Beijing día 3/3: El Palacio de Verano, algunos rascacielos y una ración de bichos

Palacio

El Palacio de Verano es uno de esos lugares imprescindibles que tiene Beijing, comparable con la Ciudad Prohibida en muchos aspectos, tanto arquitectónicos y decorativos a los ojos occidentales como en el tema de la masificación y la inmensidad de los espacios. En China no hay nada pequeño excepto los chinos (lo dice un tipo de 1,68).

Aquí no funcionó el truco de usar cualquier carné como si fuese de estudiante e incluso, superando las expectativas, la chica de la taquilla agarró mi carné de estudiante y dijo: ¡Thailand!, con la total seguridad de que me lo había hecho falso en Khao San Road (Bangkok). Tengo que admitir que algo de razón llevaba, por no decir toda. Con lo que nos tocó pagar los 30 yuanes que costaba la entrada sin acceso a salas, la completa eran 60.

Calles

Este complejo fue saqueado y destruido en las sucesivas guerras del opio, de ahí las mezclas arquitectónicas que se encuentran en su interior. Aunque para mi China es ese lugar donde todo parece un restaurante chino menos los restaurantes chinos, por eso yo no encuentro demasiadas diferencias en sus estilos clásicos. Vamos, que todo me parece lo mismo.

Está bonito para pasear, ver la inmensidad de los jardines, de los palacios que hay en su interior, del lago, de los templos… y tirarse un buen rato caminando si es que lo quieres ver entero. Pero a mi a partir de las 3 primeras horas como que dejo de encontrar diferencias. A todo se acostumbra uno.

Arquitectura

Plaza

-¡Que síííí!, que es muy chulo, que no te lo puedes perder…-, pues claro, y hubo momentos de tranquilidad en lugares específicos que disfruté, me quedaron un par de fotos chulas y estuve en otro de esos lugares míticos del imaginario viajero. Hasta me reí cuando los chinos nos hacían posar en sus fotos tantas veces que llegué a pensar que iban a hacerse fotos con turistas en vez de a ver el Palacio. (Abajo Jose en medio entre chinos y la que hace la foto con la diadema no es china aunque lo parece, es Diana :p)

Fotos entre chinos

O me sorprendí con la imagen desde un mirador viendo que hasta dentro de esa inmensa «zona verde» el smog impedía ver nada en la distancia.

Lago

Comimos cerca de allí y nos fuimos en metro a ver otra parte totalmente distinta de Beijing, el distrito financiero, edificios altos, oficinas y centros comerciales: Cháoyáng Sur. Paseamos entre mastodónicas estructuras de hormigón y gente trajeada en contraposición con la vida en el barrio de los hutóngs que era donde estaba nuestro hostal y pudimos disfrutar de las vistas de «el calzón gigante«, el nombre con el que se llama en la ciudad al edificio de la CCTV, la televisión estatal china.

Edificios

Es un edificio de 234 metros de altura con una forma imposible diseñada por Rem Koolhaas y Ole Scheeren. Según cuenta la Lonely Planet en 2009 durante unos fuegos artificiales en una fiesta organizada por la propia CCTV el edificio se incendió y la cadena censuró la noticia a pesar de que se veía a kilómetros de distancia. Una estupidez propia de las dictaduras, ¿verdad?, pues aquí no nos rige un régimen totalitario «socialista» y podría asegurar que en Telemadrid he visto cosas parecidas. Lo dejo ahí.

Edificio CCTV

No tarde ni 2 minutos en pensar la típica frase chorra de «¿como harán para limpiar los cristales?» y de pronto me fijé que lo estaban haciendo. Había 5 personas en lo alto del edificio rapelando de unas cuerdas inmensas (al menos 250 metros) con sus cubos y sus estropajos para dar cera y pulir cera. No se que delito habrían cometido para una tortura de esta índole pero no me gustaría nada estar en su pellejo. Auguro que para 2018 igual no han terminado de limpiar todos los cristales.

