Al Quds (Jerusalén) capital de Palestina

Al Quds

La afirmación con la que titulo este post no pretende continuar el debate estéril sobre la posesión de esta ciudad santa por parte de uno un otro estado, simplemente muestro la opinión que marca la línea editorial del blog. Y es que para clasificar a como capital de alguno de los estados que se la disputan lo único necesario es tener una opinión.

La realidad es la resolución 194 aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1948 que dota a Jerusalén de internacionalidad y la coloca bajo el control de las Naciones Unidas. Dos años más tarde, en 1950, Israel decidió nombrar Jerusalén como su capital de forma totalmente unilateral. Desde entonces muchos países siguen si reconocerla como tal y han mantenido sus embajadas en Tel Aviv. El problema es que Jerusalén es la histórica capital del Estado Palestino, al menos Jerusalén Este, una parte de que fue conquistada y anexionada al Estado de Israel durante de la Guerra de los seis días, una anexión ilegal sin la que Jerusalén no sería un todo unificado y un mismo municipio o «eterna e indivisible» como pretende denominarla Israel en la declaración de Jerusalén de 1980.

En resumidas cuentas, si El País no denomina a Jerusalén capital de Israel siguiendo su línea editorial y en cambio la Cia o Wikipedia si lo hacen, creo que puedo permitirme decidir que para la línea editorial del blog Al Quds, el nombre árabe de la ciudad, no sea ni lo uno ni lo otro y sea considerada la capital del último estado observador reconocido por la ONU el 29 de Noviembre de 2012, y miembro 195 de pleno derecho de la UNESCO el 31 de Octubre de 2011: el Estado de Palestina.

En mi caso no pisé otra parte de la ciudad más que Jerusalén Este, incluso la que sufrí el cólico nefrítico acabé en un hospital árabe de Jerusalén Este ya que por motivo del Yon Kipur estaban cerrados todos los accesos (check points) a la otra parte de la ciudad, el mismo Estado de Israel se encargó de dejarme claro aquella noche que estaba en Palestina.

Puerta de Damasco

Durante los días que estuve allí me alojé en 2 hostales distintos, ninguno digno de recomendar, uno junto a la Puerta de Damasco y otro en el interior de la Ciudad Vieja. La desventaja del segundo, que en el interior de la Ciudad Vieja todos los comercios cierran pronto y la desaparece, la ventaja que es más tranquilo.
Un detalle que descubrí, el alojamiento es mejor pagarlo en Euros que en shekels, me llegaba a compensar sacar en el cajero ir a cambiar los shekels por euros y pagar así, con lo que si la visita es desde Europa para pagar el hostal no hay ni que molestarse en cambiar.

Calles

La parte vieja está dividida el 4 cuartos, el Armenio, el Cristiano, el Judío y el Árabe. Yo me moví principalmente en el Árabe, los precios son más baratos y es más auténtico (dentro de el circo que es Jerusalén). El Judío es el más limpio y caro, el Armenio el más muerto y aburrido y el Cristiano está plagado de peregrinos rezando por doquier.

Calles

Al Quds

Al Hakkari

Jerusalén es una ciudad en 3 idiomas.

Soldados

Una visión continua en Jerusalén es la de los militares israelíes por todos lados y armados hasta los dientes. Pude distinguir hasta 5 o 6 grupos distintos entre ejército, policía y «guardias de seguridad» que eran chavales normales con una pistola y un walkie, lo de «guardia de seguridad» me lo decían ellos pero ante la pregunta de ¿guardias de que? me soltaban un «de aquí» y se marchaban (en hasta 6 ocasiones distintas la misma respuesta). Habrá gente a quien esto le proporcione cierta sensación de seguridad, a mi ver armas siempre me produce lo contrario.

