Buceo con el tiburón zorro en Malapascua (Filipinas) – Thresher Shark

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Son las 4:30 de la mañana cuando suena la alarma del teléfono y me levanto, de nuevo, entre aturdido y enfadado. Llevo más de un año con este ritual y no consigo acostumbrarme. Recojo mis cosas como alma en pena y en una oscuridad absoluta salgo sin hacer mucho ruido hacia el centro de buceo. Entonces pienso: -¿quién me mandaría a mí enamorarme de este bicho?-. Y no lo digo por la posibilidad de haber dormido acompañado, con tal madrugón es complicado que la noche anterior el Tanduay hubiese tenido tiempo de obstaculizar los sentidos hasta ese nivel (igual esto es más una esperanza que una afirmación).
La razón última y primera de los madrugones constantes, ese “bicho” del que me enamoré hace ya más de 5 años, se llama Alopias pelagicus, o más comúnmente conocido en castellano como tiburón zorro o azotador (thresher shark en inglés).

Su principal característica es la aleta caudal, una cola que abarca hasta un 50% de los 4 metros a los que puede llegar esta especie de tiburón zorro, a veces es tan larga como la longitud total de su cuerpo. La usa para golpear a sus presas, su forma de cazar está definida por su cuerpo. Tiene una boca demasiado pequeña como para poder atrapar la captura mientras nada y se alimenta de peces pequeños (sardinas, arenques..) que aturde con un latigazo de esta aleta caudal que alcanza velocidades de hasta 50 kilómetros por hora. Un espectáculo bastante complicado de disfrutar ya que como buen pelágico vive la mayor parte del tiempo a profundidades de entre 300 y 500 metros.

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Los 40 minutos de viaje en banka (barco tradicional filipino) desde Malapascua hasta Monad Shoal son el tiempo necesario para acabar de despejarme. Contemplar el amanecer con un café en la mano y la imaginación ya bajo el agua, el coco anticipando acontecimientos (¿habrá corriente?, ¿como estará hoy la visibilidad?, ¿me dejé la luz del baño encendida?…) y el deseo de un encuentro mejor que el anterior crean la excitación suficiente para que parezca que hace horas que llevo despierto.
Monad Shoal es una isla hundida, un pináculo mayor que Malapascua (1,5 km de ancho y 2 de largo) donde se encuentran las estaciones de limpieza que nos permiten disfrutar del zorro. Los tiburones suben cada mañana a primera hora para desparasitarse y que los peces limpiadores hagan su trabajo. Para poder ver a las profundidades en las que viven tienen unos ojos negros muy grandes que son bastante sensibles a la luz y en cuanto el sol de la mañana cobra fuerza regresan a la oscuridad que los protege, por eso es necesario madrugar, no es que a los buceadores nos guste acostarnos a las 10 de la noche y menos un sábado con la disco-party de Malapascua en pleno apogeo. Tal vez por eso yo tengo la teoría de que los domingos se ven menos.

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Desde que salto al agua la emoción me embriaga y la adrenalina fluye, no es miedo, no existen ataques registrados de este animal, su fisionomía no le permitiría intentarlo con una presa tan grande como un humano. Es entusiasmo, es impaciencia, son las ganas de poder estar cara a cara con una especie que no ha evolucionado en siglos, porque no lo necesita, porque es perfecto. Entonces comienzo el descenso analizando la más mínima diferencia con otras veces, a los pocos metros puedo ver el borde del muro. La plataforma de Monad está a entre 12 y 14 metros de profundidad y de ahí se baja a las estaciones que están entre 24 y 30 metros. Los tiempos de fondo en aire son cortos pero suficientes aunque parezcan fugaces, si quiero más no lo dudo, nitrox, una mezcla con mayor porcentaje de oxígeno alarga las posibilidades de que esa vez no se me escape, de conseguir la foto que quería, aunque siempre acabe pensando que la siguiente va a ser mejor.
La probabilidad de verlo en este punto de Filipinas es grande, según mi propia experiencia diría que de entre un 80 y un 90%. Tal vez lo he tenido delante 8 o 9 de cada 10 veces que he bajado, unas veces cerca, otras muy cerca, otras ha sido solo una sombra, una elegante silueta perdiéndose en el infinito del azul. Otras veces lo he visto acompañado, hasta 3 y 4 individuos a la vez, otras en mucha compañía, varias decenas de buceadores con ojos rasgados aleteando sin control. Y cada vez es una experiencia distinta y única, es naturaleza en estado puro, en un lugar donde vive en libertad, no se le alimenta ni se permite perseguirlos o interactuar con ellos. Las linternas y los flashes de cámara están prohibidos con el respeto como principal objetivo. Siempre hay excepciones, gente que se salta las normas a la torera, que no están preparados, que no tienen un instructor o DM que se preocupe por ellos, pero suelen ser casos contados, que se acentúan en las temporadas de mayor afluencia (de diciembre a mayo).

