Postales de Año Nuevo desde Cayo Caulker – Belice

Una mañana cualquiera...

No, no estoy allí ahora y no, no voy a ir estas Navidades, pero era el post que tocaba y viendo las fotos he sentido muchas ganas de volver… no porque me gustase , más que nada quisiera volver ahora por… las palmeras, la arena, el mar y la temperatura tropical… ¡que hace mucho frío en !.

A Belice fui de paso, para probar esa parte del , para que no me quedase ningún país de América Central por visitar, para ver si podía bucear en el Blue Hole y para demostrarle a Aitor que Belice si que existe :p .

Definir Belice en Centroamérica es decir: Reggae, negros/as, palmeras e Inglés.
El único país de la región que tiene el inglés como idioma oficial y que casi no tiene población de origen precolombino. La mayoría del turismo es sajón y tiene un montón de colonias de población inglesa o gringa.
Belice es al Caribe, para los ingleses, lo que Mallorca es al Mediterraneo para los alemanes. Para que nos entendamos un poco.

Una mañana cualquiera...

Yo fui directo a Cayo Caulker, una pequeña extensión de arena de mar en la que casi puedes ver el agua todos lados. Es el Cayo no exclusivo, vamos, el de los , con hostales de habitaciones compartidas y precios más baratos para comer que el resto de los Cayos. Pero en el lugar más barato de los cayos de Belice me costaba dormir en dormitorio el doble que mi propia habitación en el resto de países de la zona… y comer arroz con pollo también era más caro. No es que sea distinto, en el fondo es igual que el resto del Caribe centroamericano pero… más caro. Será que los «british» lo pagan.

Buenas y bonitas playas llenas de algas marinas que inundan todo en cuanto el agua te llega por las rodillas y de la inmersión al Blue Hole (un agujero en medio del mar de más de 300 metros de profundidad) no me hablaron demasiado bien, la gente que conocí que había bajado me decían que los trajes que te prestan son demasiado finos para la profundidad y el frío del agua, que no se disfruta y encima no bajaba de los 200$ por un día de .

Y como es lo único que buscaba allí decidí marchar para Guate que ya tendría más Caribe en el Yucatán mexicano.

El recuerdo bonito de Belice es el que tengo de estas fotos, desde el ferry de Belice City al Cayo… y las conversaciones con Michael, viajero puretón gringo, ingeniero de obra civil, pensador y revolucionario… un viajero de esos que dejan huella al que tuve la suerte de encontrarme de nuevo en Tikal ().

Una mañana cualquiera...

Estas son mis postales para el , que pasaré esta vez en Lisboa. No es el Caribe pero me queda pensar que lo voy a tener justo enfrente.
Mañana me voy a Lisboa hasta el 3 de Enero, os deseo un Feliz Año Nuevo y que se cumplan vuestros deseos.
Para mi solo quiero salud, el resto se que solo depende de mi.
Este 2011 lo veo viajero, con ilusiones, nuevos proyectos y muchas ganas de conocer África. Ahí os dejo esa pista.

¡¡¡FELIZ 2011!!!

Lívingston – Guatemala… ¿Guatemala?

Satellietfoto van Livingston, Guatemala

Lívingston tiene una población de 17.000 habitantes, esta pequeña ciudad Garífuna es la única del país sin conexión por carretera, la única con playas en el , la única en la que te sorprendes viendo que los «chapines» que allí habitan «son negros y juegan al basket» (como bien me dijo Quiros).

Solo puedes alcanzarla en bote desde Puerto Barrios, Río Dulce o Punta Gorda (), y esta última es la única que se parece en algo a Lívingston, porque está en Belice.

Cuando llegué estaba lloviendo y como la previsión meteorológica apuntaba que continuaría así por un tiempo decidí partir al día siguiente… no pude disfrutar demasiado del par de playas que tiene y no encontré mucho más que hacer allí, sobre todo lloviendo.
No me pareció un destino atractivo, pero si peculiar. Es como estar fuera de , la población proviene de los esclavos africanos que fueron «importados» por la corona británica hasta las revueltas de 1795 en St Vincent, y fue la única parte del país que linda con el Caribe que Guatemala consiguió quedarse tras la independencia de Belice en 1973, vamos, lo que los Británicos les dejaron quedarse porque Belice no se independizó del Reino Unido hasta 1981, momento en que pasó a ser un país divido de Guatemala por unas fronteras hechas con tiralíneas.

