Ayer fue mi día libre, lo dediqué a intentar no hacer nada y acabé haciendo un montón de cosas. La tarde la pasé con Gastón y Tota en Playa Bávaro entre caminando, tomando algo y buscando a la perra que se nos escapó en un despiste y acabó apareciendo a la 1 y media de la madrugada.
El colofón fue la cena asiática en Balicana, donde trabaja Gastón de cocinero, para cerrar un día completito con los sabores de esa región que tanto me gusta y que no deja de perseguirme.