Cuando cae la tarde en la Shwedagon Paya (Myanmar – Birmania)

Poco puedo escribir de la Shwedagon Paya que no haya escrito ya en el blog, poco me falta por intentar expresar, ahora me toca hacerla sentir.

Tenía la sensación de que mi deuda con ella por los buenos momentos que he pasado en ese lugar no estaba pagada, la sensación de no haberle dado la importancia que merece al hablar sobre mis viajes, al pensar en ellos. Por alguna razón sus recuerdos se encuentran en una parte de mi hipocampo a la que no consigo acceder por voluntad propia… es ella la que viene de vez en cuando. Y este fin de semana vino. Repasando el material del último viaje largo nos encontramos de nuevo cara a cara y decidí juntar las imágenes, los momentos y sensaciones que capturé allí en esta especie de vídeo-documental de como es una tarde en este templo, aunque la Shwedagon Paya sea mucho más que un simple templo, como cae la noche y la religiosidad, la paz y la armonía se apoderan del complejo hasta llegar a hacerte pensar que no existe nada más en el mundo.

El montaje de sonido lo he realizado en su mayoría con sonido directo grabado in situ para intentar transportar al espectador al momento que yo estaba viviendo y recrear la tranquilidad que se respira. Es un trabajo totalmente distinto a lo que estoy acostumbrado a hacer. Pausado y reflexivo es simplemente una representación de la realidad lo más cercana posible usando para ello la banda sonora de la vida.

Sube los altavoces y disfruta de este espectacular lugar, de sus gentes y de una espiritualidad que todo lo impregna.

Quiero agradecer a  Jesus Paz Muñoz y Malevolo el equipo de audio y cámara para que esto fuese posible.

Cosas que hacer en Koh Tao si no buceas (Tailandia)

Koh Tao

Koh Tao es una pequeña isla de 21 km cuadrados situada en el Golfo de Tailandia. Tiene un clima bastante benevolente y el monzón azota poquito durante los meses de noviembre a enero. Un verdadero paraíso que no llega a los niveles de turismo de la zona del Mar de Andamán pero que tampoco es la panacea de la tranquilidad, todo sea dicho. Aunque si te sabes mover puedes encontrar lugares de esos que te dejan con la boca abierta para poder contemplar atardeceres espectaculares en total soledad.

La característica principal de esta isla es que es el lugar del mundo más barato para certificarte como buceador, ya sea PADI o SSI. Los centros tienen unas ofertas brutales y la cantidad de buzos y futuros buceadores que desembarcan en sus costas es abrumadora. Por suerte para los que no practican esta disciplina la mayoría de la gente no para de echar burbujas y el resto de opciones para hacer no suele estar masificado.

En los 2 meses que estuve por la isla tuve tiempo de hacer casi de todo, aquí van algunas de las cosas que hice además de bucear:

– Practicar o aprender escalada en bloke (Boulder)

Escalando con IHASIA

El (boulder) es una disciplina de la que comenzó como una parte de los entrenamientos de esta y que poco a poco se ha ido haciendo más popular por si misma. Lo único que se necesita son pies de gato, magnesio y un crash pad (colchoneta dura) para amortiguar la caída.
Koh Tao tiene bastantes sectores para hacer bloke pero uno de los que más me gusta es Secret Garden, con blokes de muchos niveles, palmeras, césped y sombra por la tarde. ¿Que más se puede pedir?.

Escalando con IHASIA

Escalando con IHASIA

Aquí estoy sujetándome con el dedo de saludar al gobierno (como me dijo Andrés).

Escalando con IHASIA

Escalando con IHASIA

Empecé utilizando los crash pad que alquila IHASIA junto con el magnesio (también alquilan pies de gato) y acabé dando clases como instructor de bloke para ellos. Fue una experiencia divertida que no descarto se repita tal y como andan las cosas por Españistán.

Además de la escalada IHASIA ofrece otras actividades para los no buceadores como kayaking, freediving o viajes de snorkel, y si escribes al Brujo de mi parte te hacen un 5% de descuento: info@ihasiadivingkohtao.com.