Dicen que la travesia desde Río Dulce es muy bonita y que el Izabal es un pasote, me quedé con ganas de visitar esa zona pero mi ruta era entrar en Belice para luego volver a Guate por .

Y tal y como llegué… me fui. En barco a Punta Gorda (20$ – 1h) y de allí a Belice City en bus (7h – 13$) y luego al Cayo Caulker (2h – 8$ en bote). ¿De verdad había salido de Guatemala para entrar en Belice?. Por el cambio desde Livingston no lo parecía pero tengo que decir que la diferencia con El Petén (Guate) fue brutal.

Foto vía: David d'O's

Volando por el mundo

Volando en Uyuni

Volando en el Salar de Uyuni en Bolivia.

El otro día Gonzalo (@Anelka) me recordó que en el viaje de vuelta al mundo aprendí a volar. Y recordando momentos acabé recopilando un set de fotos en flickr con algunos de mis vuelos. Hay fotos de los primeros intentos antes de irme, de las prácticas durante el y del perfeccionamiento que he conseguido a la vuelta… si, a costa de algún que otro aterrizaje forzoso pero, por suerte, sin ningún accidente digno de mencionar.

Volando en Angkor Wat

Volando en los Templos de en .

Desde que volví he seguido practicando este arte y me ha venido muy bien en algunos momentos, como la huelga de controladores.
Volar es algo que da bastante autonomía aunque el tema del equipaje es bastante problemático, la gente se queja de la política de equipajes de Ryanair pero yo entiendo que 10kg son un montón de peso para un vuelo :p .

Ahora estoy intentando el vuelo submarino en plan batiscafo… lo malo es que volando por el aire, hasta que llegas a capas altas de la atmósfera, siempre puedes respirar, pero en el agua ese punto se convierte en un problema. Ya buscaré la forma, solo es cuestión de tiempo.

Volando bajo el agua

Intentando el vuelo dirigido submarino en .

Hay unas cuantas más y aún me falta recopilar otras tantas… y las que quedan por hacer.
Está claro que para volar no hace falta dinero, solo ganas y un poco de imaginación.

>> Todas las fotos del Set «Volando» en Flickr <<

Volando por Galiza 3

Ya a la vuelta en probando un vuelo con aterrizaje controlado en Galiza.

Minubetrip por La Costa del Sol, el vídeo.

Ya ha salido, en minube.tv, el vídeo del Minubetrip por La Costa del Sol. Un no parar de comer y beber, como podéis comprobar, y de risas y diversión… algo que creo que también se percibe.
Para mi, el puntazo mayor del vídeo es que hayan dejado el plano en el que salto en bomba a la piscina del SPA del Hotel Villa Padierna, un hotelazo 5 en el que se alojó la Obama a su paso por el Mister Marshall Spanish . Mierda, he puesto bomba y Obama en la misma frase, espero que no me cierren el blog por terrorista.

Fue un placer y una muy buena experiencia compartir este con el resto de viajeros de la comunidad minube, con los miembros del equipo de minube y con la gente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol… a ver si hay más como este 😉 .

De Honduras a Puerto Barrios pasando por Utila.

Una vez vistas las Ruinas de Copán decidí ir a Utila a bucear un poco. Había oído que era uno de los lugares más baratos del mundo para bucear. En realidad es el más barato para certificarse, pero está al nivel de Vietnam o en cuanto al precio de las inmersiones sueltas.
Utila es una de las 3 islas de la bahía hondureña, decidí ir a esta simplemente por los precios, las otras 2, Roatán y Guanaja son más caras, Utila es el destino de , y un muy buen lugar para el cachondeo.
El de Copán a Utila consistió en 1 autobús hasta Sula (3h por unos 6$), luego otro autobús hasta La Ceiba (4h 4.5$) y por último ferry hasta Utila (1h 21$).
Llegué por la tarde a última hora y en menos de 20 minutos tenía alojamiento en una especie de resort que me regalaban con las inmersiones que había comprado en uno de los muchos Dive Centers de la isla y 10 minutos más tarde estaba en una fiesta con barbacoa en la casa de uno de los Divemaster del centro de . Reggae, cerveza fría y bombonas de oxigeno para avivar las ascuas.