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Cuando me encuentro con él es como si el tiempo se detuviese (hasta que me empieza a pitar la alarma de la deco), lo observo ensimismado llegando al extremo de haberme olvidado algunas veces que llevaba la cámara en la mano. Que mejores recuerdos que los que guarda el cerebro, pienso para justificarme. Intento fijarme en los detalles; las hendiduras branquiales, los ojos, la boca entreabierta, su aleta dorsal, las pectorales, las pélvicas, la caudal danzando con la corriente… intento averiguar su sexo, los machos tienen 2 penes, uno a cada lado del ano, no es para doble penetración ni esas cosas que veis por internet, que nos conocemos, es para poder inseminar a la hembra con independencia de en que lado esté. Tenemos que pensar que los tiburones no pueden detenerse, necesitan estar en movimiento para filtrar el oxígeno del agua y si no hay corrientes la cópula no debe ser algo demasiado cómodo de realizar nadando. Si a esto le unimos que alcanza la madurez entre los 8 y los 13 años, los largos periodos de gestación (de casi un año) y la pesca sin control es normal que su población haya descendido un 80% en los últimos 15 años. Por suerte la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES por sus siglas en inglés) lo ha incluido desde octubre de 2016 en el apéndice II de modo que, y cito: «se aumentará su protección incrementando las restricciones a su comercio internacional, para garantizar que su exportación sea sostenible y legal». Queda mucho trabajo por hacer para concienciar al planeta de que los tiburones no son peligrosos y su importancia para la vida marina. Al ser humano le cuesta entender que nada es prescindible en el mundo animal, cada uno tiene su labor y los tiburones regulan el océano. Son los reyes de las profundidades.
En todo el año 2015 solo 8 personas murieron en el mundo por ataque de tiburón. Si tenemos en cuenta que más de 300 fallecieron por caerse de una silla, que cerca de 12 perdieron la vida por caída de una maquina de cocacola (vending machine) o las personas que mueren cada fin de semana por accidente de tráfico me parece que no tenemos nada claros nuestro peligros. Lo que yo tengo claro es lo peligroso que es el ser humano, según BBC: 100.000.000 de tiburones son pescados cada año.

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

La rutina de mis últimos 16 meses ha girado entorno a esta preciosidad. Mis horarios, mis conversaciones, mis nuevas adquisiciones (el housing para la cámara), todo dependía de él. De como disfrutar más en cada encuentro. El fruto lo recogí el 25 de febrero en uno de esos días donde se alinearon los astros, las circunstancias se pusieron de nuestra parte y junto a Vero, Alberto y Crystall tuve la mejor inmersión de mi vida. Fue mi personal despedida, la celebración de otro cambio de etapa con una fiesta submarina de la que salieron muchas de las fotos que podéis ver en este post. No es la definitiva, he vuelto a visitarlo desde entonces… y volveré a hacerlo, la idea es seguir viviendo en Malapascua pero ya no como instructor de buceo, al menos de momento.

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Algunos más datos sobre el Alopias pelagicus:

– Es un animal ovovivíparo, pone huevos pero estos se incuban y eclosionan en el cuerpo de la madre. Una vez eclosionados se alimentan de los huevos rotos, huevos infértiles y los hermanos más débiles. El ratio de nacimientos por gestación es de 1 o 2 individuos.

– Su color puede parecer azulado o plateado pero en realidad lo que hace es reflectar el entorno, si lo ves en mitad del azul o a poca profundidad tiene un color más claro que sobre el arrecife, esto le permite mimetizarse para poder cazar sin ser visto claramente en la distancia.

– El nombre viene de la palabra griega alopex que significa zorro.

– Sube a las estaciones de limpieza para desparasitarse y si no lo ha conseguido del todo o quedan rémoras que no consigue despegarse usa su potencia para saltar fuera del agua. He tenido la suerte de presenciarlo en alguna que otra ocasión y es un espectáculo increíble.

