Cosas que hacer en Koh Tao si no buceas (Tailandia)

Koh Tao

Koh Tao es una pequeña isla de 21 km cuadrados situada en el Golfo de Tailandia. Tiene un clima bastante benevolente y el monzón azota poquito durante los meses de noviembre a enero. Un verdadero paraíso que no llega a los niveles de turismo de la zona del Mar de Andamán pero que tampoco es la panacea de la tranquilidad, todo sea dicho. Aunque si te sabes mover puedes encontrar lugares de esos que te dejan con la boca abierta para poder contemplar atardeceres espectaculares en total soledad.

La característica principal de esta isla es que es el lugar del mundo más barato para certificarte como buceador, ya sea PADI o SSI. Los centros tienen unas ofertas brutales y la cantidad de buzos y futuros buceadores que desembarcan en sus costas es abrumadora. Por suerte para los que no practican esta disciplina la mayoría de la gente no para de echar burbujas y el resto de opciones para hacer no suele estar masificado.

En los 2 meses que estuve por la isla tuve tiempo de hacer casi de todo, aquí van algunas de las cosas que hice además de bucear:

– Practicar o aprender escalada en bloke (Boulder)

Escalando con IHASIA

El (boulder) es una disciplina de la que comenzó como una parte de los entrenamientos de esta y que poco a poco se ha ido haciendo más popular por si misma. Lo único que se necesita son pies de gato, magnesio y un crash pad (colchoneta dura) para amortiguar la caída.
Koh Tao tiene bastantes sectores para hacer bloke pero uno de los que más me gusta es Secret Garden, con blokes de muchos niveles, palmeras, césped y sombra por la tarde. ¿Que más se puede pedir?.

Escalando con IHASIA

Escalando con IHASIA

Aquí estoy sujetándome con el dedo de saludar al gobierno (como me dijo Andrés).

Escalando con IHASIA

Escalando con IHASIA

Empecé utilizando los crash pad que alquila IHASIA junto con el magnesio (también alquilan pies de gato) y acabé dando clases como instructor de bloke para ellos. Fue una experiencia divertida que no descarto se repita tal y como andan las cosas por Españistán.

Además de la escalada IHASIA ofrece otras actividades para los no buceadores como kayaking, freediving o viajes de snorkel, y si escribes al Brujo de mi parte te hacen un 5% de descuento: info@ihasiadivingkohtao.com.

Escalando con IHASIA

– Snorkel con tortugas y tiburones en Shark Bay

Snorkel en Shark Bay

No hace falta ser buzo para practicar snorkel, es solo respirar por un tubo y las sensaciones de las que puedes disfrutar son increíbles. En Shark Bay poco antes de la caída del sol es fácil coincidir nadando con tortugas verdes como la de la foto o tiburones punta negra. Los escualos son pequeños y huidizos, difíciles de fotografiar pero no tanto de ver. Estos son tiburones de arrecife totalmente inofensivos.

En el vídeo se ve como sube a respirar, sin miedo ninguno, acostumbrada ya totalmente a nadar con humanos. Eso si, no hay que tocarla ni agobiarla demasiado, un ratito y que siga comiéndose el coral la anciana gigante.

Snorkel en Shark Bay

Snorkel en Shark Bay

El la foto se puede observar el tamaño del bicho.

Snorkel en Shark Bay

– Muay Thai o el arte de pegar «hostias como panes»

Muay Thai Gym Koh Tao

En la zona de Chalok Baan Kao se encuentra el Muay Thai Gym Koh Tao, o lo que es lo mismo, el gimnasio de la Yoli: un centro de entrenamiento y aprendizaje del arte del Muay Thai, Muay Boran y fitness. Las clases son en español o inglés y mola hacer una pequeña introducción al deporte nacional de Tailandia ya que estás allí. Porque irse de vacaciones no significa descuidar el cuerpo.