Escalando con IHASIA

– Snorkel con tortugas y tiburones en Shark Bay

Snorkel en Shark Bay

No hace falta ser buzo para practicar snorkel, es solo respirar por un tubo y las sensaciones de las que puedes disfrutar son increíbles. En Shark Bay poco antes de la caída del sol es fácil coincidir nadando con tortugas verdes como la de la foto o tiburones punta negra. Los escualos son pequeños y huidizos, difíciles de fotografiar pero no tanto de ver. Estos son tiburones de arrecife totalmente inofensivos.

En el vídeo se ve como sube a respirar, sin miedo ninguno, acostumbrada ya totalmente a nadar con humanos. Eso si, no hay que tocarla ni agobiarla demasiado, un ratito y que siga comiéndose el coral la anciana gigante.

Snorkel en Shark Bay

Snorkel en Shark Bay

El la foto se puede observar el tamaño del bicho.

Snorkel en Shark Bay

– Muay Thai o el arte de pegar «hostias como panes»

Muay Thai Gym Koh Tao

En la zona de Chalok Baan Kao se encuentra el Muay Thai Gym Koh Tao, o lo que es lo mismo, el gimnasio de la Yoli: un centro de entrenamiento y aprendizaje del arte del Muay Thai, Muay Boran y fitness. Las clases son en español o inglés y mola hacer una pequeña introducción al deporte nacional de Tailandia ya que estás allí. Porque irse de vacaciones no significa descuidar el cuerpo.

Muay Thai Gym Koh Tao

Yo no me atreví a probar las «patadas voladoras» de Yoli aunque si intenté conocer algo de esta técnica deportiva y sus rituales. Nunca está de más saber defenderse y siempre mola mucho aprender a dar «hostias como panes«.

Muay Thai Gym Koh Tao

Aunque las «hostias como panes» se le den a los sacos el día de la inauguración. En la foto de abajo el Pisha dando un golpe muy Bud Spencer… menudo estilazo.

Muay Thai Gym Koh Tao

– Turismo en toda regla: monumentos, templos y miradores

Esqueleto Ballena

Monumentos, lo que se dice monumentos… pueden ser las suecas que toman el sol en la playa de Sairee Beach o puede ser el Esqueleto de Ballena que hay en un hotel de la punta norte de la isla. El camino es bonito y se descubren cosas nuevas. Las vistas desde el lugar no son malas y una parada refrescante para un zumo siempre se agradece.

Vistas

Respecto a la parte más mística de la isla, los templos y las tradiciones budistas… tengo que decir que en Koh Tao brillan bastante por su ausencia. Hay un templo Budista Thai cerca del puerto de Mae Hat pero el lugar que me resultó más curioso fue la Pagoda Birmana que hay en el interior, es sencillo localizarla en el centro en cualquier mapa de la isla.

Monje

En Koh Tao hay un gran número de inmigrantes birmanos, la mayoría de la gente que trabaja en el sector servicios de la isla lo son, casi toda la población trabajadora no cualificada… y claro, han construido sus propios templos. Yo no sabía que era birmano hasta que una vez arriba me fijé que las inscripciones no estaban en tailandés, estaban en birmano y cuando pregunté a la gente que había por allí me lo confirmaron.

Templo

Templo

Es una pequeña pagoda en lo alto de una colina. Un lugar bonito que permite salir del ajetreo de turistas que recorren la isla. Es como volver a entrar en Asia… desde dentro de Asia. Curiosa paradoja.

Vistas

Koh Nang Yuan

Miradores. Una palabra fundamental en Koh Tao… junto con moto, otra palabra fundamental para poder llegar a ellos. Sin duda alguna la moto es el vehículo casi imprescindible en la isla. Los taxis son caros y las distancias no son tan pequeñas como para poder abarcar mucho en poco tiempo. El coste de alquilar una moto no es alto y con tiempo se abarata. Yo alquilaba una de 125 c.c., semiautomática, por 50 euros al mes y hubo pocas cosas que me compensaron tanto.