Soldados

La ciudad más del mundo tiene casi 800.000 habitantes con unas proporciones demográficas que dependen mucho de la parte de la ciudad que se mida. En total la población judía supera a la árabe aunque esta última crece a pasos agigantados. En Jerusalén Este las cifras cambian y la población árabe supera a la judía, y dentro de la Ciudad Vieja las cifran son de más de 31.000 árabes y menos de 4.000 judíos.

Calles

Familia

Los únicos judíos que están ayudando a mantener un índice de natalidad que pueda competir con el de la población árabe es el de los ortodoxos, estos forman familias muy numerosas, el problema es que no hay demasiada diversidad en estos grupos y las uniones entre miembros con relaciones de consanguinidad puede llegar a provocar un serio problema. Este problema está apareciendo también en Gaza debido al aislamiento provocado por el Estado de Israel, en la cárcel más grande del mundo empiezan a no ser suficientes para seguir adelante, la mezcla es riqueza y la perpetuación solo lleva a la homogeneización, es la misma reducción al absurdo sea obligada o de motu propio.

Familia

Cabina

Jerusalén es una ciudad incomprensible en la que ninguno acaba de entender donde está y como convivir con «los otros«, lo hacen por inercia, lo mantienen por desidia y lo asumen con resignación, sobre todo la población árabe, una población mayoritaria escondida por la minoría, menospreciada, infravalorada y vilipendiada en cada gesto, y no son pocos, de las fuerzas de seguridad israelíes en sus innumerables controles diarios.
Jerusalén es un mundo aparte dentro del mundo al que le gusta jugar con el pasado y reescribir su historia una y otra vez, su futuro es tan incierto como la mitología que allí nació y con la que se intenta explicar lo inexplicable para apropiarse de la historia.

Sukkot

Unas fotos sin historias en el Muro de las Lamentaciones (Jerusalén)

Atardecer

Llevo un par de semanas intentando escribir este post y se me estaba tornando imposible hasta que me he dado cuenta de la razón. El es un lugar que significa demasiado pero que a mi no me hizo sentir nada. Ese vacío me dejaba sin palabras cada vez que me sentaba a escribir, no conseguía terminar las frases, no me centraba en lo que tenía que contar. Para mi es una acumulación de datos sin ningún sentimiento, un montón de imágenes sin ninguna historia.

El cólico nefrítico que me dejó atrapado en propició que visitara el Muro unas cuantas veces en los más de 10 días que estuve en la ciudad. Pasé durante la , de día, cuando el sol más apretaba, al y de buena mañana, todas y cada una de esas veces me parecieron iguales, un montón de piedras y mucha gente rara haciendo cosas raras que se basan en normas y leyes incomprensibles que, como los principios de Groucho, pueden cambiar por otras si no acaban de gustar (ver el punto 4 en el cartel de la foto de abajo).

Muro

Mi visión de lo que allí sucedía era continuamente distorsionada por mi imaginación, ya lo mostré con los Sucesos para-anormales en el Muro de las Lamentaciones, y ahora creo que os voy a ahorrar mis estrambóticas teorías e interpretaciones de un lugar que no me provocó mucho más que indiferencia, sentimentalmente hablando. Además creo que para poner datos históricos ya lo hace mucho mejor wikipedia.

Rezando

Por otro lado me da pena por la gente que llegue hasta aquí esperando sentir algo, esperando alguna descripción de lo que supone estar delante de un lugar tan simbólico y abrumador, por eso os invito a leer un post de Carmen escrito desde el corazón, sin condicionamientos como los que a mi me impidieron observar objetivamente, sin reticencias ni formalismos, una historia sin muchas imágenes y no un montón de imágenes sin una historia vivida en primera persona. Yo solo vi, ella sintió:

Una noche en el Muro de las Lamentaciones

Para entender estas fotos del todo hay que leer su post.

Rezando

En el muro

Algunos tipos de ortodoxos de los que circulan por la zona. Estos provienen de antepasados europeos de Centro Europa (Alemania, Austria), mantienen las vestimentas y las tradiciones de sus ancestros.

