Pak en el Mundo de Oz (Australia).

A modo de introducción para el este tramo tengo que contar, para el que no lo sepa, que el gentilicio que utilizan los australianos para si mismos es Aussies (se pronuncia Ozis) y el país ha pasado a ser conocido como OZ, debido a su particular forma de pronunciar Australia, que suena algo así como «Oztreilia».

Por culpa de esto me acosté un 5 de Julio en Singapur y sin tornado ni nada me desperté a la mañana siguiente en El Mundo de Oz, convertido en Dorothy y dispuesto a recorrer el «camino de baldosas amarillas» (Ruta Nº 1) que separa Sydney de Cairns.
Como ya había visto la película y leído el libro de L. Frank Baum, lo primero que hice fue buscar al espantapájaros que habla, el hombre de hojalata y el león cobarde… que era el equipo necesario para llegar hasta el mago.
Los encontré en Sydney, uno fue Jorge (mi hermano), otro Alberto y por ultimo una furgoneta pintada con la cara de David Bowie.

Foto de equipo.

Ahora paso a contaros como fue la aventura y como superamos todos los obstáculos que ponía a nuestro paso la bruja mala del oeste, unas veces de forma invisible, y otras materializada en señores Aussies de uniforme.

Este periplo duró para mi cerca de mes y medio y recorrí unos 6200 km, que son casi 2000 km más que ir desde Hortaleza hasta Moscú. Fueron 4000 km en furgoneta con Jorge y Alberto y otros 2200 entre autostop, autobús y avión.

Pasó de todo, se me rompió el objetivo de la cámara, nos pusieron alguna multa de tráfico, peleas por doquier, no vimos casi animales autóctonos, no podíamos hacer demasiado debido a los altísimos precios de todo, no acababa de hacer buen tiempo, se nos estropeaba la furgoneta y hasta acabe siendo detenido…

Una parte de la historia ya la intentamos contar en un blog paralelo que llevamos entre los 3: MuchachadaDundee… Dundee… , pero que no acabo cuajando por lo mismo que yo paré el mio: el precio de internet, algo que provocaba que escribir un post fuese casi lo mismo que una noche de alojamiento.

Oz es el país más caro en el que he estado en este viaje, algo que debería saber antes de ir, pero es que no pensaba que seria tanto. Por supuesto no es caro para quien trabaja allí y gana un sueldo medio de 3000 dolares aussies al mes.
En mi caso el problema mayor fue que cuando llegue allí ya había decidido alargar el viaje, y veía que con lo que gastaba en una semana en Oz podía vivir un mes más en LatinoAmerica. Y casi sin quererlo me vi metido en el NoNGastoMoney World Tour 2008. Tengo que confesar que entre esto y el ostión que me produjo el salto de precios de Asia a Oz pase mes y medio muy, muy, muy gañán.

Y como la experiencia no fue demasiado bueno voy a contar la ruta un poco por encima… allá voy.

Empezamos en Sydney, una ciudad que no esta mal pero tampoco es nada del otro mundo, ni tan siquiera digna del mundo de Oz. Lo que más me gusto: La Opera.

Allí alquilamos una furgo entre los 3 con la empresa WickedCampers, sorteamos a quien le tocaba conducir primero, por la izquierda y sin embrague (cambio automático) y empezamos marcha. Me toco a mi.


La furgoneta.

Primera parada: Anna Bay, no estuvo mal, una bonita playa que no pudimos tocar porque en Agosto en Oz es invierno y hace un frió del carajo ya vuele el grajo como quiera… si es que allá tienen grajos. Si, sabia que era invierno pero… ¿no es el país del sol y el clima suave?… tal vez otros años, este nevó en Sydney por primera vez desde hace medio siglo… viva el cambio climático!!!!.
Lo mejor de Anna Bay fue Stockton Bight, las dunas de arena móviles mas grandes del hemisferio sur, el lugar donde rodaron esa fenomenal película de culto protagonizada por un jovencísimo Mel Gibson, si estoy hablando de Mad Max.


Yo haciendo el tonto en las dunas.

De allí fuimos a Nelson Bay a intentar ver pingüinos enanos y koalas… pero nos dijeron en la oficina de turismo que lo de los pingüinos es un cuento y luego los koalas no los vimos porque… en Oz no hay koalas. Va le es una opinión totalmente subjetiva pero la pelota es mía y el blog también, punto. 😀

Siguiente parada Seal Rocks por la ruta de los lagos. Bueno… no esta mal. Allí empezamos a usar el truco de dormir en parques nacionales y levantarnos antes de que llegase el Ranger a cobrar. Los primeros en unirse a la nuestro NoNGastoMoney Way fueron un matrimonio de Aussies ya jubilados… y así continuamos creando adeptos en nuestras escapadas, solo nos hubieran pillado si el Ranger hubiese sido Chuck Norris, que como todos sabemos no duerme… espera.