Utila es el destino friki del buceo, todo el mundo va a bucear, habla de buceo, piensa en buceo y sueña cada con la inmersión del día siguiente. Son como surferos pero en buzos. Yo me entiendo. Todo esto lo compagina, una gran parte de esta gente, con el cachondeo… ¿lo he comentado ya?.
Total, que me hice un par de días de inmersiones e intenté evitar el cachondeo, aunque unas cervezas me tomé con Sonia, una amiga de Quirós que estaba en Utila a la vez que yo.
Las inmersiones me parecieron «reguleras«, no estuve en una buena época, en la estación seca hay más visibilidad y es la llegada del tiburón ballena. Aunque esperaba más, teniendo en cuenta que los arrecifes de la isla forman parte de la segunda mayor barrera de coral del mundo (detrás de la australiana). Tal vez las otras dos islas tengan un mejor buceo.

En pocos días me aburrí de «la calle«, los bares y las playas llenas de mosquitos y empecé a prepararme mentalmente para el viaje a mi siguiente destino. Quería llegar a Livingston, en el extremo oriental de Guatemala.
Me gustaba el nombre y era una de las mejores formas de llegar hasta … o eso pensaba yo.
Un día me levanté temprano (05:00 am), agarré el primer ferry a La Ceiba (1h), de ahí un autobús a San Pedro Sula (4h), otro a Puerto Cortés (1h), de ahí otro a Omoa para tomar otro minibus hasta Corinto (4h), donde se cruza la frontera de Honduras, y luego en taxi hasta la de Guatemala (10 min). Ya solo me faltaba un bus más hasta Puerto Barrios (30min) (ya en Guatemala) y por último un barco a Lívingston (1h). Total, unos 23€ todo el trayecto y 11 horas si encajas todo perfecto.
Como podéis imaginar era una misión complicada cuadrar tanta cantidad de buses, taxis, barcos… pero más o menos tuve suerte de enganchar unos con otros sin muchas esperas, excepto el bus de la frontera de Honduras a Guate. Ahí sufrí un interesante parón técnico. El minibus no salía hasta que se llenase y aquel no era un paso fronterizo demasiado transitado. De repente me llamaron de una furgoneta que acababa de llegar y me ofrecieron llevarme hasta Puerto Barrios. Cambie las mochilas y me subí. Todos menos yo eran hondureños.

En un momento del camino nos paró la policía fronteriza hondureña, nos pidió la documentación, la entregamos y un policía le empezó a increpar a uno de los pasajeros y le dijo que no le había entregado nada. Discutieron un poco y le sacó de la furgoneta, el resto de los que estaban dentro le entregaron algo y al poco tiempo volvió a entrar y continuamos el camino.
Yo no tenía muy claro lo que estaba sucediendo pero empecé a olérmelo, les pregunté y su intención era llegar a los Estados Unidos, les esperaba un largo viaje, cruzar Guatemala, entrar en y conseguir llegar al norte de Río Bravo para intentar huir de los salarios de hambre que azotan América Central. Solo un sueño, como el que tuvieron los primeros peregrinos del Mayflower, un futuro mejor.
Entonces les comenté que si eran hondureños porqué habían tenido que pagar «mordida» para entrar a Guatemala, cuando entre ambos países hay un acuerdo fronterizo para la libre circulación de personas. La respuesta fue sencilla, uno de ellos perdió su «cédula» hacía unos meses y conseguir otro DNI en Honduras es un proceso burocrático que puede dilatarse demasiado tiempo.
Solo le costó 30 dólares salir de Honduras sin identificación. Entonces la furgoneta paró y le hicieron bajarse antes de cruzar la frontera de Guatemala. Para no entorpecer al resto él pasaría andando y le esperaríamos al otro lado de la frontera.
Llegamos a la frontera, empezaron a ponernos los sellos y yo estuve hablando con los guardias mientras «el indocumentado» pasaba por detrás. Salimos de la frontera, le recogimos y al poco tiempo paramos al borde de la carretera. Me estuvieron contando como hacen para pasar «indocumentados» cuando son grupos grandes, lo hacen en la noche y por el interior de la selva, me contaron los precios que llegan a pagar a los «coyotes» que les llevan hasta su Ítaca particular, los Estados Unidos, y son cantidades que rondan los 15 o 20.000 dólares, una cifra muy alta en Centroamérica, me contaron como les trata «el narco» en el norte de México, como les secuestran, les roban y extorsionan, a ellos que no tienen nada más que sueños, me contaron lo difícil que es dar un futuro a sus familias en sus países y lo duro que es hacerlo estando fuera. Para alguno ya era el tercer viaje entre deportaciones y expulsiones.
Me vieron tan interesado que les sorprendió, me preguntaban si era prensa, miraban mi cámara, me preguntaron por mi las fotos, por mi viaje… y en un momento dado me ofrecieron acompañarles en el suyo. Me dijeron que podía documentar su ««, su camino a «El Dorado«.
Pude estar 20 minutos dándole vueltas, era una historia muy interesante, pero muy arriesgada. Si quería ir con ellos todo el camino tenía que entrar ilegalmente en México y USA. Entonces algunos de ellos empezaro a decir que tal vez fuese muy peligroso para mi ir con ellos por el norte de México, un europeo con cámara de fotos entre un grupo de «sinpapeles» hondureños. Un botín para «el narco«. En ese momento el conductor decidió continuar el camino, pero los planes cambiaban, me dejaban en un cruce esperando que pasase otro autobús y ellos modificaban la ruta, mejor no arriesgar, que ya les habían parado antes de entrar en Guatemala.

