Como he comentado en el anterior post, llegue a NZ (Aotearoa en mahorí) desde Australia después de golpear mis talones. Aparecí en el aeropuerto de Auckland, la ciudad más grande de NZ y la más poblabla del pacífico sur.
Antes de empezar con el recorrido de la Tierra Media tengo que remontarme atrás en el tiempo para poder explicarlo.
A mediados de febrero conocí a un “boludo” buena onda con el que crucé la frontera Tailandia-Camboya y con el que luego recorrí Siem Reap y los Templos de Angkor. Ariel (es el nombre del chavón argentino) estaba, al igual que yo, haciendo un viaje de vuelta al mundo… pero en sentido contrario. Había partido en enero de Nueva Zelanda (lugar donde habita y trabaja) para viajar durante un año.
Después de unos pocos días, algunas cervezas y buenas conversaciones en las que vimos que coincidiríamos de nuevo en Centro América, decidimos encontrarnos 7 meses más tarde en Costa Rica… y me ofreció un lugar en la casa en la que estaba viviendo en NZ para cuando mi viaje me llevase allá.
El contacto se mantuvo y nada mas llegar a Auckland sus compañeros de piso ya me estaban esperando.
Desde el aeropuerto me dirigí a Mission Beach, un barrio de las afueras de Auckland y allí conocí a Totó, Gastón, Mauro (Argentina) y Karen (México)… los compañeros de piso de Ariel.
Pasé los 2 primeros días con ellos en Auckland, me ayudaron a preparar el viaje por NZ, me enseñaron la ciudad y fueron unos de los mejores anfitriones que he encontrado en este viaje.
En Auckland visité las cosas típicas, el barrio de Parnell, la Sky tower, Victoria y Queen Street, el puerto, la playa… la ciudad es bonita y tranquila pero 2 días son suficiente.
Una de las cosas que caracteriza Auckland y toda NZ (además del problema con la ley gravitatoria) es que fue en este país A. J. Hackett invento el Bungee Jumping y desde entonces los deportes de riesgo, extremos, y todo lo que provoque una buena descarga de adrenalina se ha apoderado del país. Puedes saltar, rapelar, deslizarte y lo que se te ocurra desde casi cualquier sitio en la isla… si tienes dinero suficiente, claro está.
El primer lugar donde lo vi fue la famosa Sky Tower, el pirulí de Auckland… al que no subí por los 25 $ que costaba.
Tampoco salté (eran casi 200 $), pero tiene que ser impresionante la sensación de ver toda la ciudad desde arriba y luego lanzarte a chocarte contra ella… aunque te paren, como es lógico.
En Auckland, con la ayuda de Totó, alquilé una furgoneta en Spaceship por 20 $ kiwi al día (10 euros) con todos los extras… cocina, cama, dirección asistida, elevalunas eléctricos, techo solar, puertas, ventanas, asientos, volante… vamos, que no le faltaba nada, tenia hasta DVD, tele y me prestaron un par de pelis que puedes intercambiar con la gente que te encuentres que viaje con las mismas furgonetas.
Aunque un coche salía un poco más barato elegí furgoneta (a pesar de ir solo) por el tema de la cocina y la cama y todo lo que estas dos cosas pueden hacerte ahorrar.
Compré comida e inicie el viaje… salí de Auckland y el destino era Matamata, o lo que es lo mismo… La Comarca.
En Nueva Zelanda se rodaron las 3 películas de El Señor de los Anillos y los paisajes que aparecen en ellas puedes encontrarlos entre las 2 islas principales que forman el país. Yo solo tuve tiempo de recorrer la isla norte, ya que un cambio de planes en Oz me hizo pasar allí más tiempo del que estaba previsto en un principio, eso y el frío del invierno kiwi.
Aclaración: El Kiwi es un tipo de pájaro endémico de NZ y una fruta que se descubrió en este país, pero Kiwis son también los habitantes de NZ, sus dólares, sus costumbres, sus inviernos y todo lo que tenga que ver con el país.
Entonces llegué a La Comarca, Hobbiton, el lugar donde habitan los Hobbits… pasé una noche allí durmiendo en las afueras del pueblo cerca de unas cataratas y sin ver el hogar de los Bolsón me fui al siguiente destino. ¿Por qué?, por los 60 $ que costaban las 2 horas de recorrido por el set donde se rodó la película.
Y salí de La Comarca como Frodo, pero sin Sam, con la intención de tirar el anillo al Monte del Destino.
Perseguido por los Nazguls continué mi viaje hasta Rotorua. Es una mezcla entre el infierno y La Cienaga de los Muertos, me faltaba Gollum de guía. Una incesante actividad volcánica, un continuo olor a azufre y una gran cantidad de lagos, charcas y piscinas termales naturales la convierten un sitio bastante especial.
Si Hugo Chávez viniese seguro que pensaría que por aquí había pasado Bush, por aquello dijo en una cumbre de Naciones Unidas después de la intervención del presidente de los USA: “Aquí huele a azufre… porque ha pasado el demonio!”.
