Conclusiones Laos.

Pues creo que poco me queda hablar de Laos que no haya comentado ya en los post que he escrito. Me parece que ha quedado claro que es un país que me ha encantado y en el que, por suerte, he tenido mucho contacto con la población local, una gente maravillosa. La única pega que le pondría es para la fotografía, me he quedado con las ganas de mas retratos, de mas gente… pero son muy tímidos, les cuesta dejarse fotografiar. A veces tomar una foto de alguno de ellos es un verdadero ejercicio de paciencia. Pero eso, por supuesto, no es malo.

Carol y Alberto me dijeron que las tribus locales piensan que si les haces fotos luego los turistas no van a querer ir porque ya les han visto, y es una de las razones por las que siempre dicen que no. Curiosa percepción.

En el resto de los aspectos Laos ha sido uno de los países mas completos, con total libertad para hacer cosas sin tours organizados, con unos paisajes espectaculares y un gran interés en el ecoturismo, con una gente local de lo mas amable y agradecida que he encontrado en Asia y un ritmo que te obliga a vivir mas despacio… es simplemente paz y bienestar lo que sientes continuamente en este país.

A nivel personal, creo que toda esta bondad es debida principalmente al Budismo. Porque han sido Myanmar y Laos los países en los que mas acogido me he sentido, y son precisamente lo que tienen mayor porcentaje de población budista. Pero esta es una teoría mía que he ido creando a medida que ha avanzado el viaje. El budismo Theravada es muy terrenal, y hace a la gente especial, no les oprime, no les exige y solo pide que seas un poco mejor cada día, en cada momento, para ser un buen budista. No hay miedos y fantasmas, no hay cielos o infiernos, algo que ayuda bastante a llevarlo y disfrutarlo, a vivir la religiosidad no como un peso, sino como un alivio. Una forma de sentirse bien con uno mismo sin ningún tipo de «quediran«, porque ser un buen budista solo depende de cada uno. Ningún cura, ningún monje, ningún Papa te va a decir lo que tienes que hacer para serlo, solo tu lo sabes, porque en el fondo el budismo no es una religión, es simplemente, como ellos dicen, una forma de vida.

Laos es de esos pocos países que me hacen plantearme volver, es de lo mas autentico que he encontrado en Asia, también es uno de los menos turísticos. Aunque poco a poco, como todo, esa seguridad y autenticidad que sientes en Laos irán llamando al turismo, y yo solo espero que no cambie.

El que lleve siguiendome tiempo supongo que estará sorprendido por este post y este final de Laos, sin que haya escrito nada sobre la situación política del país, algo de lo que nunca pierdo la oportunidad de hablar… pero esto tiene un porque, y ese porque es Asiasido.
Se me adelantaron
, y lo hicieron tan bien que no merece la pena intentarlo. Por tanto simplemente voy a linkar el interesantisimo post que escribieron sobre la situación política en Laos que comienza con las hipocondrias de Alberto y termina hablando de los bombardeos secretos estadounidenses y la financiación de la guerrilla Hmong con dinero de la C.I.A., sin dejar de explicar y hablar de todos los errores cometidos por el gobierno Laosiano.

Si queréis saber un poco mas sobre este país no dejéis de leer:

La ruta nº 13, la otra cara de Laos.

También son muy interesantes los enlaces que dejan al final del texto, sobre todo el artículo de Rafael Poch, corresponsal en Asia de «La Vanguardia«, uno de los periodistas que desde mi punto de vista, mejor entiende Asia.

Que pena que hayamos perdido la oportunidad de seguir leyendo a esta pareja… aunque como nada dura para siempre, esperemos que el silencio se convierta de nuevo en sonido tarde o temprano.

Edito: me he encontrado una foto que hice con el movil en un viaje en bus… era la primera vez que veia una moto montando en autobus… pero todo es posible en Laos:

Mi set final con las fotos de Laos.

De Laos a Tailandia, la frontera fácil.

Este ha sido uno de los pasos fronterizos terrestres mas fáciles que he encontrado desde que empecé el viaje. Nadie intenta timarte, nadie te pone pegas, lo haces en 2 minutos y encima hasta te sonríen… maravilloso, que dos países tan buenos.