Mirador

Hay docenas de miradores marcados en los mapas pero lo mejor es preguntar a la gente, conocer a alguien que lleve tiempo allí y te cuente sus secretos. Los secretos desde donde contemplar la isla como la tortuga de la que toma el nombre (primera foto del post), o desde donde poder ver como el sol del atardecer tiñe de naranja la pequeña Shark Island.

Shark Island

Ko Pha Ngan

Lugares desde donde contemplar Koh Pha Ngan en lontananza y ver atardeceres de esos que no se olvidan.

Lugares de los que me prohibieron desvelar la ubicación pero que no son difíciles de encontrar si de verdad sabes buscar.

Mirador

– Playas, playas y más playas

Chalok Baan Kao

Otra de las características de Koh Tao son unas playas espectaculares. En las fotos podéis ver la de Chalok Baan Kao, donde se encuentra IHASIA (allí pasé una gran parte de mi tiempo en la isla). Es una de las playas con mejor ambiente.

Pero además de esta mis preferidas son Aow Leuk, en la parte oeste y la playa del Banana Rock (Sai Nuan Beach) en la otra parte de la isla. La primera para darse unos baños y pasar el rato sin alejarse demasiado de la civilización y la segunda para huir de todo y ver el atardecer en un lugar precioso.

Chalok Baan Kao

Chalok Baan Kao

No tengo fotos de las otras playas por mi manía de no llevar la cámara a la playa si no es exclusivamente para hacer fotos. Nunca llevo la reflex pero tenía una olympus resistente al agua que es la que usaba en estos casos y murió justo en Koh Tao.

Vale, en 2 meses no me dio ni un día por ir solo a hacer fotos peroooo… que es que el agua es tan azulita y hacía tanto calor que siempre sabía que me acabaría bañando. Y nada, que si queréis verlas os toca ir :p .

IHASIA

– Pasar de todo y leer en una hamaca

Leyendo

Para esto Koh Tao también es el lugar perfecto, una buena sombra y a leer mientras las olas del mar golpean las rocas con suavidad. Me terminé unos cuantos libros en los 2 meses que estuve por allí, el último recuerdo que fue «Desde donde estoy veo la luna» de Maud Lethielleux. Será que veía la luna más que el sol. Por eso de…

– Irse de fiesta con personajes curiosos

Avatar

Hay multitud de posibilidades de encontrar a tu avatar en una noche de fiesta por Koh Tao a base de Chang Beer y Sang Som. En el Moov eran memorables las noches que amenizaban Osvaldo Wilson y Alfredo Solano. Aquello si eran fiestas de disfraces, incluso hubo un Soul Train Line 🙂 .

También recuerdo que era difícil resistirse a un ratito en The Castle aguantando «chunda-chunda» para ver a los animales más nocturnos de la isla.

Koh Tao es un mundo de posibilidades incluso para los que no bucean. También se puede mezclar, yo lo hice todo, eso si, nunca en el mismo día y nunca mezcles una sesión de Osvaldo Wilson con un buceo de madrugón. Es solo un consejo.

Bangkok, el campo base de mis viajes a Asia (Tailandia)

Bangkok

Bangkok. Solo escuchar su nombre me transporta a sus calles, vuelve a revivir en mi sus sonidos, sus olores, sus sabores y las imágenes de una de las ciudades más especiales que he tenido la suerte de conocer. He estado en ella unas 9 veces, en cada una de ellas la ciudad va siendo más mía y yo voy siendo un poco más suyo.

Recuerdo las sensaciones de la primera vez, en 2006, mi primer contacto con Asia. Me pareció caótica, sucia, me costó asimilar esos olores, ese desorden organizado que solo entiende el que forma parte de ella, pero aun así encontré que tenía algo, supongo que el exotismo de ser una de las urbes más pobladas y cosmopolitas de todo el Sudeste Asiático y que era mi primera vez en aquel extremo del mundo.
En los sucesivos pasos por la ciudad me he dado cuenta de que aquellas sensaciones no fueron más que una pequeña parte razonada de todo lo que percibí de forma inconsciente. Bangkok se quedó en mi.