Toda esta zona puedes ver una gran cantidad de lagos y algún que otro volcán. Yo también aproveche para hacer uno de los treks de Redwood Grove, un parque nacional de la zona. Allí descubrí que los tiempos que marcan para los treks en NZ son un poco para viejunos… me hice las 3 horas que ponía en 1:20 h.
La mañana siguiente madrugué y fui directo a la Tamaki Maorí Village, un pueblo mahorí, o eso pensaba yo. Es una atracción de feria con gente que se disfraza de mahorí y que solo se hace por la noche.
De ahí continué hacia el Waiotapu Thermal Wonderland, una zona termal con todos los tipos de actividad volcánica que puedas imaginar, incluso un Geyser, el Lady Know Geyser… y seas perezoso si lo quieres ver en acción porque erupciona todos los días a las 10.15 a.m. ¿Cómo?, si, a las 10.15 a.m., ni a y 13 ni a y 17… y cuarto, las diez y cuarto.Como está claro, no es real del todo, ponen un paquete de detergente dentro para que haga la reacción. Y supuestamente es lo mas parecido que hay a una reacción real que solo tiene lugar cuando a la naturaleza se le antoja… algo que no da dinero. Lo digo porque la entrada para el geyser y el parque termal-azufral es de 27.5 $.
Y en cuanto visité todo el parque, salí directo hacia Taupo, ciudad situada a orillas del lago con el mismo nombre, el lago más grande de Nueva Zelanda. Bonita ciudad y preciosas las vistas del lago… tan bonitas que de repente vi el Tongariro, o lo que es lo mismo, Las montañas nubladas en la peli de Jackson, y me emocioné de tal manera que me subí a la furgoneta y tiré para allá… tenia que rodear todo el lago para llegar a este monte de 1968 metros de altura situado en el Parque Nacional Tongariro, lugar declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Mi idea era hacer el paso del monte Caradhras, vamos, el Cruce del Tongariro. Era pleno invierno, la nieve cubría el monte y me habían contado que la ruta es preciosa… seguía emocionado y me acuerdo que en la radio me regalaron un temazo de Led Zeppelín para amenizar el viaje en furgo. (Whole lotta love)
Lo malo fue al llegar porque al igual que le sucedió a La comunidad del anillo, una tormenta, nieve y viento colocaron el nivel de riesgo de avalanchas en 4 sobre 5 y prohibieron la entrada al parque… pase la noche allí a ver si el día siguiente despertaba mejor… y no lo fue mucho, intente subir a la estación de ski pero con tanta niebla y nevando no me compensaba mucho alquilar tabla para un rato… y con las mismas aborté la misión y salí de Nacional Park… para continuar mi camino no me quedaba mas opción que intentarlo por las Minas de Moria.
Aquí fue el punto en que pase del tipo de las barbas, le dije al ojo de Sauron que mirase hacia otro lado, regalé el anillo a un abuelo mahorí y me fui a ver acantilados y hacer algún trekking en Raglan, en la costa oeste.
En el Tongariro National Park hay una zona de acampada libre en la que puedes dormir en la furgo. No encontré al Ranger y vi un buzón y unos sobres con formularios para que pagases por ti mismo… yo no me atreví por si robaban el buzón, ejem… además tenia un billete de 50 $ y no había nadie con cambio por la zona, ejem… y bueno, que son mu confiaos los kiwis estos.
Y por último Raglan, un pequeño pueblecito costero, acantilados, mar, treks y muy poca gente. Aunque la verdad, el tramo con la furgo en NZ en pleno invierno fue una de las etapas mas ermitañas de todo el viaje. Me pase el día solo sin parar, viendo, pateando, cocinando y cosas así que casi no me relacione con nadie… en los sitios donde dormí no había un alma, siempre tenia que salir de los pueblos porque esta prohibido dormir en la furgo en sitios no habilitados para ello. Y los 2 días en Raglan estuve en un camping (por eso de la ducha y tal), y el camping también estaba vacío. Eran como 8 $ o así.
En Raglan hice unos de los treks mas divertidos que había hecho en mucho tiempo. Fue el monte Karioi, cerca de 750 de desnivel a los que partes desde el nivel del mar. Una ruta en un bosque de galería que parece sacado de alguna película de Tim Burton. Fue muy entretenido, un barrizal de camino, lluvia fina y niebla todo el tiempo y una zona a la que había que escalar con unas cadenas… 7 horas de camino entre ida y vuelta que me hice en cerca de 4. Altamente aconsejable.
También se puede hacer surf, pero en verano seguro que es mejor y el agua no produce hipotermia.´
Y vuelta a Auckland, dejar la frego, pasar un par de días con Los Habitantes de la Casa de Mission Beach… y aprovechando un dato que me dio Neal en el post sobre la ley gravitatoria en NZ, pegue un salto, me mantuve mientras la tierra giraba sin salirme de su campo gravitatorio y en un momento dado me dejé arrastrar de nuevo… acabé cayendo de bruces en Los Ángeles: Ciudad sin ley…
* Vuelvo a darles las gracias a Totó, Gastón, Mauro y Karen por como me acogieron y sobre todo a Ariel por ofrecermelo. A ver si nos vemos de nuevo en algún lado.