Kota Bharu Streets – Fotografía (Malasia)

Streets

La noche es el territorio de la incertidumbre, mientras que la luz aporta confianza la oscuridad abre las puertas de la mente a lo desconocido. Cuando llega el crepúsculo las calles de las ciudades cambian por completo y el bullicio se torna silencio, el movimiento se transforma en algo estático que avanza sin forma hacia nosotros y todo lo que parecía pasa a desaparecer, a mimetizarse entre luces y sombras, las que son, en definitiva, las verdaderas dueñas de las calles.

Caminar por la noche en Kota Bharu y callejear es transportarse a otra ciudad diferente, sin parecidos, sin gente, sin lugares comunes desde los que continuar observándola.
Sus calles son espacios de introspección donde la mente puede volar a cualquier sitio en menos de tres pasos mientras silenciosamente te susurran el camino a seguir a base de pistas casi imperceptibles.

Streets

Streets

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Streets

Streets

Streets

Esta es mi visión de esas calles mientras la ciudad duerme, así es como se me mostró, o como decidí retratar una Kota Bharu que me acogió durante algo más de una semana sin pedirme nada a cambio, y además me acabó susurrando, a base de pistas casi imperceptibles, el camino a seguir.

Esta foto va de dedicada para a Flapy, aquí estoy yo en un callejón de Malasia:

En un callejón de Malasia...

>> El set de la serie en Flickr <<

Kota Bharu, capital de la provincia de Kelantan (Malasia)

Central Market

La capital de Kelantan, la provincia más pobre y conservadora de Malasia, es un vivo reflejo de lo que representa, Kota Bharu (KB) es conservadora pero humilde y acogedora. Es también la provincia más religiosa (musulmana) del país, tal vez algo tenga que ver con el conservadurismo y la pobreza, y una de las más bonitas.

Kota Bharu es una mezcla entre un pueblo y una ciudad, con una gente amable y hospitalaria y una innumerable oferta gastronómica y de hospedaje tiene todo lo necesario para pasar más de un día (o una noche), ya que se usa más como ciudad de paso entre Tailandia y Perhentian que como lugar de visita.

Yo llegué para hacer el visado de 2 meses para volver a Tailandia y me atrapó un poco. Primero porque llegué un Jueves por la tarde sin saber que el fin de semana musulmán es Viernes y Sábado, con lo que me tocó esperar un par de días hasta que abriesen el consulado tai, y luego por culpa de Matt y su Timur Guesthouse, pero ya hablaré mejor de “ambos” en un post que les voy a dedicar.

Kota Bharu tiene playas cercanas, un night market de comida barato y apetecible, tiendas, artesanía, muchos rezos y llamadas a la oración, bastantes mezquitas, una plaza donde reivindiqué mi indignación, buena gastronomía y unas cuantas leyes absurdas, por eso de ser la capital de la provincia más musulmana. En esta ciudad está prohibido el alcohol (aunque como occidental siempre puedes conseguir), los tacones de más de 3 cm (en las mujeres, supongo), trabajar en una tienda y mostrar el pelo, los brazos o las piernas (si eres mujer, por supuesto) y algunas estupideces por el estilo. El partido que gobierna la provincia y la ciudad es uno de los más radicales en el aspecto religioso y están legislando a “su antojo”.
Todo esto para la población malaya de origen malayo, pero es algo que no afecta a la población malaya de origen chino, las jóvenes chinas no tienen la “obligación” (es opcional, ¿no?) de llevar velo, de no beber alcohol (a pesar de que no permitan su venta), ni deben vestir acorde a ningún código de conducta… al igual que las extranjeras, católicas o “no musulmanas”. Algo difícil de entender pero que en Malasia convive con absoluto respeto por todas las partes “implicadas”. Sigue siendo Asia.

Y apartando a un lado el aspecto religioso, una de las cosas que más me gustó de Kota Bharu fue el Mercado Central. Uno de los más bonitos y coloridos que he visto en Asia. Tiene varias plantas, la de abajo, descubierta en el patio central, es para verduras y vegetales, y debajo de las terrazas se encuentra la carne y el pescado. Las plantas superiores están dedicadas a algunas especias y en su mayor parte al textil.

