Un paseo en barco por la Albufera de Valencia

Atardecer

Cienes y cienes de veces he escuchado la típica frase: «no se pa’que te vas tan lejos si aquí hay sitios que son la hostia«, y es una afirmación con parte de razón. Yo siempre respondo educadamente con el orgullo de pensar que seguramente de esos, también he visto más que él (o ella).

La Albufera de Valencia es uno de esos sitios de aquí que son la hostia, que diría aquel. Un impresionante humedal en el que se encuentra el lago más grande de España, innumerables especies de aves migratorias acuáticas, plantaciones de arroz y unos paisajes espectaculares.

Atardecer

Desde allí contemplé el atardecer más bonito que he visto en Valencia y queda en muy buena posición en el ranking general de atardeceres. El reflejo del sol en las aguas de la Albufera, la pureza del aire en este Parque Natural, los contraluces del resto de afortunados que disfrutaron del espectáculo y las siluetas de los barqueros regresando de otro día de pesca creaban un ambiente idílico que los rojos del crepúsculo no podían mas que engrandecer.

Atardecer

Atardecer

Atardecer

Atardecer

Una vez el sol termino de ocultarse buscamos algún barquero que nos dejase un buen precio para dar un paseo por la Albufera mientras cenábamos en su barco. No podía ser una barquita, mejor un velero pequeño de los que avanzan empujados por un palo, como una góndola, para surcar estas aguas tan poco profundas. Nosotros habíamos llevado comida y algo de beber pero si no te apetece preparar nada puedes encargar la comida y que te la preparen los del barco, no es mala opción para ir a comer o cenar, no es caro y los arroces de la zona son bastante reconocidos.
Creo recordar que no costó más de 10 euros por persona por el paseo en barca poniendo nosotros la cena y fueron cerca de 2 horas o algo más recorriendo el lago y contándonos alguna que otra historia de la zona mientras mirábamos ensimismados las postales que se formaban a lo lejos.

Atardecer

El barco avanza a oscuras, lento, dejando contemplar las luces de los pueblos, el resplandor de Valencia y como aparecen las primeras estrellas. Primeras que acaban siendo únicas ante la omnipresente luz de la luna. No cambiaría los paisajes iluminados por la luna que vi aquella noche por saber como son sus cielos, pero estoy dispuesto a repetir.

Vistas en la Albufera

Paseo en barco

En uno de los mástiles tiene unas luces fluorescentes que encienden cuando se detiene para la cena en un lugar tranquilo, durante el trayecto las dejan apagadas pero en un momento concreto las encienden para sorprender a los clientes con el espectáculo de las llisas saltando hacia la luz. Un par de ellas se colaron en el barco y produjeron un par de situaciones graciosas, la otra situación graciosa fue un ligero encallamiento que sufrimos contra unas plantitas, nada que no se pudiese superar con la máxima del gobierno en estos tiempos: «¡Todos a remar juntos!», nos dijo el barquero.

Llisa

La Albufera es la excusa perfecta para buscarse un alojamiento económico en Valencia e irse a pasar un fin de semana por allí. Además ahora que llega el buen tiempo se le puede sacar partido a la playa, a los chiringuitos, a su clima mediterráneo y a las palmeras. Si, palmeras, en Valencia hay palmeras y yo es algo que aprecio mucho cuando voy a un sitio. Será que mi sangre ya es casi tropical y se acelera con solo notar referencias a climas cálidos.
Vale, puede parecer raro pero sed sinceros ¿a vosotros no os dan buen rollo las palmeras?.

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