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Thresher Shark, tiburón zorro o azotador

Si quieres sentir esta experiencia y disfrutar del encuentro con este animal en el único lugar del mundo donde está casi asegurado tendrás que venir a Malapascua, una pequeña isla en las Filipinas. He estado 16 meses trabajando como instructor en Buceo Malapascua y es sin duda mi recomendación para este buceo tanto si eres buceador certificado como si es la primera vez que lo intentas, eso sí, hacen falta unos 4 días de curso para llegar hasta él si nunca te has sumergido antes.

Yo por aquí estaré seguro, para la happy hour en Ocean Vida o para tomar la última en Maldito´s entre historias de tiburones… si es que no me he animado a hacerme un fundive al día siguiente y a eso de las 10 pm ya estoy acostado y ansioso por levantarme, entre aturdido y enfadado para preguntarme una vez más : ¿quién me mandaría a mí enamorarme de este bicho? .

Pensando en Malapascua (Filipinas) / Foto de la semana

Pensando en Malapascua

Hace ya más de una semana que Haiyan (Yolanda) destrozó las ilusiones de miles de filipinos y se llevó la vida de otros tantos. Uno de los tifones más potentes jamás registrados ha dejado un futuro incierto a demasiadas familias, a demasiadas personas, a demasiados amigos. Esta semana la poca conexión que he tenido la he utilizado para buscar información sobre lo sucedido e intentar enterarme si toda la gente que conocí en mi paso por Filipinas estaba bien. Y más o menos.

El ojo del tifón pasó por Malapascua destruyendo la isla casi en su totalidad, porque la isla son las casas de sus habitantes, sus barcos y sus negocios. Por suerte no hubo daños personales pero los materiales son incalculables. A Malapascua le toca empezar de nuevo y a mi se me encoge el corazón pensando lo duro que tiene que ser pasar por algo así.

Todo lo que puedo hacer es desearle ánimos a todo el mundo allí y animar a realizar una aportación (por pequeña que sea) para ayudar a asistir a las víctimas en Malapascua. Aquella es mi isla y fue mi hogar, por eso focalizo mi atención en ella, allí quedaron grandes amigos y grandes personas que no se merecen lo que les ha sucedido.

Los centros de buceo de la isla han lanzado una iniciativa para recaudar fondos a través de You Caring, yo ya he aportado:

http://www.youcaring.com/other/typhoon-haiyan-yolanda-fundraiser/104505

Ahora, aunque en otra isla, estoy allí con ellos. Malapascua es mi lugar favorito del mundo, al que siempre querré volver y al que estoy seguro que volveré, para poder abrazar a todos y cada uno y alegrarme de que vuelvan a estar bien. Porque lo van a estar.

IDC (Instructor Development Course) en Español

Antes del Examen

IDC es el curso Padi para hacerse instructor de buceo, yo no he llegado a tanto (por ahora), solo soy un simple DiveMaster, pero quiero dedicar este post a una de las razones por las que pude estar casi un mes sin escribir, una de las razones de haberme enamorado del submarinismo un poco más, una de las razones por las que Malaspascua se convirtió en un lugar especial en mi vida… y esa razón es: el IDC que coincidió con mi estancia allí.

Pero debo empezar contando que yo llegué a Malapascua, en Filipinas, un país en el que uno de los 2 idiomas oficiales es el Inglés (el otro es Tagalo), dispuesto a perfeccionar mi dominio del primero, por usabilidad principalmente… y contaros también que cuando me preguntaron en el Centro de Buceo en que idioma quería las clases y el material para los cursos que venía a hacer (Rescue, el EFR y el DiveMaster) por supuesto respondí: «In English«, y que, además, tenía entendido que no era un país donde se prodigase el turismo Español.

Una vez allí la realidad distó bastante de la idea que yo tenía a priori. En Exotic (el centro en el que realicé mis cursos) estaba a punto de empezar un IDC impartido en castellano por el equipo de The GoPro Family (Angel, Jo y Nico-Nico) a un grupo de 8 «personas«, por llamarles de alguna manera: Aitor, Carmen, Elena, Irati, Jose, Leti, Manuel, y Vanesa, con la ayuda de un IDC Staff de lo más profesional: Juanjo y Nico.