DSC_7320

Seguimos paseando por Jianguiomenwai Dajie hasta Silk Street, la calle de la seda, o bueno, un centro comercial enorme con un parking repleto de autobuses de turistas (en su mayoría españoles) en el que comprar productos de todo tipo a unos precios bastante buenos. Ropa, electrónica, suvenirs, juguetes, absurdeces varias o calculadoras que hablan son algunos de los productos que puedes encontrar en este bazar gigante con aire acondicionado donde es posible regatear y comprar completamente en español.

Una vez realizadas todas las compras continuamos hasta Dongcheng para ver la Iglesia de San Jose, tenía ganas de ver un cura chino pero estaba cerrada y terminamos en Wangfujing Snack Street, una calle llena de puestos de comida de todo tipo. Desde cordero, fideos o arroz hasta ciempiés, larvas, arañas, caballitos de mar o tripas de cualquier animal. Ya sabéis el dicho: en China se come todo que corre menos una mesa y todo lo que vuela menos un avión.

Esto no es cosa de costumbres milenarias o tradiciones exóticas, esto lo produjeron las hambrunas provocadas por la Revolución Cultural que hubo a partir de 1966. Provocaron que millones de familias se quitasen los tabús para poder tener algo que llevarse a la boca. Una vez que pasaron las hambrunas se dieron cuenta de que tampoco estaba tan malo y es desde entonces que la gastronomía china ha aumentado en ingredientes (Leído en El Gallo de Hierro de Paul Theroux).

Unos pinchos

A ver si me pasan fotos o vídeos de la experiencia los que se animaron a probar, yo muchos de estos «animales» ya los había comido pero el precio que tenían en ese mercado me pareció demasiado alto (muy para turistas) y no me uní al festín.

Del mercado seguimos caminando de vuelta a casa para cenar algo no sin antes hacer las paradas obligatorias para esos aerobics mutitudinarios que se dan en los parques de China y poder ver un poco del cambio de guardia en Tiananmen. Un día intenso que tuvo recompensa con las habitaciones del Qianmen Hostel. Como no había billetes para el tren nocturno a Pingyao decidimos ir en el rápido y pasar una noche más en Beijing, el problema era encontrar habitaciones para 11 personas de un día para otro en agosto. Hubo suerte con el Qianmen Hostel y aunque se escapaba un poco de presupuesto (127 yuanes por persona) decidimos liarnos la manta a la cabeza aprovechando lo que nos ahorramos del visado de Qatar.

Al día siguiente empezaba el movimiento, la próxima parada en un viaje de ida a Katmandú era la ciudad anciana de Pingyao y su espectacular muralla.

Zaijian Beijing, ¡hasta otra!.

>> Todas las fotos del viaje <<

Tertulias Viajeras Barcelona / Foto de la semana

Tertulias Viajeras Barcelona

El jueves pasado tuvo lugar la primera edición de las Tertulias Viajeras en Barcelona. La familia crece en este bonito proyecto que comenzó como una reunión de viajeros para hablar de lo que más nos gusta y disfrutar entre amigos de un par de horas mensuales de sueños e historias increíbles a lo largo y ancho del planeta.

La acogida fue mucho mejor de lo esperado y cerca de 100 personas nos dimos cita en el St. Christopher’s Inn para charlar, en este caso, de viajes de larga duración. La esencia se mantuvo intacta y las aportaciones, las historias, tanto de los ponentes como del público, la participación y la calidad de las mismas fueron «inconmensurables» (me encanta ese palabro), como en cada edición de las Tertulias.

Esperemos que la familia siga creciendo, algo de lo que no me cabe duda, y que las Tertulias Viajeras lleguen a cualquier lugar donde haya alguien dispuesto a charlar de viajes. Por ahora seguiremos en Madrid y Barcelona con una cita mensual en cada ciudad pero las puertas están cada vez están más abiertas, no nos reservamos el derecho de admisión y además aquí… cabemos tod@s.