Muay Thai Gym Koh Tao

Yo no me atreví a probar las «patadas voladoras» de Yoli aunque si intenté conocer algo de esta técnica deportiva y sus rituales. Nunca está de más saber defenderse y siempre mola mucho aprender a dar «hostias como panes«.

Muay Thai Gym Koh Tao

Aunque las «hostias como panes» se le den a los sacos el día de la inauguración. En la foto de abajo el Pisha dando un golpe muy Bud Spencer… menudo estilazo.

Muay Thai Gym Koh Tao

– Turismo en toda regla: monumentos, templos y miradores

Esqueleto Ballena

Monumentos, lo que se dice monumentos… pueden ser las suecas que toman el sol en la playa de Sairee Beach o puede ser el Esqueleto de Ballena que hay en un hotel de la punta norte de la isla. El camino es bonito y se descubren cosas nuevas. Las vistas desde el lugar no son malas y una parada refrescante para un zumo siempre se agradece.

Vistas

Respecto a la parte más mística de la isla, los templos y las tradiciones budistas… tengo que decir que en Koh Tao brillan bastante por su ausencia. Hay un templo Budista Thai cerca del puerto de Mae Hat pero el lugar que me resultó más curioso fue la Pagoda Birmana que hay en el interior, es sencillo localizarla en el centro en cualquier mapa de la isla.

Monje

En Koh Tao hay un gran número de inmigrantes birmanos, la mayoría de la gente que trabaja en el sector servicios de la isla lo son, casi toda la población trabajadora no cualificada… y claro, han construido sus propios templos. Yo no sabía que era birmano hasta que una vez arriba me fijé que las inscripciones no estaban en tailandés, estaban en birmano y cuando pregunté a la gente que había por allí me lo confirmaron.

Templo

Templo

Es una pequeña pagoda en lo alto de una colina. Un lugar bonito que permite salir del ajetreo de turistas que recorren la isla. Es como volver a entrar en Asia… desde dentro de Asia. Curiosa paradoja.

Vistas

Koh Nang Yuan

Miradores. Una palabra fundamental en Koh Tao… junto con moto, otra palabra fundamental para poder llegar a ellos. Sin duda alguna la moto es el vehículo casi imprescindible en la isla. Los taxis son caros y las distancias no son tan pequeñas como para poder abarcar mucho en poco tiempo. El coste de alquilar una moto no es alto y con tiempo se abarata. Yo alquilaba una de 125 c.c., semiautomática, por 50 euros al mes y hubo pocas cosas que me compensaron tanto.

Mirador

Hay docenas de miradores marcados en los mapas pero lo mejor es preguntar a la gente, conocer a alguien que lleve tiempo allí y te cuente sus secretos. Los secretos desde donde contemplar la isla como la tortuga de la que toma el nombre (primera foto del post), o desde donde poder ver como el sol del atardecer tiñe de naranja la pequeña Shark Island.

Shark Island

Ko Pha Ngan

Lugares desde donde contemplar Koh Pha Ngan en lontananza y ver atardeceres de esos que no se olvidan.

Lugares de los que me prohibieron desvelar la ubicación pero que no son difíciles de encontrar si de verdad sabes buscar.

Mirador

– Playas, playas y más playas

Chalok Baan Kao

Otra de las características de Koh Tao son unas playas espectaculares. En las fotos podéis ver la de Chalok Baan Kao, donde se encuentra IHASIA (allí pasé una gran parte de mi tiempo en la isla). Es una de las playas con mejor ambiente.

Pero además de esta mis preferidas son Aow Leuk, en la parte oeste y la playa del Banana Rock (Sai Nuan Beach) en la otra parte de la isla. La primera para darse unos baños y pasar el rato sin alejarse demasiado de la civilización y la segunda para huir de todo y ver el atardecer en un lugar precioso.

Chalok Baan Kao

Chalok Baan Kao

No tengo fotos de las otras playas por mi manía de no llevar la cámara a la playa si no es exclusivamente para hacer fotos. Nunca llevo la reflex pero tenía una olympus resistente al agua que es la que usaba en estos casos y murió justo en Koh Tao.