Total que al final el único inglés que practiqué fue con los habitantes de Malapascua, las clases con Jo o Mimmi (2 de mis instructoras), algunos dives que hice guiando en inglés y las conversaciones con una de mis compañeras en el DMT, Flour, de nacionalidad inglesa, porque con el resto del grupo, incluyendo a mi «buddy» y compañera de fatigas en estos meses (Cristina), el lenguaje en el que nos comunicábamos durante casi todo tiempo era el castellano… o bueno, algunas veces el «andalú«, pisha.

Celebrando el IDC

Tuve la suerte de poder asistir a una gran cantidad de «actos«, clases, skills y parte de la formación para ser instructor, para ejercer como alumno y que demostrasen sus habilidades conmigo o para grabar vídeos y fotos del curso, esto me permitió aprender muchísimo sobre el mundo subacuático, sobre la vida en el buceo (casi todos tenian una dilatada experiencia en este sector),  y sobre la vida en Asia.
Tuve la suerte de comprobar en persona como es un IDC impartido por The GoPro Family y me gustó bastante. Había escuchado que los 15 días de curso son un infierno de estrés y nervios para casi todo el mundo, pero en este caso Angel, Jo y Nico-Nico consiguieron un ritmo relajado que permitió a l@s aspirantes disfrutar y no solo sufrir. Hicieron fundives, estudiaron, practicaron y creo que se divirtieron bastante en uno de los pasos más importantes que tiene que dar todo aquél que pretenda ganarse la vida con el submarinismo (supongo que tarde o temprano me llegará el momento de dar ese paso).
Pero la mayor suerte la tuve en poder disfrutar «de ell@s» durante esos meses. Un grupo increíble en conjunto y por separado, en el que cada un@ de ell@s vale su peso en oro. Dos meses después de «separarnos» seguimos en continuo contacto, y entrecomillo separarnos porque la mayoría nos hemos seguido viendo en el camino.
En Malapascua surgieron verdaderas amistades y momentos que quedarán para siempre en mi memoria, gracias a ell@s y muchos otros españoles o hispanohablantes que pasaron por allí e hicieron de esos meses los mejores de este viaje. Seguramente me olvide de algunos, y lo siento, pero no puedo dejar de citar a: Rubi (que allí sigue con su proyecto Buceomalapascua), Roger (que vuelve a Filipinas para trabajar en su increíble vida a bordo: Ona Experience), Jules, Miki, Montse, Antonio, Paula, Bea y Gemma, Carlos, Cesar… y esto sin contar a todos aquellos con los que me comuniqué en Inglés, Visaya o por gestos.

Lo dicho, gracias a todos… y gracias al equipo de The GoPro Family por juntarnos en Malapascua. Gente, fue un verdadero placer.

(*) The GoPro Family siguen dando IDCs en castellano, inglés y francés, pero ya no andan por Asia, ahora están en el continente americano, en México, trabajando en el Pro Dive Mexico Scuba Academy (Playa del Carmen)… si te interesa dar el paso al grado más pro del submarinismo no lo dudes y ponte en contacto con ellos a través de su web. Y no olvides decirles que vas de mi parte si quieres un suculento descuento en el curso.

El Pez Pak en su medio submarino, algunas postales (Malapascua – Filipinas)

Volando En Malapascua

Este post son solo algunas fotos sueltas que me hicieron buceando en Malapascua, así podéis ver como es el Pez Pak en el que es su nuevo medio natural: las profundidades del océano.
La primera se la dedico a Pedro Jareño (¡que al fin tiene twitter!). Me retó el otro día a un vuelo submarino sin saber que uno es previsor y ya tenía la foto preparada.

Una más en la serie Volando por el mundo, esta vez cargado con todo el equipo de buceo y sin tomar altura, más bien cogiendo profundidad. La foto fue tomada por Antonio Ferrándiz en el House Reef de Exotic.

La siguiente es guiando a Carlos Olmo, en Monad Shoal, poco antes de presentarle al Thresher Shark, en una de las posturas más comunes del Divemaster: «de espaldas al camino» (por aquello de estar pendiente de los clientes).
Con Carlos no tuve que estar demasiado pendiente, es un buzo bastante pro del que no hay que preocuparse demasiado… bueno, solo de tenerle contento con las inmersiones, que es igual de pro que de crítico, jejeje.
¡Gracias por la foto!.

