Hace un par de meses estuve por Barcelona unos diez días, es una ciudad a la que he ido bastante y en la que siempre descubro algo nuevo. Esta vez el descubrimiento fue el Turó de la Rovira, una colina de 262 metros con unas vistas privilegiadas de la ciudad. Me llevó Sergi, le había conocido en Cairo un año antes y volvimos a coincidir en Barcelona, pero ya hablaré sobre él pronto en un post algo distinto.
El Turó está situado algo más arriba del Parque Güell en las paradas de metro de El Coll-La Teixonera o Guinardó. Nosotros fuimos caminando desde Lesseps para poder atravesar el Parque Güell y callejear un poco por la zona. Sergi utilizó el paseo para informarme de lo que íbamos a ver y ponerme en antecedentes.
La colina fue una zona empobrecida y fundamentalmente agrícola durante todo el siglo XVIII y principios del XIX. En los años de la Guerra Civil el ejército republicano construyó una batería antiaérea para defender Barcelona de los ataques de la aviación de las tropas sublevadas. No me extraña que eligiesen este emplazamiento, desde aquí puedes controlar todo el espacio aéreo de la ciudad.
Ahora estos restos se conservan como un conjunto patrimonial que forma parte de la historia de Barcelona. Pero cuando estás allí, a pesar del interés histórico de todo esto, lo que de verdad impresiona son las espectaculares vistas de 360º que puedes contemplar de Barcelona. Me atrevería a decir que mejores incluso que desde Tibidabo porque aquí te sientes «más en medio» de la ciudad, menos lejano.
Incluso puedes ver Tibidabo desde aquí desde una perspectiva distinta, más de tú a tú.
Con el mar a lo lejos y el pequeño bosque/parque que rodea el Turó da la sensación de no estar en una ciudad, de haber salido de lo urbano para entrar en un pequeño remanso de paz alejado de la ruta típica de Barcelona (atestada de más turistas y rodeada por una amplia variedad de gafas de pasta).
Es el lugar perfecto para evadirte y disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.
Al bajar continuamos caminando por otra de las colinas de la zona, con iguales vistas y menos construcción. La idea del ayuntamiento era construir el Parque de las 3 colinas en esta parte de la ciudad, la especulación urbanística se ha encargado de retrasarlo aunque he leído que el proyecto sigue adelante. Esperemos que acabe saliendo.
Entre los detalles que se pueden vislumbrar desde las alturas del Turó está la vista de La Sagrada Familia con una perspectiva distinta a las que estaba acostumbrado. Además tuve la suerte de que quitasen todas las grúas y construcciones metálicas que la rodean para que pudiese hacer la foto. Fue un detallazo por su parte :p .
Bueno, eso o tal vez fuesen unas cuantas horas de photoshop en una tarde aburrida sin mucho que hacer.
Me gustó volver a Barcelona, los encuentros que tuve con compañeros de viaje, con colegas de toda la vida, los paseos, los cañeos… Desde que volví no paro de mirar tiendas de viajes en dscuento para una escapada corta, o larga (tampoco vamos a escatimar), pero la verdad es que la economía no me da para mucho y hasta que vuelva a reinsertarme al mundo laboral creo que me tendré que limitar. Eso si, me estoy aficionando este tipo de webs que recopilan ofertas, me paso noches haciendo combinaciones y pensando en «el siguiente destino«. No estoy bien, lo se, pero se ha unido al blog, a los libros y las buenas conversaciones para convertirse en «mi manera» de seguir viajando desde casa.