Estuve unas cuantas veces y no me cansaría de volver para fotografiarlo, o simplemente para sentarme a mirar el trajín de cada mañana en este pequeño pero frenético mercado.

Central Market

Central Market

Central Market

Central Market

Central Market

Central Market

Central Market

Entre visados y paseos acabé pasando casi una semana. Es suficientemente pequeña para poder moverse a pie (incluso como para ir al consulado tai andando). Hice un curso de cocina, tours nocturnos y pasé una buena parte del tiempo charlando con Matt (el dueño de Timur Guesthouse) sobre la evolución de la provincia, sobre sus expectativas y sobre la vida en Malasia.
Visité algunos puntos más que tal vez mereciese la pena mencionar, pero me gustó tanto el mercado que no quiero hablar en este post de nada que empañe su magnánima belleza. Por eso la única foto que voy a poner que no sea de este él va a ser de las calles, la otra parte de la ciudad que consiguió encandilarme.

Central Market

Aunque decidí retratarlas mejor, eso si, con premeditación, alevosía y nocturnidad. Os lo enseño en el siguiente post 😉 .

Palau Perhentian, unas islas en la costa este de Malasia donde volví a escalar

Palau

Las Palau Perhentian son un “archipiélago” de 2 islas situadas en la costa este al norte de Malasia. Son Kecil y Besar, yo me quedé en la primera, la más mochilera. Besar es algo más cara y los principales alojamientos son resorts.

Kecil tampoco me pareció barata, pero menos aún me pareció ser el paraíso del que tanto había oído hablar. Esta isla son principalmente 2 playas: Long Beach y Coral Bay. No hay coches, ni bancos, ni cajeros, ni demasiada electricidad. La primera noche la pasé en Chempaka Chalets (Long Beach), en un bungalow con baño compartido y sin luz ni electricidad por 30 Ringits (7 €). Me cambié buscando un enchufe y acabé en Sinphony donde pagaba lo mismo pero compartiendo bungalow (30 Rg por 2 personas), había un enchufe y hasta una bombilla, no necesitaba más.

Llegué con la intención de buscar trabajo como Divemaster, eran finales de Abril y estaba empezando la temporada alta. En esta costa de Malasia el monzón azota desde Noviembre a Abril, al contrario que en la mayor parte del sudeste asiático, pero en la mayoría de los Dive Center ya tenían los equipos hechos, me comentaron que es mejor llegar a principios de Abril cuando comienzan las contrataciones para la temporada alta. Eso si, me lo dijeron tarde y pasé los primeros días dejando currículum y buscando un hueco en los centros de buceo.

Cuando empezaba a aburrirme apareció Bruno (Portugal), estaba buscando trabajo como instructor de buceo pero tenía los mismos problemas que yo, eso si, el venía de Tonsay (Tailadia) con todo el material de escalada y al parecer, había escalada en Perhentian Kecil. Y así, nos dedicamos a buscar los sectores de la zona y ver si había manera de darle un poco a la roca.

Escalada

De los 2 sectores principales de los que habíamos oído hablar encontramos solo uno. Primero buscamos Rock Garden, al sur de Long Beach, pero después de un “jungle trek” más largo de lo que nos hubiese gustado y de tener que volver por mitad del mar decidimos desistir. Al final acabamos encontrando otro sector en la zona norte de la costa este, pasado Long Beach, en Teluk Kerma.
El acceso no es sencillo y las chapas estaban bastante mal, corroídas por el salitre del mar, aun así probamos un poco, hicimos algo de psicobulder y pasamos un par de días entretenidos.
Al regresar de nuestras búsquedas Bruno ponía la cinta plana entre dos palmeras y esperábamos al anochecer haciendo equilibrios y jugando un poco al circo… y suerte que apareció Bruno porque en Perhentian, sinceramente, no hay mucho que hacer.

Palmera

El buceo no me pareció para nada especial y ya que llegaba buscando trabajo me negué a pagar por un fundive. La isla tampoco tiene demasiado, son 2 playas montadas para los turistas (malayos y extranjeros) y un pueblo de pescadores más alejado, pero no hay poblado como tal entre (o en) las playas, con lo que única población local con la que te relacionas es la que trabaja con los turistas (dependientes, camarer@s, taxistas…). A mi es algo que no me acaba de convencer, me gustan los sitios donde poder relacionarme un poco con población local.

