El paso fronterizo del puente del Rey Hussein (King Hussein Bridge), puente de Allenby para los israelíes o Al-Karameh para los palestinos, es uno de los más liosos que nunca he cruzado. Al menos a priori.
La información en general es mala y confusa, nadie puede confirmar si es posible volver a Jordania por ese mismo punto o hay que usar alguno de los otros 2 cruces que tienen. Cuando digo nadie es nadie; ni embajadas, ni ministerios, ni consulados, ni la gente de allí… Lo seguro es que no emiten visados de entrada a Jordania por lo que la entrada directa desde Israel o Palestina no es posible a través de este puente.
Según algunas informaciones se puede cruzar si vas a visitar Jerusalén o Israel durante el periodo que te dura el visado de Jordania y no hay que hacer ningún papeleo. Parece ser que es de un mes (el tiempo que yo estuve) pero tampoco puedo confirmar nada. Yo allí no me enteraba de la misa la media (o del rezo la media o de lo que sea).
Al final como mi vuelo de vuelta a Hortaleza era desde Amán y mi intención era la de visitar únicamente los Territorios Palestinos me encabezoné con entrar y salir por este paso fronterizo. Es el único que une Jordania y Palestina sin cruzar por territorio israelí. Eso si, menos mal que tenía a Israa para ayudarme con el papeleo. Una mañana de ministerios, unos cuantos formularios, unas fotocopias y mucho morro después conseguí un «salvoconducto» que me permitía la vuelta a Jordania por ese lugar.
No os puedo confirmar que sirvió de algo, ni tan siquiera tengo muy claro lo que pone, solo se que entré y salí de Palestina por el Puente del Rey Hussein sin trabas de ningún tipo. Bueno, las mismas que el resto que quiera intentarlo. Y no son pocas.
Empieza temprano con el bus desde Amán hasta la parte jordana de la frontera (7,5 JD). Ahí se hacen los trámites de salida y son 10 JD. En este punto pedí que no me pusiesen sello de salida del país.
El sello del Israel en el pasaporte limita a la hora de viajar a otros países árabes de la zona (Líbano, Siria, Libia, Argelia…), el de Jordania no hay problema pero como tenía pensado pedir en la frontera de Israel que tampoco me pusiesen su sello en el pasaporte, lo que no podía tener es un sello de salida de Jordania a ninguna parte y vuelta a entrar. Solo pensando un poco queda claro que es por la visita a Israel y es motivo suficiente para que en las fronteras de sus países «enemigos» no te dejen pasar. Pero si no sellan la salida de Jordania y luego tampoco te sellan la entrada desde Palestina, no consta de ninguna forma esta visita. El sello de salida de Jordania lo obtuve en el aeropuerto y en realidad lo que parece es que he estado 1 mes sólo en ese país.
El periplo fronterizo continua con un autobús que te lleva de la parte jordana de la frontera a la israelí. Son 4 JD más 1,3 por maleta. Llegas a la parte israelí, allí te cogen la maleta y no la ves hasta que sales, si quieres que se den prisa basta con una propina a los maleteros. Entonces empiezan las preguntas y el aburrimiento. Yo tuve suerte, era el último día antes del Yon-Kipur y no debían tener ganas de complicarse la vida. Me preguntaron si llevaba armas, los nombres de mis padres, alguna tontería más y listo, aunque no les hizo gracia que no quisiese su sello en mi pasaporte. Me lo pusieron en otro papel, me cobraron 176 shekels y me devolvieron la maleta.
De ahí la forma más barata de ir hasta Jerusalén es en Sherut, un taxi colectivo que cuesta 38 shekels más 4 por maleta y te deja en Jerusalén Este cerca de la Puerta de Damasco.
Total: 70 eurazos de cruce fronterizo. El más caro que he realizado nunca teniendo en cuenta que para ninguno de estos países nos hace falta visado como ciudadanos europeos. La vuelta es el mismo precio menos la tasa israelí de entrada al país.
A pesar de mi intención de visitar solo Palestina la burocracia hay que realizarla como si se estuviese entrando al Estado de Israel. He leído en internet que están poniendo un nuevo sello en los pasaportes de aquellos que va a estar solo en territorio palestino, esta estampación supone lo mismo que el de Israel para los países que no permiten la entrada con su sello en el pasaporte, con lo que mejor no decir que se va a visitar únicamente Palestina.
Por otro lado, también había leído y oído cienes y cienes de historias sobre los largos interrogatorios y los problemas para entrar o salir de Israel, yo tuve suerte y no sufrí esperas o preguntas, las mismas que siempre que cruzas una frontera, pero ningún trato diferente. Es más lenta, tediosa y cara que la mayoría que había cruzado antes pero no es un problema que no pueda ser superado.
Hasta ahí todo bien, pensaba que ya había pasado lo peor y 12 horas más tarde estaba probando los servicios sanitarios palestinos ingresado en un hospital de Jerusalén Este con un cólico nefrítico.
Y pensar que lo que me preocupaba de ir allí era cruzar la frontera…