Es el cruce de Vang Tao (Laos) – Chong Mek (Tailandia). El unico que hay entre estos dos paises en el que no tienes que atravesar el Mekong.

En Pakse hay unas cuantas agencias que ofrecen el trayecto Pakse-Bagkok por unos 33 $, algo que no es caro, pero siempre aburrido y rodeado de turistas, con lo que una vez mas me aventure a hacerlo por mi cuenta.

Desde Pakse cogí el bus de las 15.30 hasta Ubon Rachatani, ya en Tailandia, facilisimo… fueron 7 $. Una vez en Ubon, llegas directamente a la estación de autobuses, cogí el autobús de las 19.30 hasta Bangkok, que es el mas barato, el local, los hay también algo mas caros y confortables, pero al final es lo mismo. Fueron 11 $.
Total, unos 18 $, o lo que es lo mismo, 15 $ mas barato que en la agencia, lógico, alguna comisión tendrán que sacar. Los turistas con los que hable en Ubud se tiraban de los pelos, porque con 15 $ duermes 5 noches en Bangkok.

Luego, al llegar a Bangkok, en vez de taxi, busque las paradas de autobuses urbanos. Los taxis me pedían unos 5 $ por ir hasta Khao San Road, pero si coges el autobús numero 3, que te deja en Khao San directamente son solo 7 baths, que equivale a 20 céntimos de dolar. Esto fue lo mas déficit, mas que nada porque llegue a las 4 a.m. y lo que mas apetece es ir directo al hostal… pero bueno, así hice tiempo para no tener que pagar esa noche.

Y al final estos son los trucos que permiten estirar el presupuesto y no ahogarte antes de acabar el añoo eso espero, pero también son las cosas que hacen un viaje mas entretenido. Coger un autobús Pakse-Bangkok es demasiado fácil, no?.

Pakse, Bolaven Plateau y un montón de cataratas.

A Pakse llegue desde Si Phan Don con la idea de salir hacia Tailandia por el cruce de Vang Tao (Laos) – Chong Mek (Tailandia). Como el monzón empezaba a pegar y ya estaba decidido que me bajaba para el sur de Tailandia, pensaba pasar una noche o así en esta ciudad de 66.000 habitantes en la que no hay mucho que hacer, y luego cruzar la frontera. Esa era la idea, pero Laos es un país del que no es fácil irse, cada vez que pensaba en salir sentía un poco de pena. Pocos países me han dado tanto como este, y como en el fondo no tenia prisa… pues decidí darle un poco mas de tiempo e intentar recorrer el Bolaven Plateau. Phu Phieng Bolaveun (en laosiano) es una zona de bosques, plantaciones de café, ríos y cataratas poblada por una gran cantidad de grupos tribales (Mon-Khemer, Alak, Laven…) y situada a 1500 metros sobre el valle del Mekong.

En Pakse me había alojado en el Sabaidy 2 GuestHouse, fueron 2.5 $ en dormitorio y la verdad es que el ambiente del hotel y la gente que trabaja allí fueron muy agradables. Cada día había gente nueva porque en Pakse todo el mundo esta de paso, es el cruce fronterizo mas concurrido entre Laos y Tailandia, y la ciudad tampoco tiene demasiado que ofrecer. Aunque el ritmo relajado que tiene todo el país me seguía encantando, junto a las facilidades que te ofrecen. En el guesthouse me alquilaron una moto para 2 o 3 días por 7 $ diarios, me guardaron el macuto y me explicaron como era la zona del Bolaven. Me hice un mapa, prepare la ruta y parti dispuesto a hacer kilómetros. Me sentía como Dennis Hopper en Easy Rider pero con mas diálogos y menos psicodelia. Tal vez las conversaciones que tuve con los locales fueron tan caóticas y poco entendibles como las de Dennis con Peter Fonda, pero os aseguro que mas divertidas parecían.