Plegarias

Detalle de los papeles con deseos que la gente deja el muro.

Rezando

En el muro

En el muro

Descansando

Rabino

Rabino enseñando la Tora a un entretenido público.

El muro del muro

En la foto de arriba se puede ver en la valla que separa la parte reservada a los hombres (izquierda) y a las mujeres (derecha), desde la que Carmen observaba la escena del rabino.

En el muro

En el muro

En el muro

La conga

Uno de los días, durante el Sukot, los ortodoxos comenzaron a bailar la conga mientras cantaban, yo no entendía nada y decidí inmortalizar el instante, me subí a una silla y me puse a grabar, no era el único y pregunté a la persona que estaba justo al lado si sabía lo que estaba sucediendo, casualidades de la me respondió en maño y resultó ser Fernán de Que te quiten lo viajao, la única historia que me surgió en El Muro y la mejor de las que podían haber sucedido. Fernán andaba de «maño sabático» junto a Miriam, casi acabando (al igual que yo) y también shockeados con el salto de Asia a Oriente Próximo.
Quiero decir aquí que yo andaba tristón, ya regresaba, y además jodido con el cólico nefrítico… el par de veces que nos vimos y las coversaciones viajeras que tuve con ellos son uno de mis mejores recuerdos de Jerusalén, un flotador que me permitió no ahogarme en la indiferencia y la soledad de una ciudad distante e introvertida. ¿O era yo el que estaba así allí?. Sea lo que sea desde aquí les doy las gracias y en breve lo haré en Zaragoza en persona que ya está tardando la escapada 😉 .

Alucinando con la conga

Mujeres miran estupefactas como los hombres bailan la conga al otro lado de la valla.

En el muro

Paseando por el monte de los olivos (Jerusalén)

Vistas desde el monte

Es un paseo de cerca de una hora desde la Puerta de David en la Ciudad Vieja, subiendo con calma, parando para respirar un aire algo menos cargado de que el resto de la ciudad o que la misma cima del monte, disfrutando de unas vistas que mejoran a cada paso y convierten desde la altura esa marabunta de callejuelas en una ciudad de verdad.

Otro de los tantos «lugares más sagrados de la tierra» que hay en esta encrucijada de identidades que es .

Monte

Olivos, lo que se dice olivos… no vi muchos, no entré en los jardines de Getsemaní que es donde he leído que pueden verse, pero el resto de lo que me abarcaba la vista era «descampao«, cementerio judío o viviendas judías rodeadas de pino y ciprés en la mayoría de los casos. Pero bueno, tampoco el Monte del Calvario me pareció un monte, ahí, metido en mitad de la ciudad vieja con una cacho de iglesia encima. Lo hablaba con Enric el otro día y casi me acabó de convencer de que en realidad allí no murió Jesús, no sabemos donde pero aquello no es el Gólgota bíblico (divagaciones viajeras).

Vistas

Vistas

Las tumbas del cementerio judío que hay en su ladera datan de tiempos de la creación de la ciudad hace miles de años, la razón de que lo situasen aquí es que en algún lado (¿biblia?, ¿torá?) dice que es el lugar donde se realizará el Juicio Final y los judíos siempre han querido tener reservadas plazas en primera fila, supongo que por eso de que solo se salvan ellos. De esta forma se aseguran un lugar privilegiado en el juicio. Mi truco será decir que soy jurado en vez de condenado, imputado o como le quieran decir ahora. Bueno, no he leído el libro pero cuando vi la peli a uno casi le funciona lo de jugar a la confusión.

Cementerio

Alto del monte

Además de la espectacularidad de las vistas, de la religiosidad y lo sagrado de este lugar una de las cosas que más llamó mi atención fue la fauna que encontré en el monte. Hubo especies que no sabría definir, como el de la penúltima foto… el soldadus meonis con UZI al hombrus. Creo que es una nueva técnica del ejercito israelí para marcar el territorio, desde el momento de la foto el muro en cuestión dejó de ser propiedad para pasar a manos de la familia de ese soldado o cualquier primo segundo del protagonista de la foto de abajo (tu eliges).