Vale, en 2 meses no me dio ni un día por ir solo a hacer fotos peroooo… que es que el agua es tan azulita y hacía tanto calor que siempre sabía que me acabaría bañando. Y nada, que si queréis verlas os toca ir :p .

IHASIA

– Pasar de todo y leer en una hamaca

Leyendo

Para esto Koh Tao también es el lugar perfecto, una buena sombra y a leer mientras las olas del mar golpean las rocas con suavidad. Me terminé unos cuantos libros en los 2 meses que estuve por allí, el último recuerdo que fue «Desde donde estoy veo la luna» de Maud Lethielleux. Será que veía la luna más que el sol. Por eso de…

– Irse de fiesta con personajes curiosos

Avatar

Hay multitud de posibilidades de encontrar a tu avatar en una noche de fiesta por Koh Tao a base de Chang Beer y Sang Som. En el Moov eran memorables las noches que amenizaban Osvaldo Wilson y Alfredo Solano. Aquello si eran fiestas de disfraces, incluso hubo un Soul Train Line 🙂 .

También recuerdo que era difícil resistirse a un ratito en The Castle aguantando «chunda-chunda» para ver a los animales más nocturnos de la isla.

Koh Tao es un mundo de posibilidades incluso para los que no bucean. También se puede mezclar, yo lo hice todo, eso si, nunca en el mismo día y nunca mezcles una sesión de Osvaldo Wilson con un buceo de madrugón. Es solo un consejo.

Bangkok, el campo base de mis viajes a Asia (Tailandia)

Bangkok

Bangkok. Solo escuchar su nombre me transporta a sus calles, vuelve a revivir en mi sus sonidos, sus olores, sus sabores y las imágenes de una de las ciudades más especiales que he tenido la suerte de conocer. He estado en ella unas 9 veces, en cada una de ellas la ciudad va siendo más mía y yo voy siendo un poco más suyo.

Recuerdo las sensaciones de la primera vez, en 2006, mi primer contacto con Asia. Me pareció caótica, sucia, me costó asimilar esos olores, ese desorden organizado que solo entiende el que forma parte de ella, pero aun así encontré que tenía algo, supongo que el exotismo de ser una de las urbes más pobladas y cosmopolitas de todo el Sudeste Asiático y que era mi primera vez en aquel extremo del mundo.
En los sucesivos pasos por la ciudad me he dado cuenta de que aquellas sensaciones no fueron más que una pequeña parte razonada de todo lo que percibí de forma inconsciente. Bangkok se quedó en mi.

Comida callejera

Dos años más tarde comenzaba mi viaje de vuelta al mundo en China, la idea era recorrer el país durante 1 mes y luego volar a Bangkok para usarlo de campo base en el Sudeste Asiático (SEA). En China me estaba leyendo Tokio ya no nos quiere de Ray Loriga, me lo regaló Rubén antes de iniciar el viaje, y a pesar de que no soy demasiado adepto del amigo Ray me gustó mucho la visión de ese Bangkok postmoderno y futurista en el que todo está permitido que retrata en su novela. Es más, avivó mis ganas de regresar, de conocer la ciudad más en profundidad.

Aquel paso por Bangkok fue solo de unos días para hacer el visado a Myanmar. Estaba a punto de entrar en el país más budista del SEA y más o menos volcado en Theravada, un proyecto fotográfico sobre esta rama del budismo. Supongo que esas circunstancias hicieron de esta la visita más ascética, la más espiritual, que he realizado a esta ciudad. Vamos, todo lo ascética y espiritual que puede ser algo en esa ciudad del pecado que es Bangkok.

Monje

Templo

Monjes

Monjes

Libertad, mezcla, respeto y contradicción forman un revoltijo continuo, un batiburrillo de sensaciones que poco a poco se van volviendo familiares, diría incluso que rutinarias, a medida que te acostumbras a sus defectos y vas descubriendo algunas de sus virtudes.