Al final fueron unos 250 km en una ruta circular de 2 días, no hice mas por culpa de la lluvia que no cesaba. Pero estuvo muy guapo. La zona es preciosa y tiene una infinidad de cataratas que ver, poblados que visitar, restaurantes locales en los que parar. No es una zona demasiado frecuentada por turistas y se nota en la sonrisa que les aparece cuando paras a comer en un restaurantillo de cualquier lado, o en las caras de miedo y los llantos de unos niños cuando intente preguntarles por Tadlo.
La ruta comenzó en Pakse y fui hasta Tadlo, un pequeño pueblecito en el que pase la primera noche. En este pueblo no hay casi turistas, un par de restaurantes y solo 3 o 4 guesthouses. Me aloje en Mam’s GuestHouse por unos 2 $ la noche, pasee por el pueblo, vi la catarata que tiene en el medio y pase el resto de la tarde con unas niñas locales que se acercaron curiosas a ver al nuevo farang y acabaron convirtiéndose en estrellas del pop a traves de la pantalla de mi móvil.

Al día siguiente amaneció lloviendo y no tuve demasiadas ganas de hacer un pequeño treking para ver otra de las cascadas cercanas al pueblo. Así que cogí la moto y continué en dirección a Paksong, que era algo así como mi canción: Pak – Song… ejem, y dejando a un lado estos chascarrillos, que parezco Ricardo (sabes que lo digo desde el cariño!!), la cosa continuo mas cataratas y mas… y mas… cataratas como la de Tat Fan, muy bonita y bastante cerca de Paksong… y al final termine de nuevo en Pakse, algo empapado y decidido a salir del monzón.

Una vez allí, busque la forma mas barata de llegar hasta Bangkok, disfrute mis últimos días de visado en Laos cenando en los restaurantes indios de la Calle 11 y charlando en el guesthouse con la infinidad de que gente que estaba por allí. Y ese fue mi final en Laos, un país fácil y encantador del que da mucha pena salir. Pero es lo que tiene viajar, debes sacrificar lo que has descubierto por lo que vas a descubrir…

Mi homenaje cinéfilo de esta vez es, como no, para Easy Rider, una pelicula de culto que marco un antes y un despues en los 60. Aunque no tenga parecido con ninguna de las escenas de la película, principalmente porque yo conducía sobrio todo el rato, es el sentimiento lo que cuenta, y que en el momento en que giro la cámara lo que estaba cantando es el Born to be wild de Steppenwolf.

Get your motor running
Head out on the highway
Looking for adventure
In whatever comes our way…

Si Phan Don (Las 4000 Islas).

Bueno, ante la avalancha de mails y comentarios (Julia, te aseguro que no eres la única 😀 ) voy a continuar posteando, solo quiero explicar que si no lo he hecho antes no ha sido porque la resaca del cumpleaños me haya durado 2 semanas (casi), es que en Bali internet es muuuuy caro y va muuuuuuuuuuuyyyy lento, con lo que esto me esta saliendo por un ojo de la cara, solo espero que esta carnaza calme, aunque sea un poco, vuestro apetito, jejejeje… os prometo ponerme al día desde Malasia, llego el 21… que allí internet funciona muy bien y es barato, mientras a disfrutar un poco con lo que fue Laos.

El viaje en bus desde Savannakhet acabo durando cerca de 18 horas, el accidente que tuvimos provoco que no llegásemos a tiempo a Pakse para cambiar de autobús, con lo que tuve que esperar cerca de 4 horas (de 3 a 7 de la madrugada) metido en el autobús sin entender casi nada de lo que estaba pasando. Por señas me indicaban que tenia que esperar al siguiente bus (o eso creía entender yo) y como estaba medio adormirlado les dije que me avisasen y me tumbe a dormir.

En un momento dado me despertaron y me metieron en otro bus, en el que seguí durmiendo, de ahí me pasaron a una pick-up cerca de 4 horas después y cuando empezaba a despejarme paramos y me señalaron unas barcas… -«como?… ah claro, que voy a una isla«-

Y así llegue a las 4000 islas, un lugar en el que el Mekong se abre y forma una red de canales dejando entre ellos unas masas de tierra de diversos tamaños que varían bastante entre la estación seca y la húmeda. No todas las islas, es mas, muy pocas de ellas están habitadas.