Quiero dar las gracias a los ponentes y al público que son parte fundamental para que las Tertulias funcionen, está claro que sin todos vosotros no seríamos nada. Está claro que las Tertulias sois vosotros.

¿Nos vemos en las siguientes?

(*) Ya está abierta la inscripción para la siguiente edición en Madrid, será el 15 de Octubre a las 19.30 y el título lo dice todo:  Viajes con sabor, los mejores destinos gastronómicos.

Beijing día 2/3: La sección Secreta de la Gran Muralla (China)

Great Wall / La Gran Muralla

El título del post no es por tirarme el rollo con que llegamos a ninguna parte secreta e inexplorada de la Gran Muralla, es mayormente porque el tour que nos llevó a ella se llama así: Ancient-Secret Wall Tour.

No teníamos muy claro que hacer con la Muralla, hay un montón de opciones tanto a nivel «como ir» como opciones para el «donde ir«. Hay partes más turísticas, otras menos, hay partes restauradas, hay partes que se mantienen tal y como las construyeron hace más de 2.000 años… vamos, una oferta inacabable.
La opción que iba ganando era Simatai y tal vez el paseo a o desde Jinshanling, hacerlo por nuestra cuenta en transporte público y comer unos sángüiches que nos llevásemos, vamos, la opción barata. Hasta que preguntando una cosa en la recepción de Leo Hostel vi el cartel de un tour y se lo propuse al grupo. No sonaba mal, prometían un tour sin tiendas, sin vendedores y sin masificaciones a una parte «secreta» y con tramos no restaurados de la Muralla. El autobús nos recogía a la salida del hutong y nos dejaba a la vuelta e incluía el transporte, comida, entradas o «impuestos revolucionarios» y un guía con el que empezar el recorrido y que contaba las cosas básicas, todo por 240 yuanes (28 euros) después de un poco de regateo. A la manada le pareció bien por mayoría absoluta y como moverse en un grupo de 11 en transporte público en una ciudad como Beijing no es algo, digamos, sencillo… acabamos reservando el tour a una parte «secreta» de la Gran Muralla China sin tener muy claro lo que nos encontraríamos en realidad.

Great Wall / La Gran Muralla

Y lo que nos encontramos, además del atascazo habitual para salir de Beijing, fue lo que nos prometieron (con la apreciación de la subjetividad del termino «secreta» a esta parte de la Muralla).

Nada más llegar al parking ya nos sorprendió verlo vacío y mirando las torres en lontananza no se apreciaba casi la presencia de otras personas. Esto es un factor muy determinante en el país más poblado del mundo. Ya he comentado en anteriores post que la masificación es una constante en China y disfrutar de un lugar sin cientos de personas a tu alrededor proporciona una sensación de felicidad que se agradece de manera que solo puede imaginar quien lo ha sufrido.

El guía nos explicó unas cuantas cosas básicas que ya están en wikipedia o en cualquier guía de viaje, nos confirmó que no se puede ver desde el espacio (siento derribar el mito), que no es totalmente continua sino que los 6.000 km que la forman son la unión de partes construidas con barreras naturales como montañas o ríos y que justo la torre en la que empezábamos fue desde la que se empezó a construir la Muralla en la parte china, que las del otro lado estaban en la parte mongola. Así mola más.

Great Wall / La Gran Muralla

Quedamos con el guía un par de horas más tarde «en la puerta«, nos hicieron prometer que no abandonaríamos el camino de baldosas amarillas y nos soltaron para descubrir por nuestra cuenta esta nueva maravilla del mundo moderno que además es Patrimonio de la Humanidad.

Tengo que decir que fue una de las mejores experiencias que tuve en China. La Muralla es espectacular, una obra verdaderamente increíble que ni te planteas el tiempo que pudo llevar construirla y además no había mucha más gente que nosotros. Nos pusimos a caminar y después de un par de torres y un par de cuestas decidimos parar para hacer unas fotos y unos vuelos en un sito con unas vistas espectaculares y de allí nos movimos poco más.