La comida no era barata tampoco, al estar orientado al turista no hay restaurantes locales con buenos precios, lo mejor fue el EWAN´S Restaurant, casi llegando a Coral Bay, es el lugar más barato y con un servicio más simpático de toda la isla.
Y del alcohol mejor ni hablar, al ser un país musulmán en Malasia el precio de las bebidas alcohólicas está por la nubes, y más en una isla que ya tiene los precios de todo algo (bastante) más altos que en la península.

Total, que pasé una semana dándole a la escalada y haciendo algo de cliff jumping y cinta plana, hice un día de snorkel en las calas que hay al norte de Coral Bay, pasado el resort grande, y pasaba las noches entre el Black Tip, el Monkey Bar o haciendo fotos en la playa:

Pareja

En la noche

En la noche

En la noche

Y así pasaron mis días, bueno, con bastante rato en remojo viendo los barcos ir y venir en Long Beach y pensando en mi siguiente destino.

Acabó siendo Phi Phi Island, en Tailandia, pero justo antes de salir del país me contactó de nuevo Bruno para intentar montar un combinado con Matahari Dive Center. El dueño se estaba planteando que pudiésemos trabajar en submarinismo y además dando clases de escalada para intentar mejorar las opciones turísticas de la isla… el plan no sonaba mal pero yo ya tenía trabajo en Phi Phi y estaba tramitando el visado de 2 meses para Tailandia, le deseé suerte a Bruno y le dije que nos veríamos en otra.

Palau

Él creo que allí sigue, si vas por Perhentian y te apetece pegarle a la roca, saltar un poco, hacer equilibrios o bucear, pásate por Matahari y pregunta por él de mi parte, seguro que estará encantado de guiarte por la isla, ya sea en por las profundidades o por las alturas.

De Khao Lak a Perhentian cruzando por Sungai Kolok (Frontera Tailandia – Malasia)

Los cruces fronterizos en Asia suelen ser, por lo general, bastante concurridos y relativamente sencillos, no tienen la sordidez o el punto peligroso que tienen algunos en américa latina, y no he contado en el blog muchos de ellos por considerarlos como “mero trámite”.

En el caso de este paso fronterizo concreto no distó demasiado de mi idea de un cruce de fronteras en Asia; sonrisas, facilidades, amabilidad… pero cuando te pones a leer las guías de viaje o por internet no parece lo mismo.

El cruce de Sungai Kolok a Kota Bharu está considerado como peligroso y poco recomendable debido a los problemas entre el gobierno tailandés y las provincias musulmanas del sur del país. La gente suele viajar más por la costa este a Penang, el problema es que se da más vuelta si la intención es ir a Perhentian… y yo iba a Perhentian.
No me había informado demasiado pero si recordaba que algo menos de un mes antes de que tuviese que hacer ese recorrido algún grupo insurgente tailandés cometió unos atentados en estas provincias.
Estos atentados son acciones puntuales que la represión tailandesa a esos grupos disidentes y la sobreprotección al turista no permite convertir en rutina. Por eso me decidí a cruzar así.

El primer tramo del viaje fue sencillo, en Khao Lak compré el billete por 850 B (22€), lo venden como si fuese hasta Kota Bharu pero siempre es el mismo timo y los buses no pasan de la frontera.
Fueron unas 14 horas de minivan vía Hat Yai hasta Sungai Kolok, solo cabe destacar la innumerable cantidad de check-points del ejercito tailandés cada pocos kilómetros, eso si, la minivan turística no la detuvieron en ninguno de estos controles.
Nos dejaron en la frontera poco antes de las 9 de la noche y esto fue todo el primer tramo.
Hicimos los tramites de inmigración tailandeses, cruzamos andando hasta la parte malaya y en menos de 10 minutos estábamos fuera de la frontera.