Tráfico

Kao San Road

En ocasiones Bangkok mezcla sus defectos y virtudes en lugares concretos con nombres propios mundialmente conocidos. Otras veces es una simple calle, o un puente, la linea que los separa creando una barrera indestructible donde a un lado aparecen los defectos disfrazados de virtud y al otro una virtud desconocida que las clases altas pretenden convertir en defecto.

Comiendo

Estación de tren

Bangkok es desigualdad y progreso a partes iguales. Bangkok es el ejemplo del desarrollo que ha vivido Tailandia en los últimos años donde conviven sin reproches la abundancia con la extrema pobreza perpetuándose hasta la saciedad amparado en el paraguas de la resignación o de la entereza.

Autobus

Pero Bangkok son también las pequeñas cosas, las miradas, las sonrisas, las risas, la curiosidad, la diferencia y la similitud. Es otra forma de ver la vida, de ver la existencia. Amable y gruñona Bangkok es Asia, con sus defectos y sus muchas virtudes. Es curiosidad y curiosidades, es un mundo inexplicable con cierto sentido en el que lo razonable se mezcla con lo inverosímil creando un nuevo estado en la realidad conocida.

Autobus

En el tuk-tuk

Conductor

Bangkok

Trenes

Paseos por la ciudad de un lado a otro caminando sin rumbo, viajes en tuk-tuk en los que lo de menos es el destino, canales y callejuelas, puentes, mercados, templos, puestecillos de comida, un bar de reggae y pianocóckteles en furgoneta…. son algunos de mis recuerdos de Bangkok, una ciudad que va ordenando su caos a medida que pasa el tiempo, lo contrario de lo que intenta hacer la memoria con mis recuerdos.

Las últimas 2 veces que pasé el calor húmedo que precede al monzón me dejó hacer poco. Es como una losa que no te deja levantarte de la cama, te aprisiona con el aire caliente que mueve el ventilador y solo puedes pensar que cualquier cosa es mejor que estar en la calle bajo un sol que abrasa el asfalto. La pereza es solo remediable mediante la brisa fresca que se siente durante los paseos en los barcos que recorren el Chao Phraya, tumbado bajo alguna sombra en el césped del Parque Lumpini, con los aires acondicionados de los Seven/Eleven o colándose en las piscinas de las azoteas de los hostales para mochileros de Khao San.

Canal

Mercado

¿Perdido?

En Bangkok todo puede pasar y todo es posible. Las mentalidades se abren al pisar su suelo, a veces más de la cuenta, y Bangkok lo da todo, da demasiado sin mirar a quien. Hace que en las mañanas las señales no sean suficiente para guiar un camino que la noche ha sepultado o que los días parezcan no tener un final si no es allí.

Cada Bangkok es mejor que el anterior, cada paso apetece más y la ciudad es menos extraña. Es el campo base perfecto para las incursiones asiáticas, un destino con vuelos baratos, sencillo y con tantas caras (o máscaras) como hagan falta para adaptarse a las necesidades de sus inquilin@s.

Hay una frase de una canción de Sabina que habla sobre La Habana que dice : «y en cada bicicleta caben tres«, yo siempre me acuerdo de esa frase en Bangkok, porque allí caben tres en una bicicleta o en una moto. En Bangkok siempre hay sitio, por eso estoy seguro de que volveré.

Tres en moto

Este post está ilustrado a base fotos de los distintos pasos por la ciudad, un batiburrillo que muestra un poquito de esta ciudad que tanto quiero. Un caos desordenado de imágenes, más o menos lo mismo que mis recuerdos.

