El domingo es mi día libre y por unas o por otras siempre acabo teniendo que ir a La Romana a realizar gestiones o compras. Bayahibe es un pueblo pequeño al que faltan ciertas cosas… las mismas que a cualquier otro pueblo pequeño. Por eso es tranquilo y cuando llego a «la ciudad» me agobio con los coches y el sonido de los claxon. Creo que me estoy mal acostumbrando.
Eso no quita que la mañana la haya pasado mojando el culo en la playa junto a Benji y Sol que se han venido de visita desde Bávaro.
Un día libre a la semana no da para mucho pero cunde bastante… hasta en el país donde el tiempo es solo un concepto y «ahorita» la medida abstracta de este.