Después fue Port Macquarie, luego Coffs Harbour y de allí llegamos a Byron Bay, casi el final del estado de New South Wales sin  ver mas kanguros que los que encontrábamos muertos en las cunetas de la carretera.
Byron fue casi lo mejor del viaje, allí me encontré en el supermercado con Jon, le había conocido en el norte de Laos y luego coincidimos de nuevo en Kuala Lumpur… ahora Jon estaba en Byron intentando encontrar trabajo para pagarse el billete de vuelta a Euskadi.
Esa noche celebramos con un poco de Gum (vino malo Aussie) que el mundo es un pañuelo, y junto con Andrea y Riki fue una de las noches mas divertidas del viaje… en el Chikie Monkey y luego en la frego de Spanish Party.
En Byron tambien vimos algo de la cultura aborigen y disfrutamos de su gastronomia… vamos, hamburguesa de kanguro.

Y un video.

Desde Byron visitamos Lismore, donde al fin vimos koalas… en un hospital de koalas, uno medio bien y otro ciego, total del viaje: 1,5 koalas vistos. Y luego fuimos a Nimbin, lugar en que quería hacer una serie de retratos como la de Khao San… me habian hablado de jipis, de gente especial, cultura de la libertad… y es un pequeño pueblo en el que todos los «jipis» solo quieren venderte, y que tampoco da para una serie de fotos. También se caracteriza por un olorcillo que sale de todos lados y que nadie se molesta en cubrir con ambientador cuando pasa la policía… ¿o es porque no hay policia?. Si, allí es como si fuese legal.
Y de Byron cruzamos al estado de Queensland para visitar Surfers Paradise… y ni surferos ni paraíso. Edificios altos de hormigón a escasos metros de la playa, jovenzuelos con granos en la cara y melena rubia y poco mas. Total, un poco de sol y a Brisbane. Eso si, catamos el Pacífico por primera vez en el viaje.
Ya estábamos en el estado donde siempre brilla el sol y seguíamos jodidos de frío.

Brisbane… otra ciudad. El objetivo de la cámara murió allí.

Siguiente parada: Noosa Heads. Alquilamos unas tablas de surf pero el mar no estaba muy allá y aunque disfrutamos un poco decidimos esperar a Town of 1770 y Agnes Water, a ver si mas cerca del trópico el agua estaba menos congelada.

Antes fuimos a Hervey Bay para ver la forma de cruzar a Fraser Island (dicen que tiene que ser la ostia)… pero la lluvia y los casi 400 $ por 2 días nos quitaron las ganas.

Seguimos buscando el calor del trópico y no lo encontramos ni en Bundaberg a base del ron que lleva el nombre de la ciudad… pero digo yo: ¿que se puede esperar de un ron (bebida tropical) que lleva de logotipo un oso polar?… pues un sabor a rayos.

En Agnes y 1770 nos quedamos sin tablas para surfear a pesar de estar en la tienda a las 8 am… pero solo hay una tienda que alquila y dan preferencia a los grupos y el que pague clases.
Y salimos corriendo a cruzar el trópico de Capricornio en busca de calor, aunque nos hubiese merecido mas la pena quemar ejemplares del libro de Henry Miller con el mismo titulo para conseguir quitarnos el frío.
Cruzamos el trópico en Rockhamtom y seguíamos congelados.
De allí palizón hasta Airlie Beach, que como su nombre indica… no tiene playa, pero es que ellos son muy así.
La idea Whitesundays… en eso quedó, en idea, una vez mas los precios decidieron por nosotros.
En Airlie no lo pasamos mal tampoco, días muertos en la piscina cuando el tiempo respetaba y por la noche al calorcito del fuego o del gum.

Luego Townsville, y liándonos la manta a la cabeza decidimos ir a Magnetic Island… la única isla que podíamos permitirnos en precio. Y como no pudimos hacer nuestra idea principal que era bucear en el Yongala (200$ por inmersión), pues algo es algo… y ese algo se convirtió en una mierda, la lluvia que no cesa hizo que perdiésemos una noche de hotel ya pagada para huir de alli. Tengo que decir que me han comentado que con sol y buen tiempo la isla esta guay… también dicen que hay koalas, pero a nosotros nos dijeron que no vimos porque el frio y la humedad… ejem… ¿y que hacen con mal tiempo?, ¿se van a casa a ver la tele?… que digo yo que estarán igual en los arboles, ¿no?. Algún entendido que me explique por favor.

Y de Townsville a Mission Beach, mas de lo mismo… aunque esta vez tiene playa. Ya habíamos recorrido más de 3000 km y habíamos visto un solo kanguro… vivo.