Pez Pak

Las 2 siguientes son del gran Mark Pacey en Doña Márilyn Wreck, una de las inmersiones más interesantes de Malapascua. Un barco de pasajeros hundido y que se mantiene practicamente intacto. Es una inmersión profunda, la parte más baja está sobre los 30 metros, y muy entretenida tanto si lo ves por fuera como si intentas la penetración.
Yo hice ambas y me quedo con la parte interior, aunque la posibilidad de ver Marble Ray y la cantidad de Nudibranquios que hay en su exterior tampoco es nada desdeñable.
El barco son unos 98 metros de largo y va desde los 33 metros de profundidad hasta los 21. Lo más divertido es la corriente de superficie (a veces llega hasta los 15 metros) que hay para bajar a verlo, y lo malo, que en la zona no hay nada más ni se puede hacer buceo multinivel con lo que el tiempo de fondo si no bajas con Nitrox es algo limitado.
En la web de Mark tiene colgadas un montón de fotografías submarinas (tan espectaculares como estas) con las que podéis disfrutar de los fondos marinos de Malapascua y gran parte del sudeste asiático: www.blueview.com

Esta última no es en las profundidades pero es que ese día casi no hacía falta entrar al agua. En la foto Cesar me señala un caballito pigmeo naranja que vimos en la parte de abajo de una gorgonia y además resultó estar embarazado.

Vale, vale, pero… ¿no me digáis que no era impresionante la visibilidad de ese día?.

La foto es por Rubi Branch.

Mira, ¡un caballito pigmeo!

Ya casi no me queda nada para terminar con Malapascua y seguir contando como fue el resto del viaje por Filipinas… y la salida hacía Tailandia o el mini paso por Malasia. Pero hoy no quería hacer un post demasiado largo, así tenéis tiempo para estar pendientes del #viernesderecortes que suelen ser muy divertidos, a ver con que os sorprende hoy el Consejo de Ministros.

Salga lo que salga, mientras no decreten un retorno forzoso de exiliados, os deseo a tod@s un muy buen fin de semana… mmm, o mejor, que nunca se sabe, os deseo solo un fin de semana que en estos momentos tan duros… no es poco.

La noche en Malapascua II: las estrellas (¡juas!) – (Filipinas)

Continuo con la serie que empecé hace tiempo sobre la noche en Malapascua. Si en el primer capítulo hablé de los cielos en este voy a hablar de «las estrellas«… pero no de los astros, voy a hablar de las estrellas de las noches de fiesta: nosotros.

Para ser sincero tengo que comenzar diciendo que Malapascua no es el mejor lugar para ir si lo que buscas es cachondeo y fiesta, es un lugar bastante tranquilo en el que entre semana todo muere cerca de las 22h. Si te descuidas no encontrarás un lugar en el que cenar o donde poder tomarte una cerveza más tarde de esa hora. La gente va a bucear y eso es lo que hace. A mi me pareció perfecto y me ayudó a centrarme en lo que iba a hacer allí.
Y como durante la semana no hacíamos mucho el día más esperado (para desquitarse) era siempre el Sábado, con su discoteca en la cancha de baloncesto. No es todos los sábados y al ser al descubierto si llueve se suspende… además de que en algunas ocasiones se traslada a cualquiera de los otros barangays de la isla, creo que depende de sus festividades.

Disco

La disco es en realidad una especie de «verbena» a la que acuden los lugareños y algunos extranjeros a bailar música mala y tomar algo. Hay un DJ al que pensábamos que pagaban por canción en vez de por hora (no mantiene un tema más de 1 minuto) y no mucho más, ni tan siquiera tiene bar, compras la bebida en las tiendas que hay enfrente.

El Tanduay (ron local filipino) es barato y la San Miguel (si su cerveza es la San Miguel) también, con lo que estas noches de sábado no afectaban demasiado a los presupuestos reducidos, además de que comprar la bebida en tiendas en vez de en bares ayuda bastante a reducir costes (¡viva el botellón!).
Eso si, con un alcohol tan barato suceden cosas como las que podéis comprobar en la foto de abajo. La rubia de la izquierda y la que está conmigo en la foto de la derecha son la misma persona… sin photoshop. ¡¡Lo siento Mimmi!! :p .

Cosas raras

Si las noches de los sábados eran duras imaginad como eran los domingos… el afortunado era aquél que no tenía inmersiones demasiado temprano, y ni plantearse ir a Monad o Kemod (son a las 5 am).

Pero no todo fue disco, nos montamos buenos festivales regados por lechones, San Miguel y Tanduay en la casa que tenían Rubi e Irati y Aitor y Elena. El patio aquel no tenía nada que envidiar a la discoteca ni en ambiente ni en cantidad de gente.