Monte

Monte

Meón

Iglesia de Santa María Magdalena

En el camino a la cima del monte se encuentran los Jardines de Getsemaní, la iglesia ortodoxa rusa de Santa María Magdalena, algunas iglesias más y y excavaciones varias en las que entretenerse otro buen rato fuera de los callejones y las manadas de peregrinos que forman el interior de la ciudad vieja. No es que aquí no vengan, es que suben y bajan en autobuses y el camino es bastante tranquilo y no demasiado transitado.

La Explanada de las Mezquitas en Jerusalén

Explanada de las Mezquitas

Durante mucho tiempo ha sido el punto neurálgico de la tensión en . En septiembre de 2000 estalló allí la Segunda Intifada tras una provocadora visita de Ariel Sharón. Desde que esta última Intifada terminó la situación trata de normalizarse, dentro lo normal que pueden llegar a ser 15 hectáreas de terreno con una de las concentración más alta de lugares sagrados que se disputan las 3 religiones mayoritarias del planeta.

La relación de este lugar con el judaísmo, el cristianismo y el islam comienza con Abraham, «padre» de estas tres religiones y profeta en cada una de ellas. Según las Sagradas Escrituras fue aquí donde un señor con barba le pidió a Abraham que matase a su hijo pero que al final mejor no y que con un cordero valía. Se debió hacer un poco de lío y luego no se aclaró al contar el mensaje del señor con barba. De ahí que cada uno entendió lo que quiso.

Explanada de las Mezquitas

La tensión del lugar se nota desde que intentas ir a verlo. Los horarios y las vías de entrada están restringidas para los no musulmanes. Se puede visitar la explanada de Sábado a Jueves en horario de 7:30 a 11:00 y de 13:30 a 14:30 por una especie de puente/pasarela de madera que hay junto al . Dos periodos de unas 2 horas en los que puedes perder casi una en los controles del ejército israelí. Que curioso que los únicos sitios en los que hacen controles completos de bolsos y mochilas es a la entrada de los lugares sagrados musulmanes. ¿Lo he dicho o lo he pensado?

La entrada desde la pasarela da al interior de la explanada cerca de la Mezquita de Al-Aqsa. Es la mezquita la más grande de Jerusalén y el tercer lugar más importante para el islam. No pude entrar al no ser musulmán y nadie supo decirme si era posible en algún momento u horario, la respuesta era un gesto con la mano o la negación sonriente (en el mejor de los casos).

Explanada de las Mezquitas

El otro edificio principal de este complejo es la Cúpula de la Roca, que suena muy a Mad Max y la cúpula del trueno pero pregunté y dentro no dejan meter motos.
Desde este lugar Mahoma ascendió al cielo junto al Arcangel San Gabriel según el Corán, Jacob vio la escalera al cielo según los relatos del Génesis o un muy largo de los Zeppelin y también fue el punto donde se puso la primera piedra del mundo según los judíos.

A mi me pareció un edificio muy bonito al que tampoco me dejaron entrar.

Explanada de las Mezquitas

Explanada de las Mezquitas

Al final como no me dejaban entrar en ningún lado me dediqué a observar a la gente y pasear.

Explanada de las Mezquitas

Explanada de las Mezquitas

Explanada de las Mezquitas

En un momento dado me senté en aquel lugar tan trascendental y empecé a divagar. Pensaba en la historia del mundo a través de la religiones, pensaba en el universo, en la levedad de la existencia y cuando estaba a punto de resolver algunas dudas fundamentales sobre el misterio de la y la muerte… se acabaron las 2 horas que dejan estar dentro y me tuve que ir.