Great Wall / La Gran Muralla

Great Wall / La Gran Muralla

Estuvimos haciendo fotos de todo tipo en un rato de lo más divertido, posando para las fotos de los 4 chinos que pasaron, charlando, riendo y disfrutando del paisaje y la tranquilidad que se respiraba.

A la hora estipulada estábamos todos en la «puerta» y nos llevaron al restaurante donde nos sirvieron una comida algo básica y de ahí directos de nuevo al atasco de Beijing. La tarde la pasamos entregados haciendo «nuestras labores» y por la noche cenamos en un hutong cercano. Nos comimos una especie de barbacoa china y celebramos el cumpleaños de Alba (que fue el día antes pero se nos pasó un poco :/ ).

Great Wall / La Gran Muralla

A pesar de no ser demasiado partidario de hacer tours disfruté con este de uno de esos lugares que más llevaba mitificados de casa. Era el mayor aliciente en Beijing, por suerte me pareció mejor aún que la idea preconcebida que tenía y acabó quedando como uno de los recuerdos más especiales de este viaje. Aunque bien es cierto que no ha tenido pocos.

Great Wall / La Gran Muralla
Foto de equipo en la muralla con la bandera de Paso del Noroeste.

La parte a la que nos llevaron no acabo de tener claro cual es, según los carteles se llama Badaling Ancient Great Wall Scenic Area pero no tiene nada que ver con la famosa y masificada parte de Badaling. Al parecer se encuentra a 10 km al suroeste de este punto, pero no puedo dar muchos más datos para hacerlo sin tours porque me fijé y no tenía pinta de llegar mucho transporte público hasta allí..

>>Todas las fotos de China en Flickr<<

VI

VI

Hoy hace exactamente 6 años de aquel 25 de Septiembre en el que me sentaba delante de un ordenador para empezar a contar la idea de un viaje que terminó siendo un antes y un después en mi vida.

Aquel martes, al igual que hoy, andaba con muchas ideas en la cabeza y solo una clara: tengo que marchar. El blog fue la excusa del recuerdo, del diario, la manera de que todo lo que se me venía por delante quedase grabado en algún lugar. Y quedó. Y va quedando.

Nunca pensé que 6 años más tarde seguiría contando aventuras y desventuras, unas más grandes y otras más pequeñas, y alimentando con mi tiempo esta fiera que por momentos me posee. El blog ya es parte de mi, de mis viajes y de mi día a día. Escribir se ha convertido en algo tan adictivo como viajar, compartir, animar a los demás a transportarse a otros lugares aunque solo sea por unos minutos desde el sofá de casa o la silla de la oficina es comparable a vivirlos, porque hacer vivir es vivir.

Pero para que esto sea posible hacen falta 2. Hacéis falta vosotros. Y estos 6 años os los quiero dedicar a los que habéis estado ahí animando y apoyando en los momentos bonitos y en los no tan bonitos. A los que os manifestáis y los que nunca habéis dado señales de vida. A los viejos y a los nuevos. A los criticones y a los aduladores. Por vosotros sigo, la adicción es más bonita cuando es compartida (dicen los yonkis), y la mía con los viajes es un placer compartirla con ustedes.

Vamos a por otros 6 años.

¡Buen viaje!

Equinoccio autumnal / Foto de la semana

Oton?o

Hoy a las 22.44 en el hemisferio norte pasamos del verano al otoño. A partir de ahora los días empezarán a hacerse más cortos, el sol calentará menos, el azul de cielo irá perdiendo intensidad y las nubes grisáceas se convertirán en compañeras intermitentes.
Se acabó lo que se daba, toca cambiar las chanclas y el pantalón corto por los abrigos y las bufandas.

Me lo ha recordado una hoja de arce impaciente, que no ha podido esperar.

Utilizamos cookies en nuestro sitio web

Por favor, confirma si aceptas nuestras cookies de seguimiento. También puedes rechazar el seguimiento, por lo que puedes seguir visitando nuestro sitio web sin que se envíen datos a servicios de terceros.