Lechón

Y aunque también sucedían cosas extrañas (como niños voladores), no era culpa del Tanduay, no penséis mal, era mi extraña costumbre de volar y hacer volar a la gente.

Saltos

Pero sin lugar a dudas lo mejor que vi allí fue el «concierto» del Exotic Drinking Master Group (sic), en especial por la batería que habían construido (reciclado) a base de latas de gasolina y derivados del metal (no del heavy).
Impresionantes y dignos de ver.

Grupo

Alguna noche se unieron las altas «dosis de diversión» a una estación seca que no lo es completamente para dar lugar a la surrealista situación de la foto de abajo. Cerca de 20 personas (entre los 14 de la foto y los que no salen), en los menos de 4 metros cuadrados que forman el «porche» de la casa de Irati y Rubi. Lo peor es que aquella noche no salimos de allí ni cuando terminó de llover.

Fiestas

Otro de los lugares más importantes en las noches de Malapascua es el Maldito (Kokay’s Maldito Restaurant). Un bar-restaurante-internet-y-detodo que abre las 24 horas del día y con una interesante peculiaridad, en este lugar puedes comprobar claramente la diferencia de precios entre el Tanduay y la Coca-Cola cuando pides un cubata. El Tanduay con Coca-Cola sencillo cuesta 60 pesos (1,2 euros), el doble cuesta 50 pesos (menos de un euro) y el triple 40, aunque casi no hay quien se lo tome. Esto es debido a que el ron es más barato que el refresco con lo que a más ron y menos refresco… el precio más barato.

Maldito

Maldito

Otro de los alicientes de este lugar (además del billar y el futbolín) son las camareras y su capacidad sobrehumana para recordar los nombres de todo el mundo. No me explico como lo hacen pero basta que vayas una vez para que a la siguiente te llamen por tu nombre.

Y por último, pero no menos importante, no puedo dejar de hablaros sobre los Karaokes. En Asia los aman, es su principal diversión. A los asiáticos les encanta ir a destrozar canciones y oídos, no entiendo como pueden cantar tan mal con la cantidad de horas que pasan allí metidos. Yo soy consciente de mis limitaciones y si quiero seguir teniendo amigos lo mejor que puedo hacer es no cantar en público, pero me sorprende mucho como ellos no se dan cuenta de eso (jejeje).

Karaoke

Son lugares verdaderamente sorprendentes y sórdidos. En las fotos de abajo la última noche junto a Robin en uno de los karaokes del barangay de Logon.

Karaoke

Karaoke

Para acabar este post quiero enseñar un vídeo que me parece muy gracioso. Se que es tirar piedras sobre mi propio tejado pero no puedo no mostrarlo por ello.
Fue la noche de la recogida de fondos para las participantes del concurso de «Reina del Barangay«, o «Miss Malapascua» o algo así. Consistía en que las competidoras se sentaban todas al final de la pista y quien quisiese bailar con ellas tenía que poner dinero, en plan subasta. La que más fondos recaudase tenía más posibilidades de ganar el concurso.

Total, que acabaron «liándome» para bailar con una de ellas y ayudarla así en el concurso (era una de las camareras del Ging-Ging´s). El trato es que bailaría todo el «spanish crew» conmigo. Recaudamos fondos y cuando íbamos camino de las candidatas se dieron media vuelta y me dejaron solo ante el peligro. Menos mal que en el último momento se animaron Aitor, Juanjo, Nico y Manuel y consiguieron acaparar la atención y las miradas que en principio se centraban en «el guiri que bailaba con la local«. Sobre todo Manuel con su «baile en solitario«, realmente grande.

Por suerte Mailyn no ganó y no me tocó subir con ella como acompañante el día de la coronación (era el trato que hice con ella). Ya me estaban buscando traje, corbata y zapatos de mi talla por el pueblo, porque como es lógico no es algo con lo que suela viajar. Como ya he dicho, por suerte no ganó 😉 .

Estas son las noches de Malapascua y en las fotos podéis ver a «las estrellas«. Para mi lo mejor fue, sin duda, las discos de los sábados, será porque me gustan las verbenas de los pueblos y esto es lo más parecido que he encontrado nunca viajando, además de que me hacían recordar las verbenas de verano en Cardenete (algo entrañable que siempre estará en mi memoria). Podéis llamarme clásico, podéis llamarme «verbenero«.

(*) Algunas de las fotos y el vídeo final son cortesía de Jules, ¡gracias!.

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