Cuando llegue a K.L. quede prendado de la multiculturalidad malaya. Es el primero (y posiblemente el único) país musulmán que visito en este viaje. En Malasia la religión oficial es el islamismo sunita que practican la mayoría de los malayos (cerca del 60%). Pero la impresión que da el país, y K.L. en particular, es la de una apertura total. Supongo que se debe a la mezcla de grupos étnicos que viven en el país. Hay un porcentaje alto de población de origen chino (23%), otro 7% de origen hindú, el resto son malayos (53%) y un 7% de otras etnias.
La población china es el motor de la economía del país, y por tanto tiene bastante poder, mientras que a nivel político son los musulmanes malayos los que «mueven el cotarro«.
Es curioso que en la monarquía malaya el rey es elegido, por periodos de 5 años, entre los distintos sultanes. Malasia es un país que esta dividido en sultanatos, creo que es algo así como provincias con un sultán por provincia.
Por otro lado, en Malasia también me sorprendió el «alto nivel de vida» (para ser Asia) y la modernizacion que se da en el país, supongo que ayuda mucho el dinero del petróleo, del estaño y del gas (sus principales exportaciones).
Toda esta modernizacion y multiculturalidad provoca escenas bastante pintorescas (a mis ojos occidentales) como ver en el mismo grupo de amigas chicas musulmanas, con el velo y totalmente tapadas, riendo junto a jóvenes de origen chino en pantalones cortos (cortiiiisimos) y tirantes, o jóvenes hindúes con sus ropas tradicionales y toda su pintura y parafernalia.
En K.L. te encuentras parejas musulmanas cogidas de la mano por la calle, mujeres «cubiertas» que no tienen reparo en hablar contigo aunque seas occidental y hombre, que trabajan en todo tipo de negocios sin que el hecho de tener que hablar y estar con hombres suponga ningún problema… parece una sociedad muy basada en el respeto. Esto fue algo que al principio me sorprendió pero que acabe relacionando al hecho de ser sudeste asiático, y que en todos los países de esta zona geográfica el respeto es el pilar fundamental de la sociedad.
Tal vez sea algo muy normal en países musulmanes pero mi único contacto con ellos había sido Marruecos y, a pesar de lo occidentalizado que esta, me fue bastante mas difícil hablar abiertamente con mujeres, hablar sobre su visión de la religión de una forma abierta y tampoco vi una apertura mental como la que he encontrado en Malasia.
Y después de este tostón que casi me ahorra el post de las conclusiones, seguimos con K.L.
Me aloje de nuevo en el Red Dragon Guesthouse. Esta vez en el dormitorio, fueron 15 Ringgits por noche (unos 3 euros). Esta en Chinatown, lugar en el que pase la mayoría del tiempo que estuve en K.L.
El primer día me encontré de nuevo con Nacho y Sebastian y provocaron que K.L. se convirtiera en mi casa.
Como ya he comentado, ellos llevan mas de 4 meses viviendo allí, por lo que su grupo de amigos son locales, gente que se mueve por Chinatown, que ves continuamente, con lo que paras a hablar aquí o allí, que tocan en la calle, que se ríen de mi los días que decido «hacer turismo«… pero es que yo no vivo allí!!!.
Mis días pasaban sin darme cuenta, charlando, paseando por Chinatown, en el Reggae Bar (si, en todos lados en Asia hay un Reggae Bar), viendo los partidos de la eurocopa, o mejor, charlando mientras en una tele encendida unos tíos patean un balón, y de vez en cuando sacando fuerzas para ir a visitar la ciudad.
En estas salidas visite Merdeka Square (La Plaza de la Independencia), que conmemora la proclamación de la independencia de los ingleses en 1957. Es como la plaza de Colon en Madrid pero si cambias el trozo gigante de tela que hay allí por otro igual de grande pero con la bandera de Malasia, claro y sin la estatua del «descubridor«.
Fui a la Masjid Negara, una de las mezquitas mas grandes de todo el sudeste asiático. Un lugar bonito y tranquilo en el que te intentan acercar el Islam con charlas sobre su religión pero sin ninguna intención de imponerla o hacer pensar que es «la verdadera«, algo que se agradece bastante.
Como hay que entrar «propiamente vestido«, si vas en tirantes o sin mangas te proporcionan una especie de túnica con la que yo me veía mas Elfo que Musulman:
En la puerta de la mezquita ese día estaban rodando una telenovela malaya y acabe participando de extra, mi papel era el de turista que fotografía todo, como si fuese japones pero con rastas… ahora debo ser famoso en Malasia, porque el actor principal es uno de los mas conocidos del país, un tal Ako Mustapha.
También visite la Masjid Jamen, una mezquita bonita pero bastante mas pequeña. Hay que tener en cuenta que los «no musulmanes» no pueden entrar a las zonas de rezo dentro de las mezquitas, y tienes horarios restringidos. Otro dia fui a la puerta del Parque de los pajaros y los jardines botánicos, a los que no entre por los 7 euros que costaba la entrada de cada cosa (2 noches de hostal). Pasee por Chinatown y Little India que son algo así como barrios bazares repletos de tiendas y restaurantes… con 2 o 3 Seven Eleven en cada calle, claro esta, pero esto en todo Asia. Y por ultimo visite, como no, las Torres Petronas (fueron los edificios más altos del mundo entre 1998 y 2003, con 452 m de altura) y el piruli de K.L. (Menara Kuala Lumpur).
No subí a ninguno, creo que no te dejan subir hasta arriba y para las Petronas hay que estar haciendo cola a las 8.00 am. Es gratis pero solo suben los 1000 primeros o algo así. Estas torres son unos de los símbolos del país, es como un pequeño/gran monumento al dinero del petróleo y la prosperidad que les ofrece.
Y así pasaron mis días, entre esto y buscar el siguiente destino en un país que no acaba de tener estación seca.
Malasia esta dividida en Malasia Peninsular y Malasia Borneo, yo estuve en la parte peninsular. En esta zona el monzón azota en una estacion una costa y en la siguiente la otra. Ahora tocaban las lluvias en la costa oeste, por lo que decidí que iría al este. El destino elegido fue Kuantan, queria ver la Masjid Mehari, la mas impresionante mezquita de la costa este de Malasia.
Espere el día en que «mis colegas» se descuidasen, me levante temprano (lo que pude) y salí escopetao, porque cada vez que me decían: «pero que prisa tienes, mejor mañana«, me quedaba otro día.
La verdad es que estuve bastante agusto y la ciudad me gusto bastante, aunque es caótica y sucia, pero tal vez la posibilidad de estar con locales y aprender del país y su cultura charlando, jugando a las cartas o tomando cervezas con ellos (si, son musulmanes pero… quien este libre de pecado, es un aburrido de la vida) fue lo que me hizo sentirme tan agusto. Y por supuesto Nacho y Sebastian, con los que espero seguir en contacto y continuar encontrándonos por el mundo, o por K.L. si es que acaban viviendo allí. Un abrazo y a disfrutar que yo sigo con mis fotos!!