>> Todo el set de las fotos de Bangkok en Flickr <<

El mercado flotante de Damnoen Saduak en Bangkok (Tailandia)

Damnoen Saduak

Un mercado flotante era de las pocas cosas que me quedaban por ver en Bangkok y tarde o temprano tenía que llegar.
Antes de empezar el viaje de 11 meses a Asia estuve mirando vuelos a Tailandia a ver si conseguía pasar el mínimo posible de días sueltos en la ciudad antes de salir para Myanamar. Las cábalas no salieron de la mejor forma posible y estuve por allí una semana, tiempo de sobra para intentar ver algunos de esos «imprescindibles generalistas» que se me habían pasado en anteriores visitas.
Llamo «imprescindibles generalistas» a esos lugares que por considerarlos muy turísticos o poco interesantes no despiertan mi interés primordial, se sitúan como lugares posibles si hay tiempo de sobra o las circunstancias no propician una opción mejor.

En el caso de Damnoen Saduak se dieron ambas condiciones. Tenía una semana y llegaba en Noviembre de 2011, con media Tailandia inundada en general y Bangkok en particular. Entonces, si la ciudad estaba inundada, ¿que mejor que una atracción flotante para que no se viese afectada?.El problema fue llegar hasta allí, se encuentra a 80 kilómetros de Bangkok y nadie confirmaba que las carreteras no estuvieran cortadas por el agua, ni en la misma estación de autobuses. El aburrimiento y la falta de perspectivas ganaron a las dudas y tras un taxi a la estación Este de Bangkok y una minivan de unas 2 horas estaba en algún punto cercano al mercado intentando no ser timado por los barqueros. Lo de siempre.

Damnoen Saduak

Ya sabía donde estaba viniendo por lo que estaba totalmente mentalizado, es un lugar turístico. Lo primero es NO a todo, luego ya veremos. Intenté que me explicasen donde empezaba el mercado y si la estación de autobuses donde me dejaron estaba muy lejos… tarea imposible, como era lógico había que ir en barca por un precio «muy barato amigo«. Les dije que ya me buscaba la vida y empecé a caminar hacia la carretera, antes de llegar a la puerta me llamaron para decirme que era hacia la izquierda, menos de 10 minutos, les di las gracias –kopun kap- y me puse en marcha.

Damnoen Saduak

Imagino que debido a las inundaciones de esos días las dudas ganaron a muchos de los turistas que suelen visitar este mercado y se quedaron por Bangkok. Estaba bastante vacío, algo que por supuesto no me disgustó, el problema es que tampoco tenía la vida que había visto en fotos y vídeos del lugar, no tenía la multitud y el abarrotamiento de barcas y productos, lo que por otro lado permitió una mayor cercanía para charlar con las vendedoras. Me llamó la atención que casi no se ven productos de verdadero mercado, la mayoría de las barcas venden comida o souvenirs y lo que más me llamó la atención es que los rasgos de las vendedoras no me parecían demasiado thais. Os aseguro que tras unas cuantas visitas al sudeste asiático se puede distinguir las caras de los habitantes de los distintos países… no al 100%, por supuesto, pero acabas viendo esas diferencias, ni todos los chinos son iguales ni todos los blancos somos narizotas. Además las ropas y algunos adornos hacen inconfundibles algunas nacionalidades, si lleva thanaka en la cara está claro: es birmana.

Damnoen Saduak

El caso es que me puse a preguntar, «where are you from?«, al principio se quedaban como un poco sorprendidas y al momento sonreían entendiendo que se lo preguntaba a sabiendas de que no eran tailandesas. Birmana y laosiana fueron las nacionalidades mayoritarias entre barqueras y vendedoras de la orilla, en las tiendas eran más tailandesas, si era su negocio, pero las dependientas eran birmanas también, en su mayoría.
El desarrollo trae inmigración y esta copa de primeras el sector servicios, esos trabajos mal remunerados que ningún nacional quiere hacer. El problema llega cuando ese desarrollo se da únicamente en algunas zonas del país (turísticas, industrializadas, urbanas…) y esos lugares deben asimilar la inmigración exterior y la que proviene del campo y las partes más agrícolas, cuando en la realidad los inmigrantes extranjeros compiten con una gran parte de nacionales que se encuentran, por desgracia, en igualdad de condiciones. Entonces estos nacionales se quedan esos trabajos malos y para los extranjeros (más pobres) quedan los que son de lo malo, lo peor. Son conclusiones sin datos, pero a mis preguntas de cuanto ganaban trabajando de lunes a domingo sin festivos ni vacaciones todas respondían con silencio, sonrisas o un escueto «para vivir«.

