Bueno, ante la avalancha de mails y comentarios (Julia, te aseguro que no eres la única 😀 ) voy a continuar posteando, solo quiero explicar que si no lo he hecho antes no ha sido porque la resaca del cumpleaños me haya durado 2 semanas (casi), es que en Bali internet es muuuuy caro y va muuuuuuuuuuuyyyy lento, con lo que esto me esta saliendo por un ojo de la cara, solo espero que esta carnaza calme, aunque sea un poco, vuestro apetito, jejejeje… os prometo ponerme al día desde Malasia, llego el 21… que allí internet funciona muy bien y es barato, mientras a disfrutar un poco con lo que fue Laos.
El viaje en bus desde Savannakhet acabo durando cerca de 18 horas, el accidente que tuvimos provoco que no llegásemos a tiempo a Pakse para cambiar de autobús, con lo que tuve que esperar cerca de 4 horas (de 3 a 7 de la madrugada) metido en el autobús sin entender casi nada de lo que estaba pasando. Por señas me indicaban que tenia que esperar al siguiente bus (o eso creía entender yo) y como estaba medio adormirlado les dije que me avisasen y me tumbe a dormir.
En un momento dado me despertaron y me metieron en otro bus, en el que seguí durmiendo, de ahí me pasaron a una pick-up cerca de 4 horas después y cuando empezaba a despejarme paramos y me señalaron unas barcas… -«como?… ah claro, que voy a una isla«-
Y así llegue a las 4000 islas, un lugar en el que el Mekong se abre y forma una red de canales dejando entre ellos unas masas de tierra de diversos tamaños que varían bastante entre la estación seca y la húmeda. No todas las islas, es mas, muy pocas de ellas están habitadas.
Yo decidí ir a Don Det. Me habían hablado muy bien de esta zona, había leído maravillas sobre sus paisajes y la tranquilidad de estas islas tan «poco turísticas«.
Pero es que a mi me pasa una cosa, cuando digo que un sitio es poco turistico, lo digo porque no hay turistas, no porque no haya resort y hotelazos. Y en mi opinión las 4000 islas no es un destino «poco turístico«. Vale que la mayoría de la gente son mochileros, que no hay electricidad a partir de las 22.00, que internet es caro y los restaurantes cierran a las 21.00… pero si la gente con la que voy a relacionarme son extranjeros, entonces no siento el país que visito y por tanto ese sitio no es «poco turístico«.
Total, que llegue allí, elegí un guesthouse de entre las decenas que han crecido como espárragos en los últimos meses y dedique el día a lo mismo que lo dedica la mayoría de la gente allí: nadar… y esto es: hacer nada. El bungalow con hamaca y vistas al Mekong fueron 2.5 $, la media del lugar.
Me tumbe en mi hamaca, me hice un invento para que no me comiesen los mosquitos cuando se quedaba parada y asi paso mi dia… ah bueno, tambien gaste algo de tiempo esperando las comidas… me explico. Laos es un país en el que a veces parece que el tiempo se para, pocos países hay en este planeta en que la gente se tome todo con tanta calma. Hay un dicho popular en Asia que reza así: «Los camboyanos plantan el arroz, los vietnamitas lo cosechan, los laosianos… simplemente lo escuchan crecer «.
Y si Laos es tranquilo, Si Phan Don es mortal. Conviene pedir antes de tener hambre porque son 10 minutos para que el camarero se levante a decir en la cocina lo que quieres, y a veces te pone mala cara por hacerle currar. Luego, de la cocina sale un sonido que debe ser: «joooer… me voy a tener que mover?»… y tu mientras flipas y sonríes como si no entendieses nada.
Una de las posturas que mas gustan en Laos es sin duda la horizontal, pero es que en las 4000 islas llegue a pensar que igual eran tetraplejicos de lo poco que se movían.
Pero dejando a un lado esta peculiaridad del país que tiene muchisimo encanto y te hace disfrutar bastante del mismo, continuo con mi estancia allí.
El primer día me intente adaptar y no hacer nada…no estuvo mal, relax. Pero el segundo mi cuerpo me pedía movimiento. Me alquile una bici y me recorrí Don Det y Don Khon. El camino es muy bonito y si madrugas no hay nadie para cobrarte el cruce del puente que une las 2 islas.
Mi intención era dar una vuelta por esos paisajes de arrozales inundados y búfalos de agua por doquier, ver los delfines de agua dulce del Mekong (Irrawaddy Dolphins) y alguna de las cataratas que hay en las islas.
Cuando llegue al lugar desde el que parten los botes para ver los delfines se me acerco una amable mujer con la que tuve una interesante conversación. Ella casi no hablaba ingles y yo había aprendido unas escasas frases en laosiano, pero para mi fue algo así:
Ella – Vienes a ver a los delfines?
Yo – Si, claro.
Ella – Se han ido a Camboya.
Yo – De vacaciones o trabajo?
Ella – (cara de: que dice este?)
Yo – Y cuando vuelven?
Ella – Pa las fiestas.
Yo – Pues les dice que he venido y les da recuerdos de mi parte.
Ella – (Ein????)
Yo – Y las cataratas??
Ella – Por allí… ( me señala el camino).
Yo – Y estarán??
Ella – Si, estas no se mueven.
Yo – Gracias, hasta luego!
Ella – (Cara sonriente)
Y seguí el camino que me había señalado con una extraña sensacion y una pregunta en mi cabeza: «en Camboya??»… luego me explicaron que los delfines migran dependiendo de la estación y seria lo que la mujer intento explicarme.
Buscando las cataratas me perdí un poco y llegue a otro sitio desde el que ver delfines, allí un hombre me pregunto: -«quieres ver delfines?, te hago buen precio«-, a lo que yo le conteste: -«igual me sale caro ir hasta Camboya, que ya me han dicho que no están«-… entonces puso cara de: «mierda, este no pica«, se dio la vuelta y se fue. Entonces me acorde de todos los turistas que vi el día anterior comprando el tour para ir a ver a unos delfines que no estaban… pobres.
Y de ahí me fui a la catarata, unas fotos, mas paseito en bici y al pueblo de nuevo a comprar el ticket para pirarme de allí.
No conseguí entender el porque de tanta gente que conocí que llevaban 2 semanas o 3… o 7 meses allí!!!. Con lo que me estaba gustando Laos me seria imposible desperdiciar mi mes de visado en ese lugar… pero vamos, para gustos están los grosores y todo depende del grosor del cristal con que se mire… no era algo así???.
De todas formas también llovía todos los días y yo me estoy pasando el viaje huyendo de la lluvia, igual me influyo para no poder relajarme a gusto.
Y de ahí salte a Pakse, son como 5 $ en bus local y cerca de 4 horas de camino… a Pakse fui porque sus 3 primeras letras coinciden con mi nombre de pila y además se cruza a Tailandia de una forma muy sencilla y vía terrestre. Es el único cruce entre estos dos países en el que no tienes que atravesar el Mekong.
En el próximo capitulo mi aventura a lo Easy Rider por el Bolaven Plateau… espero no haceros esperar demasiado.
Lo de los delfines es buenísimo. Igual en los meses que no están echan a algún laosiano al agua con un bañador turbito color delfín rosa y una aleta a la espalda, a que haga el paripé.
Cuídate!