Foto por Alfonso Barona (www.alfonsobarona.com)
No pensaba escribir ningún post sobre la navidad, esas fechas que siempre he relacionado con el consumo masivo y el frío, porque la otra parte, la del nacimiento del «niño dios«, es algo que me resbala bastante. Aunque la navidad no deja de tener un punto que siempre me ha gustado, el punto hortera, feo, ridículo; el de las borracheras con los compañeros de trabajo, el de los disfraces y los cotillones, el de poder desparramar agusto sin miedo a la «vergüenza«… vamos, el del cachondeo. La gente se suelta, en lo personal y en los bolsillos y durante estas fechas está todo permitido.
Por eso yo también me he soltado y en medio de Mae Sot, en Tailandia, con casi 28º de temperatura y en pantalón corto he pillado un árbol de navidad, un gorro de papa noel y me he dado una vuelta para intentar mostrar el espíritu navideño en un país tropical que no es cristiano.
Lo que ha salido es la foto que encabeza el post y muchas risas de la gente que pasaba… aquí la navidad es solo un día de fiesta que no significa nada, su representante «divino» nació unos 500 años antes que Cristo, en India, se llamaba Siddhartha Gautama, aunque fue más conocido en el mundo por su apodo: Buda, que significa «el iluminado«, y nunca leyeron su mensaje interpretando que para su nacimiento había que gastar mucho dinero en «El Corte Inglés«, o comer langostinos y marisco a «tutiplén» aunque no sepas que podrás comer mañana, nunca la jerarquía eclesiástica quiso aprovecharse de este acontecimiento del pueblo, y además, como nació entre los trópicos, no ha aparecido ningún personaje vestido de rojo que reparte regalos en un trineo tirado por renos… principalmente porque tienen claro que aquí ningún barbudo inventado (espero que no haya menores leyendo esto) les va a traer regalos por muy buenos que hayan sido, aquí el regalo es cada día.
Mañana 24 voy a pasar la «nochebuena» metido en un autobús nocturno camino de Bangkok, decidle a Santa Claus que no me busque, que mi regalo ya lo tengo… es estar aquí. Solo me falta una cosa: la familia y los amigos, pero bueno, no se puede tener todo en este mundo, seguro que ellos (vosotros) lo saben (sabéis) también y disfrutarán (disfrutaréis) de estas fechas sin mi.
Un abrazo enorme y ¡¡Feliz NaviPak!!.
(*) Si no sabes que regalar estas navidades, que los Reyes ya están aquí al lado y todos queremos un regalo, aunque sea “del yerno mangante”, acuérdate de los que quieres con un REGALO SOLIDARIO de Colabora Birmania.