Explanada de las Mezquitas

Al salir del complejo sentí que me había quedado con ganas de un poco más y me subí al Monte de los Olivos para ver la Explanada de las Mezquitas en lontananza.
El camino es entretenido, las vistas de la Ciudad Vieja desde allí son inmejorables y las visiones que aparecen confunden cuando intentan contar por si mismas una historia terjiversada de la que quieren ser juez y parte.

Explanada de las Mezquitas desde el Monte de los Olivos

Explanada de las Mezquitas desde el Monte de los Olivos

Explanada de las Mezquitas desde el Monte de los Olivos

Las 15 hectáreas de la discordia; la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.

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Jerusalén sin los mercaderes – Fotografía (Palestina)

Jerusalén sin mercaderes

El segundo día de la Semana Santa (martes) es él que conmemora que Jesús, según la biblia, expulsó a los mercaderes del de David. Cuatro días más tarde moría crucificado en el Gólgota, y todo ello sin salir de la Ciudad Vieja de .
Durante el día nada de esto parece que hubiese sucedido nunca, a pesar de ser una de las razones por las que masas de peregrinos recorren cada una de las calles de esta ciudad bazar.
Cada bajo es un comercio, cada puerta es una tienda en la ciudad vieja. Souvenirs, dulces, comida, ropas, cacharros y objetos de todo tipo se compran y venden sin cesar. Me llegó a parecer estresante, me costaba caminar entre tanta gente, disfrutar de los paseos, casi no conseguía escuchar mis pensamientos.

Jerusalén sin mercaderes

Pero al caer la la ciudad empieza a transformarse. Las persianas se bajan, las puertas se cierran y la paz se hace con las callejuelas. El tumulto se transforma en personas, el ruido pasa a ser murmullo y los empujones dejan paso al espacio.

Pasear por las calles de la Ciudad Vieja durante la noche era uno de los momentos preferidos de mis «días«. Antes de las nueve ya empezaba a parecer un pueblo fantasma, una ciudad sin y menos de una hora más tarde solo quedaba soledad y abandono.

Jerusalén sin mercaderes

Si durante el día los sentimientos se encuentran como trenes que avanzan en sentido contrario, por las noches esos sentimientos siguen como vagones a una única locomotora. Sobre ellos aparecen pintadas las palabras desamparo, encierro, destierro, melancolía, nostalgia, añoranza, tristeza y tantos otros sinónimos de una misma sensación. Las calles de la ciudad más vieja del mundo albergan la historia del hombre y sus pecados. Las mismas calles que fueron escenario de la redención del género humano a base del sufrimiento son hoy el escenario de su rendición.

Jerusalén sin mercaderes

Los mercaderes han vencido. Ya solo queda espacio para la imaginación en la noche, el territorio de los desesperados, el momento en que la paz de los desalmados camina sin vergüenza escuchando sus propios pasos contra el empedrado.

Jerusalén sin mercaderes

Cada noche era ritual, esperaba impaciente el momento en que el tungsteno se apoderaba de los colores e iniciaba mi caótico recorrido. Caótico no por gusto, sino porque todas las calles parecen iguales cuando son tomadas por el vacío.
Caminaba sin rumbo fijo durante horas, observando a la gente, disfrutando de mi momento de tranquilidad antes del volver a la litera del hostal.
No me apetecía cerrar los ojos y volver a despertarme rodeado de mercaderes cuando sabía lo que podía encontrar más allá de todo eso. Más allá de las fachadas adornadas está la historia de las religiones, el principio del mito, el prólogo de la leyenda. Solo hay que saber leer… o dejar que te la cuenten. Como la cuentan las almas que encuentras vagando en el camino. Algunas tampoco siguen un rumbo fijo y tal vez su recorrido caótico te acabe llevando a ellas en más de una ocasión, solo hay que hacer el esfuerzo de escuchar sus historias y quíen sabe si no te ayudarán a encontrar el que buscabas.

Jerusalén sin mercaderes

Jerusalén sin mercaderes

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