Comida callejera

Dos años más tarde comenzaba mi viaje de vuelta al mundo en China, la idea era recorrer el país durante 1 mes y luego volar a Bangkok para usarlo de campo base en el Sudeste Asiático (SEA). En China me estaba leyendo Tokio ya no nos quiere de Ray Loriga, me lo regaló Rubén antes de iniciar el viaje, y a pesar de que no soy demasiado adepto del amigo Ray me gustó mucho la visión de ese Bangkok postmoderno y futurista en el que todo está permitido que retrata en su novela. Es más, avivó mis ganas de regresar, de conocer la ciudad más en profundidad.

Aquel paso por Bangkok fue solo de unos días para hacer el visado a Myanmar. Estaba a punto de entrar en el país más budista del SEA y más o menos volcado en Theravada, un proyecto fotográfico sobre esta rama del budismo. Supongo que esas circunstancias hicieron de esta la visita más ascética, la más espiritual, que he realizado a esta ciudad. Vamos, todo lo ascética y espiritual que puede ser algo en esa ciudad del pecado que es Bangkok.

Monje

Templo

Monjes

Monjes

Libertad, mezcla, respeto y contradicción forman un revoltijo continuo, un batiburrillo de sensaciones que poco a poco se van volviendo familiares, diría incluso que rutinarias, a medida que te acostumbras a sus defectos y vas descubriendo algunas de sus virtudes.

Tráfico

Kao San Road

En ocasiones Bangkok mezcla sus defectos y virtudes en lugares concretos con nombres propios mundialmente conocidos. Otras veces es una simple calle, o un puente, la linea que los separa creando una barrera indestructible donde a un lado aparecen los defectos disfrazados de virtud y al otro una virtud desconocida que las clases altas pretenden convertir en defecto.

Comiendo

Estación de tren

Bangkok es desigualdad y progreso a partes iguales. Bangkok es el ejemplo del desarrollo que ha vivido Tailandia en los últimos años donde conviven sin reproches la abundancia con la extrema pobreza perpetuándose hasta la saciedad amparado en el paraguas de la resignación o de la entereza.

Autobus

Pero Bangkok son también las pequeñas cosas, las miradas, las sonrisas, las risas, la curiosidad, la diferencia y la similitud. Es otra forma de ver la vida, de ver la existencia. Amable y gruñona Bangkok es Asia, con sus defectos y sus muchas virtudes. Es curiosidad y curiosidades, es un mundo inexplicable con cierto sentido en el que lo razonable se mezcla con lo inverosímil creando un nuevo estado en la realidad conocida.

Autobus

En el tuk-tuk

Conductor

Bangkok

Trenes

Paseos por la ciudad de un lado a otro caminando sin rumbo, viajes en tuk-tuk en los que lo de menos es el destino, canales y callejuelas, puentes, mercados, templos, puestecillos de comida, un bar de reggae y pianocóckteles en furgoneta…. son algunos de mis recuerdos de Bangkok, una ciudad que va ordenando su caos a medida que pasa el tiempo, lo contrario de lo que intenta hacer la memoria con mis recuerdos.

Las últimas 2 veces que pasé el calor húmedo que precede al monzón me dejó hacer poco. Es como una losa que no te deja levantarte de la cama, te aprisiona con el aire caliente que mueve el ventilador y solo puedes pensar que cualquier cosa es mejor que estar en la calle bajo un sol que abrasa el asfalto. La pereza es solo remediable mediante la brisa fresca que se siente durante los paseos en los barcos que recorren el Chao Phraya, tumbado bajo alguna sombra en el césped del Parque Lumpini, con los aires acondicionados de los Seven/Eleven o colándose en las piscinas de las azoteas de los hostales para mochileros de Khao San.

Canal

Mercado

¿Perdido?

En Bangkok todo puede pasar y todo es posible. Las mentalidades se abren al pisar su suelo, a veces más de la cuenta, y Bangkok lo da todo, da demasiado sin mirar a quien. Hace que en las mañanas las señales no sean suficiente para guiar un camino que la noche ha sepultado o que los días parezcan no tener un final si no es allí.