Yo decidí ir a Don Det. Me habían hablado muy bien de esta zona, había leído maravillas sobre sus paisajes y la tranquilidad de estas islas tan «poco turísticas«.

Pero es que a mi me pasa una cosa, cuando digo que un sitio es poco turistico, lo digo porque no hay turistas, no porque no haya resort y hotelazos. Y en mi opinión las 4000 islas no es un destino «poco turístico«. Vale que la mayoría de la gente son mochileros, que no hay electricidad a partir de las 22.00, que internet es caro y los restaurantes cierran a las 21.00… pero si la gente con la que voy a relacionarme son extranjeros, entonces no siento el país que visito y por tanto ese sitio no es «poco turístico«.

Total, que llegue allí, elegí un guesthouse de entre las decenas que han crecido como espárragos en los últimos meses y dedique el día a lo mismo que lo dedica la mayoría de la gente allí: nadar… y esto es: hacer nada. El bungalow con hamaca y vistas al Mekong fueron 2.5 $, la media del lugar.

Me tumbe en mi hamaca, me hice un invento para que no me comiesen los mosquitos cuando se quedaba parada y asi paso mi dia… ah bueno, tambien gaste algo de tiempo esperando las comidas… me explico. Laos es un país en el que a veces parece que el tiempo se para, pocos países hay en este planeta en que la gente se tome todo con tanta calma. Hay un dicho popular en Asia que reza así: «Los camboyanos plantan el arroz, los vietnamitas lo cosechan, los laosianos… simplemente lo escuchan crecer «.

Y si Laos es tranquilo, Si Phan Don es mortal. Conviene pedir antes de tener hambre porque son 10 minutos para que el camarero se levante a decir en la cocina lo que quieres, y a veces te pone mala cara por hacerle currar. Luego, de la cocina sale un sonido que debe ser: «joooer… me voy a tener que mover?»… y tu mientras flipas y sonríes como si no entendieses nada.

Una de las posturas que mas gustan en Laos es sin duda la horizontal, pero es que en las 4000 islas llegue a pensar que igual eran tetraplejicos de lo poco que se movían.

Pero dejando a un lado esta peculiaridad del país que tiene muchisimo encanto y te hace disfrutar bastante del mismo, continuo con mi estancia allí.

El primer día me intente adaptar y no hacer nada…no estuvo mal, relax. Pero el segundo mi cuerpo me pedía movimiento. Me alquile una bici y me recorrí Don Det y Don Khon. El camino es muy bonito y si madrugas no hay nadie para cobrarte el cruce del puente que une las 2 islas.
Mi intención era dar una vuelta por esos paisajes de arrozales inundados y búfalos de agua por doquier, ver los delfines de agua dulce del Mekong (Irrawaddy Dolphins) y alguna de las cataratas que hay en las islas.


Cuando llegue al lugar desde el que parten los botes para ver los delfines se me acerco una amable mujer con la que tuve una interesante conversación. Ella casi no hablaba ingles y yo había aprendido unas escasas frases en laosiano, pero para mi fue algo así:

Ella – Vienes a ver a los delfines?
Yo – Si, claro.
Ella – Se han ido a Camboya.
Yo – De vacaciones o trabajo?
Ella – (cara de: que dice este?)
Yo – Y cuando vuelven?
Ella – Pa las fiestas.
Yo – Pues les dice que he venido y les da recuerdos de mi parte.
Ella – (Ein????)
Yo – Y las cataratas??
Ella – Por allí… ( me señala el camino).
Yo – Y estarán??
Ella – Si, estas no se mueven.
Yo – Gracias, hasta luego!
Ella – (Cara sonriente)

Y seguí el camino que me había señalado con una extraña sensacion y una pregunta en mi cabeza: «en Camboya??»… luego me explicaron que los delfines migran dependiendo de la estación y seria lo que la mujer intento explicarme.
Buscando las cataratas me perdí un poco y llegue a otro sitio desde el que ver delfines, allí un hombre me pregunto: -«quieres ver delfines?, te hago buen precio«-, a lo que yo le conteste: -«igual me sale caro ir hasta Camboya, que ya me han dicho que no están«-… entonces puso cara de: «mierda, este no pica«, se dio la vuelta y se fue. Entonces me acorde de todos los turistas que vi el día anterior comprando el tour para ir a ver a unos delfines que no estaban… pobres.
Y de ahí me fui a la catarata, unas fotos, mas paseito en bici y al pueblo de nuevo a comprar el ticket para pirarme de allí.