Damnoen Saduak

Damnoen Saduak

Damnoen Saduak

Damnoen Saduak

Damnoen Saduak

Lo que más me gustó fue pasear por los alrededores del mercado, por los puentes, entre los canales, salir de la marabunta de tiendas-barca para intentar ver como vive la gente de la zona, como hacen cuando no te están mirando fijamente a los ojos para ver si compras.

Damnoen Saduak

Damnoen Saduak

Damnoen Saduak

Es una de mis maneras de buscar el encanto de un sitio, apartarme hasta que no hay nada que me diga lo que tiene de especial y que aún así me llamen la atención las imágenes que veo. En Damnoen Saduak no encontré mucho más que el encanto que ya había visto en postales de otros. Es un lugar para ver, pero uno más en una región repleta de mercados flotantes.
Es lo que tiene el monzón… mucha agua.

Damnoen Saduak

Algunos datos prácticos:

– Para llegar a Tailandia desde España puedes reservar vuelos con Iberia.
– Para llegar a Damnoen Saduak desde Bangkok puedes hacerlo de forma sencilla desde la estación de Ekamai, las minivan parten cada 30 minutos y el coste es de 80 Baths.
– El precio de una barca para la visita del mercado es de entre 350 y 500 Baths sin forzar el regateo (solo pregunté).
Una comida para una persona en uno de los restaurantes locales de la orilla fueron menos de 100 Baths incluyendo la bebida. Hay que tener en cuenta que al ser turístico los precios van a ser más altos que otros lugares del país.
– No muy lejos de este lugar se encuentra el mercado flotante de Amphawa, al parecer es menos turístico, o al menos tiene más turismo local.

(*) Este es el primero de una serie de post sobre Bangkok que tengo pensado escribir, creo que no le he dedicado a esta ciudad la atención que se merece.

Adiós Koh Tao… adiós Tailandia / Foto de la semana

Adios Koh Tao...

La foto de esta semana es de despedida, la última imagen que vi en Koh Tao antes de pillar el ferry camino de Bangkok. No están tod@s los que son pero son tod@s los que están, de izquierda a derecha: Iris, Jorge, Rocio, Ira, Keny, Yoli y Sonia (el Brujo también vino pero no está en la foto)… el equipo «bye bye Pak» que me acompaño las 2 horas que estuve esperando a que partiera el barco (un pequeño retraso Thailand Style), algun@s de los culpables de que hayan sido 2 los meses que me he quedado atrapado en esa islita del golfo de Tailandia (y no hablo de Jorge).

Me ha dado pena partir, pero sobre todo por el grupazo con el que he topado allí, y no ha sido casualidad, el grupo ya lo tenía montado mi anfitrión, la razón primera de visitar Koh Tao de nuevo, el personaje que dejé tan mal acompañado en la foto, el señor «Jorgito» (el Negro), viejo amigo (y casi hermano) de Hortaleza al que no se donde ni cuando volveré a ver, aunque no me cabe duda que cuando llegue ese momento seguirá tan bien acompañado como la última vez que le ví, rodeado de buena gente y disfrutando del mundo como solo él sabe hacerlo.

Este adiós no se lo doy a Koh Tao, una isla que no me ha tratado nada mal, os lo doy a tod@s vosotr@s, l@s que quedáis y l@s que ya os habéis ido, l@s que he encontrado y reencontrado (¡¡¡María Jose!!!), l@s nuevos y l@s viejos, l@s que para mi habéis sido una isla en este viaje… gracias por ser tan buena gente, gracias por los recuerdos (pasados y futuros, que los habrá), gracias por todo y… ¡hasta entonces!.