Solo cruzamos 2 extranjeros y en la parte malaya había otras 2 chicas intentando negociar el precio de un taxi hasta Kota Bharu, nos unimos a ellas y terminamos cerrando el taxi hasta Kuala Besu (KB) directamente, para así poder coger el primer ferry a Perhentian al día siguiente.
Fueron 100 Ringits (25€) entre los 4 por las cerca de 2 horas de viaje hasta KB. El taxi nos llevo al Hostal NAN y allí pillamos una habitación para los 4 por 50 Rg (12,5 €). A la mañana siguiente salimos para Perhentian, el “ferry” fueron 60 RG más 5 de tasa medioambiental y 2 más del bote que lleva de la lancha “ferry” hasta la playa, total 67 RG.

De Perhentian volví a Tailandia de la misma manera pero decidí hacer el tramo malayo en transporte local, la diferencia fue de 25 RG que costó por persona el taxi a 6 RG el bus de Kuala Besu a Kota Bharu más otros 5 RG de Kota Bharu a la frontera, vamos, menos de la mitad.
Ya en la frontera tailandesa me tocó pagar un mototaxi hasta la estación, fueron 20 B y luego una minivan desde Sungai Kolok hasta Hat Yai 180 B. Ahí es fácil enganchar un transporte hasta cualquier parte del sur… esta vez iba camino de Phi Phi, a trabajar de Divemaster.

Así crucé entre Tailandia y Malasia por la que, dicen, es una de las fronteras más complicadas. Mi impresión es que es igual que cualquier otra en Asia, solo que esta vez pasas a un país musulmán, esta vez empiezas a ver velos y gorros típicos del Islam, aparecen más mezquitas y desaparece el cerdo. Por lo demás, lo de siempre, el sàwàtdii khráp se transforma en selamat pagi, aunque a veces también se escucha “salam aleikum”, cuando se saludan entre ellos.

Aleikum Salam.

Sueño… luego emigro. Yo también tomo la plaza (en Malasia). #12M15M

Tomando la plaza...

Aunque me pilla un poco lejos hoy he decidido salir a tomar la plaza (Merdeka Square) para apoyar a todos aquellos que vais a hacer lo mismo en vuestros respectivos lugares.

Estoy en Malasia, en Kota Bharu, una ciudad cercana a la frontera norte del país a la que he venido para hacer el visado de 2 meses a Tailandia. Si todo sale bien me quedaré un tiempo trabajando en Phi Phi Island, pero ya daré más datos.

Últimamente no he estado demasiado prolífico, vale, no he estado casi nada prolífico… pero es que la búsqueda de trabajo ante las escasas perspectivas que se divisan desde la lejanía me ha quitado mucho tiempo para escribir, y las perspectivas han hecho desaparecer por completo las ganas de volver a España.
Por eso más que nunca creo que es el momento de salir a la calle, de luchar contra el miedo y decir: ¡YA ESTÁ BIEN!
En un país que va camino de los 6 millones de parados, sin un futuro a corto plazo que se vislumbre mejor, en una recesión económica (y cultural) como no se recordaba otra igual, no basta con dejar que pase el tiempo, hay que usar ese tiempo en demostrar que no nos da igual lo que hagan los de arriba, que, al fin y al cabo, están ahí porque nosotros les dejamos.

Hoy voy a pasar el día mirando a España, mirando a todos los que vais a salir a tomar las plazas, a tomar las calles, seré uno más en la distancia, porque yo también voy a estar allí, aunque sea en pensamiento.

Y si al final nada funciona y la resignación vence a la ilusión yo lo seguiré teniendo claro: Sueño… luego emigro. Y aquí os estaré esperando, en Asia. Aunque de vez en cuando echo de menos y me gustaría pasar por allí aunque solo fuese a saludar, en vuestras manos está que me apetezca volver.

#12M15M, #12mGlobal, #12mani, #Feliz12m, #tomalaplaza

(*) Espero que venza la vía pacífica y la palabra sea más fuerte que las porras, si no… la otra opción es clara y hace mucho que nuestros vecinos franceses la pusieron en práctica con bastante acierto, un invento de los que hicieron historia y que tal vez vaya siendo hora de recuperar: La Guillotina. A ver si así conseguimos algo de libertad, igualdad y fraternidad.
¡Vive la France!

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