No conseguí entender el porque de tanta gente que conocí que llevaban 2 semanas o 3… o 7 meses allí!!!. Con lo que me estaba gustando Laos me seria imposible desperdiciar mi mes de visado en ese lugar… pero vamos, para gustos están los grosores y todo depende del grosor del cristal con que se mire… no era algo así???.

De todas formas también llovía todos los días y yo me estoy pasando el viaje huyendo de la lluvia, igual me influyo para no poder relajarme a gusto.

Y de ahí salte a Pakse, son como 5 $ en bus local y cerca de 4 horas de camino… a Pakse fui porque sus 3 primeras letras coinciden con mi nombre de pila y además se cruza a Tailandia de una forma muy sencilla y vía terrestre. Es el único cruce entre estos dos países en el que no tienes que atravesar el Mekong.
En el próximo capitulo mi aventura a lo Easy Rider por el Bolaven Plateau… espero no haceros esperar demasiado.

Set de Laos en Flickr.

Un día en Laos

Un día en Laos es un día en la vida de Ya, un joven laosiano de 22 años que trabaja como camarero para poder pagarse los estudios de Derecho. Un día en la vida de Ya puede ser todos los días de su vida porque en Laos las cosas cambian despacio y para alguien que trabaja 365 días al año, sin fines de semana ni vacaciones, cada día es nuevo pero también igual que el anterior.

Llegue al Rose Garden a las 7 de la mañana, Ya se acababa de levantar y me esperaba listo para comenzar su rutina diaria. Sobre las 7.30 acabo de preparar sus libros para clase y salimos hacia la universidad. Estudia Derecho en el Southern Law College, le gustaría ser abogado, aun le faltan 3 años de carrera, pero no descarta salir a trabajar fuera de Laos, -«de lo que sea, por eso quiero aprender ingles, siempre hay mas posibilidades«-.

Ya va en moto a la universidad. Ante la falta de transporte publico en el país las motos se han convertido en indispensables para muchas personas. Es una forma rápida y barata de moverte en las ciudades y facilita bastante la vida, -«puedes ir al mercado, a visitar amigos, la familia… sin ella no creo que tuviese tiempo para nada«-, me dice.

La moto le costo 320 euros, o lo que es lo mismo, 4 años trabajando en el taller de su tío mientras estudiaba en el instituto. Como en Laos no existen los créditos bancarios todo se paga en efectivo: -«hasta que no tienes el dinero no tienes nada«-.

Las clases comienzan a las 8.00, cuando llegamos a la universidad me dijo que esperase en el bar mientras pedía permiso al profesor para que me dejasen entrar a las clases.

Diez minutos mas tarde regreso para decirme que no había clases, ese día tampoco había ido el profesor, igual que los 3 anteriores. En Laos el numero de profesores es muy escaso y tienen que turnarse entre las escuelas y universidades de la zona, con lo que es bastantes frecuente la ausencia de profesores. Esto solo provoca un nivel educativo bastantes bajo y unas grandes carencias culturales que notas incluso en las personas con estudios universitarios.

Ya paga por la universidad 40 euros anuales, no le cuesta demasiado hacer frente a este gasto con los 30 euros mensuales que gana en el restaurante. Es bastante afortunado porque este es el sueldo medio del país, y no es nada normal para un chico de 22 años. Con este dinero tienen para la universidad, sus gastos, la gasolina de la moto, ayudar a la familia… Es el mayor de 3 hermanos. La pequeña, Ye, tiene 19 años y Yo es el mediano con 21. Ye trabaja en la peluquería de la madre y Yo en el taller de uno de sus tíos.

Como ese día no había clases, Ya decidió llevarme a conocer a su hermano en el taller de su tío, así, de paso, podría arreglar algunos problemas que tenia en su moto.