Ultima parada: Cairns. Bueno… pueblo turístico en la gran barrera. Fracaso de inmersión de 20 minutos a 5 metros… con snorkel he llegado a más. Todo acabó en discusion despues de sentirnos timados y nos ofrecieron otro día gratis para recompensar… mejor que se lo metan donde les quepa. Todo encima por un precio que prefiero no recordar y con una empresa de la que ahora no recuerdo el nombre… Jorge, Alberto ¿os acordáis vosotros?.

Y tras unos días en otra ciudad sin playa famosa por su sol y una piscina, Jorge y Alberto se fueron al Uluru (Ayers Rock), desierto y una piedra… y luego pasaron a mejor vida, esto es: vuelta a España, precios decentes, jamón serrano, buena onda… y yo mientras seguía desesperado buscando al mago… y sin comerlo ni beberlo acabe perdiendo 3 rastas en una pelea y dando de bruces con la bruja mala del oeste en forma de policia que»amablemente me invito» a pasar una noche con gastos pagados en celda sin cama ni desayuno…¿por?, porque si 6 Aussies se quieren pegar contigo y tu eres extranjero… mas que vale que te dejes o corras.
Cuando hablé con la embajada española (aunque no me dieron ese derecho en la detención), me confirmaron que la policía Australiana es «un poco racista con el extranjero«, y con ellos inicié una queja consular que he tenido que parar por la multa de tráfico. O pago o me quejo… pues no pago. En mi favor solo digo que cuando nos pusieron la multa conducía Alberto, pero todo estaba a mi nombre (si soy un chivato, pero es mi blog y tengo que quedar bien, jeje).
Ahora creo que no puedo volver a Oz, a parte del juicio al que no me presente por la detención, los intereses de la multa me parece que han subido, tienen que recuperarse de la crisis de alguna manera, jejeje.

Y después de la aventura y de unos cuantos días sin saber si podía salir del país intenté rizar el rizo buscando trabajo, de ilegal, claro. La opción fue recoger fruta… fui a Ayr, a Bowen (donde estaban en temporada)… pero no había sitio para un «sinpapeles«. Y continué bajando hacia Brisbane cual asceta vagabundo a base de Autostop y dormir en alguna que otra estación de autobuses… así me escondía de la bruja avanzando sin dejar pistas. ¿Porque no pagaba el billete de bus?… por los casi 300 $ que costaba. Al final, desesperado de bajar tan lento (unos 200 km diarios en autostop, que tampoco esta mal), decidí pillar un avión y volver a Byron Bay a ver a Jon. Allí además me esperaba un futuro prometedor… podía trabajar en hostales a media jornada a cambio de alojamiento gratis, yuju!!!!!!!.
Tras un par de días buscando encontré algo parecido al Woofing (trabajo en granjas orgánicas)… y acabe trabajando 4 horas al día en una granja a cambio de comida, alojamiento, internet, bici y piscina. Estuvo divertido, el trabajo consistía en plantar cerca de 500 arboles de rain forest, algo así como hacer una jungla. Me pasé 10 días entre los arboles, 6 mujeres y 2 perros. No me podía quejar, me lo pase bien, mejore un poco el ingles y aprendí un montón de naturaleza… y planté algo más de 100 arboles.

De ahí volví a Byron con Jon, con quien compartí muy buenas charlas en Oz sobre la diferencia y el cambio que suponía salir de Asia, la verdad es que fue un apoyo fuerte en mi dura experiencia Australiana… pasamos el resto de los días jugando al PingPong y tuve la suerte de ver Ballenas.

Ah!, se me olvidaba que en uno de los tramos en autostop, cuando le dije al conductor que no había visto kanguros decidió alejarse de su ruta para que viese algunos antes de irme, gracias Mike!!!.

Y esto fue Oz. En el próximo post os cuento conclusiones y explico un poco más del pais, esto ha sido una crónica a grandes rastos.

Termino contando que allí, al igual que ahora escribiendo, se me olvido que yo era Dorothy y que para salir solo hubiese tenido que golpear los talones de mis zapatos a la vez que decía: «No hay lugar como el hogar«… pero me acorde al final y fue así como de Oz salte a Nueva Zelanda, otra vez al mundo real. Podeis ver el vídeo:

¿Ha sido un cuento?, la verdad es que nunca sabré si fue real o lo soñé, lo seguro es que para mi es Oz el lugar que recuerdo en blanco y negro y el resto en color. Decía la banda sonora que: «En algún lugar sobre el arco iris el cielo es azul…» (Somewhere over the rainbow…), para mi ese lugar no es Oz, aunque bien es cierto que presencié algunos de los cielos más bonitos que he visto nunca.


Todas las fotos de Australia.
No estoy muy contento con ellas porque el objetivo duro poco.

Utilizamos cookies en nuestro sitio web

Por favor, confirma si aceptas nuestras cookies de seguimiento. También puedes rechazar el seguimiento, por lo que puedes seguir visitando nuestro sitio web sin que se envíen datos a servicios de terceros.