Y fue en un cruce de carreteras, a 4 km de Puerto Barrios, donde me despedí de ellos y les vi partir con esa mezcla de ilusión y miedo del que va camino de algo mejor que lo que deja atrás. Sin más equipaje que una mochila con una muda y algo de comida. Hector me dijo que no hace falta nada más para empezar una nueva vida.
Supongo que si dejas atrás tu familia, tus amigos y todo lo que eres, si partes sin saber cuando volverás, sin saber si conseguirás llegar, si barajas la idea de que ese viaje pueda ser el fin de tu camino, tal vez tenia razón y lo menos importante es lo que llevas en la mochila.

Al poco tiempo pasó otro autobús camino de Puerto Barrios, para cuando llegué ya había salido el último ferry y tuve que hacer noche allí. En una ciudad portuaria, húmeda, calurosa y un tanto sórdida. Un lugar de paso, la ciudad que fue uno de los cuarteles generales de la United Fruit Company en la época en que esta transnacional estadounidense tumbaba y nombraba presidentes a su antojo en toda América Central.

Y en un hostelucho pasé la noche pensando en Hector, Mario, Carmen y el resto de Hondureños de la furgoneta, pensando en sus mochilas, en que tal vez las llevasen llenas de recuerdos para su nueva vida, pensando en la ironía que me resultaban sus sueños de vivir en el sistema que ha devorado sus países y que luego, tal vez, los vomitará a ellos. Pensando en la pobreza que azota la región en la que me encontraba y pensando en Galeano y sus «Venas abiertas«:

Pensando que «la lluvia que irriga a los centros del poder ahoga los vastos suburbios del sistema«.
Pensando que «el sistema en vez de multiplicar los panes hace lo posible por suprimir a los comensales«.
Pensando que » el subdesarrollo latinoamericano es una consecuencia del desarrollo ajeno, América Latina es pobre porque es rico su suelo y los lugares privilegiados por la naturaleza son malditos por la historia«.
Pensando que «el subdesarrollo no es una etapa del desarrollo. Es su consecuencia«.

Pensando en un párrafo que ya había usado antes en el blog, un párrafo de ese impresionante libro de lectura obligatoria en un viaje por el continente americano: «Las vengas abiertas de América Latina», de Eduardo Galeano.

Pensando que «América es, para el mundo, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo, una subAmérica, una América de segunda clase, de nebulosa identificación.
Es América Latina, la región de las venas abiertas.
»

Ahora releo ese párrafo y pienso que «nosotros» son «ellos«, pero aquella noche, en aquella habitación, dando vueltas en la cama sin poder dormir por el asfixiante calor y con el sonido de la lluvia golpeando contra el tejado de uralita, aquella noche, «nosotros» era «yo«, y yo era Hector, y era Mario, y Carmen, y Luis, y Alfredo, y Néstor y Laura.

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