Cada Bangkok es mejor que el anterior, cada paso apetece más y la ciudad es menos extraña. Es el campo base perfecto para las incursiones asiáticas, un destino con vuelos baratos, sencillo y con tantas caras (o máscaras) como hagan falta para adaptarse a las necesidades de sus inquilin@s.

Hay una frase de una canción de Sabina que habla sobre La Habana que dice : «y en cada bicicleta caben tres«, yo siempre me acuerdo de esa frase en Bangkok, porque allí caben tres en una bicicleta o en una moto. En Bangkok siempre hay sitio, por eso estoy seguro de que volveré.

Tres en moto

Este post está ilustrado a base fotos de los distintos pasos por la ciudad, un batiburrillo que muestra un poquito de esta ciudad que tanto quiero. Un caos desordenado de imágenes, más o menos lo mismo que mis recuerdos.

>> Todo el set de las fotos de Bangkok en Flickr <<

Amanece la vida en la ciudad antigua de Bagan – (Myanmar / Birmania)

El amanecer en Bagan es una de las escenas más bonitas que he contemplado en mi vida. Supongo que debe ser la razón de que haya conseguido despertarme para disfrutar de este espectáculo hasta en 5 veces y las 5 hayan sido mágicas.
Las sensaciones son indescriptibles, las emociones incontrolables, solo, sentado en casa y a más de 10.000 kilómetros de distancia se me siguen poniendo los pelos de punta de tan solo intentar explicarlo.

Ver el sol asomando entre las más de 4.000 pagodas que forman esta zona arqueológica te lleva al punto más lejano al que se puede llegar en un instante, te lleva al interior de ti mismo en un viaje al que no le vislumbras retorno o no quieres verlo.
El mundo avanza aunque nos neguemos a ello y una vez vuelves al mundo real, con el gran astro en lo alto, la vida vuelve a recuperar su ritmo y el tiempo se reestructura para que el reloj pueda volver a marcar los minutos y segundos que nos ayudan a interpretarlo. Una luz anaranjada que parece irreal se apodera de todo hasta el infinito y tira de los elementos como un hilo mágico que nos une al universo dotando al día de movimiento. Es el amanecer de la vida, un amanecer distinto al del mundo, que avanza a su propio ritmo, especialmente en Myanamar, el lugar donde la prisa y la impaciencia carecen de sentido y definición exacta.

La duración del momento que va desde el amanecer hasta la hora del almuerzo es más que suficiente para enamorarte de esta ciudad antigua, para tomarle el pulso y empezar a entender que solo una mirada pura e inocente, más allá de estereotipos y comparaciones, será capaz de ver lo que se esconde tras la belleza de su inmensidad.
Una mañana en Bagan es más que suficiente para enamorarte, una mañana en Bagan es más que suficiente para sentirte vivo y afortunado, una mañana en Bagan… no es suficiente.
Por eso he visto ese amanecer 5 veces y por eso volveré a disfrutar de él, volveré a sentir como se me ponen los pelos de punta y llego a perder el habla en un viaje al que no querré ver retorno.
Así es el amanecer más bonito que he contemplado, así es el amanecer en Bagan.

1 minuto navegando el Irawadi al atardecer en Myanmar (Birmania)

Un minuto del trayecto en ferry que lleva de Bagan hasta Mandalay surcando el mítico río Irawadi. La salida desde Bagan es temprano en la mañana y la llegada a Mandalay poco después del ocaso. El día transcurre a ritmo lento, observando lo que sucede en las orillas del río más largo e importante del país. Estas mismas aguas inundan los arrozales del sur cada año para dar vida al sustento principal de todo Asia, el arroz.

Este vídeo es otro regalo, como el minuto del atardecer en Wadi Rum, otro minuto para evadirse del día a día de la rutina, de los noticiarios y de los desastres, porque el mundo sigue siendo bello aunque se empeñe en esconderse de nuestros ojos.

¡Buen fin de semana!

Equipo de vídeo por Malevolo
Equipo de audio por Path Sound

Utilizamos cookies en nuestro sitio web

Por favor, confirma si aceptas nuestras cookies de seguimiento. También puedes rechazar el seguimiento, por lo que puedes seguir visitando nuestro sitio web sin que se envíen datos a servicios de terceros.