(*) Estoy en Bangkok, reemprendiendo el viaje de nuevo, en una horas vuelo para Sri Lanka, nuevo destino, nuevas emociones y nuevos vientos me llevan un poco más cerca de Hortaleza… unos cuantos kilómetros y una hora más cerca, algo es algo, ¿no?.

Freediving (Apnea): aguantando la respiración en Koh Tao – Tailandia

Freediving

El término apnea (o freediving) proviene del griego «Apnoia» y significa “suspensión voluntaria del acto respiratorio”. Es la proto-técnica del buceo, la primera forma que tuvo el hombre (y muchos otros mamíferos) de descubrir y poder interactuar con el mundo submarino.

A pesar de que los periodos de tiempo que se puede permanecer en el agua son mucho más cortos que con el buceo autónomo (scuba) la sensación es bastante más fuerte, la ausencia de “burbujas” y no llevar equipo de buceo (chaleco, botella, regulador) hacen sentir que la unión con el “gran azul” y la vida que hay en él es aún mayor.

I´m a superhero

Freediving

En Filipinas estuve practicando algo de freediving en El Nido pero en cuanto llegué a Koh Tao decidí hacer un curso sobre el tema para aprender de verdad como sumergirme durante el mayor tiempo posible con una sola respiración. Miré varias opciones, tanto centros como métodos, y me dencanté por el Nivel 1 de SSI en la escuela Álvaro Diving.

Los precios de los cursos los tienen detallados en su web, el Nivel 1 tiene un coste de 5.500 Bth (140 €) por 2 días de curso, el resto son un poco más caros pero me estoy planteando dar el paso al Nivel 2 y seguir avanzando en esta disciplina del buceo.
En este primer nivel el objetivo es alcanzar los 20 metros de profundidad con una sola respiración en un buceo controlado, además de superar el minuto y medio de apnea estática fuera del agua.

Parece mucho, ¿no?, pues imaginad los nervios el primer día, y eso que mi instructor fue Sebas, que ya le conocía y como tenía algo de confianza pude freírle a preguntas los días antes de empezar.

Freediving

Freediving

Las técnicas para mejorar las habilidades referentes a la apnea se basan en la relajación y en controlar la respiración a base de ciclos para oxigenar el cuerpo y que, mediante una técnica  depurada en la entrada y salida del agua, los niveles de CO2 aumenten lo “menos rápido” posible. El curso además incluye una parte teórica sobre el freediving, en la que te hablan sobre el equipo necesario, los cambios fisiológicos que sufre el cuerpo durante las inmersiones, el medio submarino y la interactuación con el mismo.
Cuando terminas con el libro y las clases hay un examen sencillo y además del requerimiento respecto a la profundidad que tienes que alcanzar, para hacerte con el “carnet de freediver” solo hay que superar un pequeño curso de rescate básico en el que te enseñan a reaccionar en caso de sufrir uno de los accidentes más comunes de esta práctica del buceo, el blackout.
A pesar de ser un deporte con un cierto porcentaje de riesgo es bastante seguro si sigues los “estandares”, las normas básicas y nunca lo practicas solo.

Freediving

Freediving

Respecto a las inmersiones, después de pasar un tiempo relajando y siguiendo ciclos de respiraciones guiadas en el centro de buceo cogíamos el equipo (máscara, tubo, neopreno, aletas y pesos) para ir al barco que nos llevaba a la zona. Los únicos requerimientos del lugar son la profundidad necesaria, que no haya corriente y una boya con una cuerda para el descenso (tiene que estar anclado a algo fijo).
La primera técnica que se practica es el “free descent” que se basa en usar la cuerda para guiar el descenso y el ascenso, después se pasa al “peso constante” en el que tanto el descenso como el ascenso se realizan sin ayuda exterior, vamos, toca aletear, además de aprender la entrada al agua (duck dive).

