Las heridas y el buceo no son buenas compañeras (Koh Tao – Tailandia) / Foto de la semana

Heridas de guerra

La foto de esta semana está dedicada a las culpables del tiempo que llevo en “dique seco”: unas heridas en la pierna.

Pensaba haber comenzado ya el curso de Apnea con Álvaro Diving pero Sebas (mi instructor) me ha recomendado darle algo de tiempo a que cicatricen bien. No tengo claros los motivos de muchas de ellas, porque aunque en la foto solo se ven un par tengo cerca de  9. Imagino que algunas fueron pequeños raspones que me hice escalando, otras son picaduras de mosquito que se hicieron herida a base de rascarme y “las menos” de un pequeño y absurdo contratiempo que tuve con la moto (sin comentarios). Ninguna era grande pero meterse en el agua en Koh Tao con heridas es jugártela.

Es algo común en las aguas tropicales y en las zonas de arrecife que la alta concentración de bacterias no ayude a la cicatrización de las heridas, si no a todo lo contrario. Los estafilococos y demás microorganismos que los corales necesitan para sobrevivir se mantienen durante bastante tiempo en el agua debido a la temperatura de la misma, que suele rondar los 30 grados centígrados. Estas son las condiciones perfectas para producir infecciones en cualquier pequeño corte.
La infección comienza a comerse la carne y esas pequeñas heridas se transforman por momentos en agujeros enormes que en ocasiones conllevan la visita al hospital.

Las mías las empecé a tratar pronto, he dejado de meterme al agua y parece que mejoran a buen ritmo. Fundamental limpiar con agua y jabón antibacteriano, si es de pastilla mejor, así ayuda a desprender las capas muertas de piel, luego volver a limpiar con Betadine o similar y por último una buena crema antibiótica y antibacteriana (Bactroban). Si van a más amoxicilina y antibiótico vía oral y un seguro de viaje si no te quieres arruinar.

Es gracioso cuando escuchas a gente que piensa que el agua del mar ayuda a limpiar las heridas… y la verdad es que si fuese solo agua con sal tal vez no fuese para nada malo. En el Mediterráneo y el resto de mares que bañan la península el agua puede llegar a ser más beneficiosa que dañina para algunos cortes pero cuando estás entre los trópicos, con aguas tan calientes y arrecife por todos lados, meterse al agua significa arriesgar la salud un poquito, no solo por las heridas, los oídos son otros de los mayores perjudicados. A ver si me hago una entrada sobre los cuidados del oído en el buceo, si pongo todos los remedios de “la abuela” que he escuchado igual se convierte en el post infinito más surrealista jamás escrito.

Mientras aquí sigo, mirando cada minuto de cambio de esas heridas desde la hamaca. Vamos, sufriendo :p .

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