de los Cebu Shooters, una de las veces pude quedar a tomar unas cervezas con Mark, pero el resto no podía pasar ese día. Malapascua me robó mucho tiempo y me quede con las ganas de aceptar el ofrecimiento que me hicieron para recorrer Cebu durante un día haciendo fotos con ellos. Quizá lo hagamos algún día.
Por último, os dejo el enlace aun vídeo del señor Blai que también probó el balut en su paso por Filipinas, lo mejor del vídeo… sus caras, sin lugar a dudas: Probando el huevo «balut» en Filipinas.
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Quiero decir que últimamente el blog parece un poco caótico, vamos, que salto bastante más en el tiempo de lo que estaba acostumbrado a hacer, pero es que del el viaje de Asia ya casi lo he contado todo, me faltan un par de post sobre Palestina y las cosas, como esto del balut, que se me hayan quedado en el tintero, y hay que pasar página. A partir de ahora iré intercalando cosas sueltas de este viaje con el final de la vuelta al mundo (que no terminé nunca de contar) y los viajecitos que vaya haciendo hasta que me vuelva a picar el gusanillo de otro gran viaje.