Freediving

Freediving

Algo fundamental para la práctica del freediving es la capacidad para compensar los oídos, son descensos relativamente rápidos y hace falta que la compensación se realice sin problemas. Yo por suerte tengo facilidad para compensar y pude centrarme en otros “handicaps” que me parecieron más complejos, por poner un ejemplo sencillo: la lucha contra uno mismo.

Freediving

Freediving

Es una de las sensaciones más fuertes que tenemos y hasta ahora no había sido consciente de ello, las ganas de respirar…. capaces de apagar el cerebro, de empujarte al “pánico”, de potenciar los instintos, acaban llegando a ser controlables, acabas pudiendo jugar con ellas, con los impulsos neuronales que nos hacen creer que necesitamos aire de inmediato. Entonces te das cuenta que puedes superar al cerebro, que eres capaz de vencer los miedos, al menos ese, y cada descenso se transforma en un juego, en un alarde de superioridad respecto a tu mente que se hace público en el mismo momento que sacas la cabeza del agua representado en forma de sonrisa.
Cada vez que haces un freedive la adición se hace más fuerte, pocos deportes he practicado que provoquen en tan poco tiempo un afán de superación tan grande, que potencien la capacidad para luchar contra uno mismo y que tornen los miedos en ansias y las angustias en minucias.

Freediving

Freediving

Freediving

Freediving

Freediving

Freediving

No me ha resultado sencillo, pero tampoco complicado, tal vez sea la razón de este pique que tengo para mejorar mis marcas: llegué a 18 metros en 01:35 minutos y 02:05 en apnea estática.
Hacía tiempo que no le plantaba cara a un miedo de forma tan directa, que no racionalizaba los impulsos hasta llegar a poder acariciarlos como si fuesen perritos falderos. Y no hablo de miedos antiguos, o traumas no superados, hablo de la sensación que se apodera de mi cada vez que estoy respirando en la superficie antes de una inmersión de freediving, ese miedo a superar los límites que nos autoimponemos. Y digo nos “autoimponemos” porque los seres humanos tenemos, al igual que los delfines, las focas y los cetáceos, un reflejo que reacciona al entrar en el agua y que se denomina: “reflejo mamario mamifero”. Esta reacción  provoca cambios fisiológicos en nuestro organismo para adaptarnos a la imposibilidad de respirar. Me pareció muy curioso que aún mantengamos esa capacidad a pesar del tiempo que hace que los humanos somos animales terrestres. Una de las muchas curiosidades que aprendí con la apnea.

Freediving

Freediving

Una vez terminado el curso he seguido haciendo “fundives” en Álvaro Diving, con Sebas, mi instructor, un verdadero crack del freediving y un tipo cojonudo “sin un pelo de tonto”, y con Joseba, otro de los instructores de Álvaro, otro crack que proviene de la pesca submarina con más de 20 años recorriendo las profundidades de Koh Tao. En estos “fundives” pude seguir aprendiendo un montón, disfrutando mucho más y, lo mejor, pude hacer las fotos que ilustran el post, porque, para ser sincero, no me atreví ni a bajar la cámara mientras hacía el curso ni a dejar que Sebas se despistase un segundo de mi para intentar retratarme en mis primeros freedives.

Freediving

Álvaro Diving

La verdad es que me he sentido muy agusto en Álvaro, está en una zona tranquila de Chalok, tiene una zona común para clases y ratos muertos bastante cómoda y con unas vistas inmejorables:

Álvaro Diving

Chalok Baan Kao

Y con Sebas, mi mentor en el freediving, la relación se ha tornado en amistad y estoy seguro de que acabaremos volviendo a darle caña juntos en cualquier lugar del mundo, que quiero seguir controlando las ganas de respirar.

Con Sebas

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El vídeo lo grabamos Sebas y yo en Tanote Bay, bajando hasta un catamarán hundido que está sobre los 16 metros. Yo ya “casi” soy capaz de hacer lo mismo que él se marca :p .

Freediving

Freediving

>> Todas las fotos del set de freediving en Flickr <<

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