Después fuimos a la casa de su familia, que es el mismo local de la peluquería de su madre. -«Llevo 2 semanas sin verles, no voy mucho, pero quiero que les conozcas«-. Ahí me di cuenta de que ese día no era un día normal en la vida de Ya, ese día era especial, estaba conmigo… y quería enseñármelo todo.

Ya visita a su familia muy de vez en cuando porque como vive en el restaurante: -«…entre la novia, los amigos, la universidad y el trabajo no tengo demasiado tiempo…«-.

El tiempo es algo bastante relativo en Laos, es eso que pasa cuando estas trabajando, pero también cuando estas tumbado sin hacer nada, y aunque sea muy distinto ellos lo disfrutan, lo gastan y lo viven por igual en todas las situaciones.

Cuando llegamos a la casa de su familia empezaron las presentaciones y luego… las preguntas: «Quien es el farang este?», «porque no para de hacer fotos?», «quiere tomar algo?». En menos de 5 minutos se olvidaron de nuevo de que yo estaba allí y continuaron con sus trabajos. Después de hablar un rato y contarse como les iba, Ya fue al salón a ver un rato la tele con sus tíos.

Ya, como media población laosiana, ha sido encantado por la magia de los canales tailandeses, en Laos solo hay canales gubernamentales: -«y sale todo el tiempo el mismo tipo hablando, es muy aburrido«-.

Cerca de las 12 del mediodía comenzaron los preparativos para la comida.

Me invitaron a comer con ellos y a pesar de que tuvieron que comprar comida porque no había suficiente en la casa no me dejaron pagar ni un céntimo. Ya me explico que yo no podía pagar nada, que era un invitado y me tenían que tratar como tal ya que según la creencia budista, es en las casas y en los templos donde les observa Buda, y si son buenas personas de por si, en estos lugares llegan a ser increíbles. En menos de 20 minutos la comida estaba servida, pero nadie comía. Tenia que empezar yo.

Una vez recogida la mesa llego el momento de… la siesta. Cerca de 3 horas tirados mirando la tele y dormitando cuando el calor lo permitía.

Los días que no visita a la familia Ya come en el restaurante con sus compañeros de trabajo, luego dormitan o juegan a las cartas hasta que llega la hora de abrir a las 5 de la tarde.

Cuando acabo la siesta Ya me explico que ese día el jefe estaba fuera y quería aprovechar para ir al templo y rezar por un familiar suyo que estaba enfermo, pero también quería enseñarme el templo y mostrarme la manera en que los budistas viven la religiosidad.

Pasamos cerca de una hora allí y cuando salimos me confeso con una sonrisa que también había rezado por mi abuelo: -«para que tenga una buena reencarnación«-, me dijo.

Una vez mas me di cuenta que, a la gente de Laos, no creo que les quepa el corazón en el pecho, son increíblemente buenas personas.

De ahí fuimos a ver a algunos amigos suyos, Ya tiene un grupo de música, canta y toca la guitarra. Pero con los trabajos de todos no pueden juntarse mucho mas de una vez al mes para ensayar. Hablaron de cuando seria el día y cuando lo acordaron salimos para el restaurante. Eran casi las 6 de la tarde, pero no había prisa: -«Hoy no esta el jefe!»-.

Cuando llegamos coloco las meses, arreglo y limpio todo y se sentó a esperar que llegasen clientes.

Los primeros entraron sobre las 19.30, -«Bien, farangs!»- me dijo cuando entraron… y es que Ya disfruta hablando y aprendiendo ingles.

El trabajo continuo tranquilo pero sin pausas durante las 5 horas siguientes. Cerca de las 12 de la noche colocó el cartel de cerrado, recogió un poco y nos sentamos a tomar la ultima cerveza del día, un día que no había sido como los demás, acababa de pasar un día entero conmigo, aunque al fin y al cabo fue un día como otro cualquiera en su vida… fue: Un día en Laos.

Todas las fotos del reportaje.

Todas las fotos de Laos.

* Muchisimas gracias Ya. Thank you very much Ya.

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