Khao San Style

Pues he vuelto una vez mas a , la idea es salir mañana para Ko Tao, una de las islas del sur, para hacer un poco de submarinismo y relax… en la encuesta de un post anterior acabo ganando la opción y yo me ciño a vuestras decisiones 🙂 . De todas formas no me hubiese dado tiempo a lo de la meditación… y es que en Bangkok he estado estos días realizando un proyecto fotográfico que ya llevaba tiempo rondandome la cabeza: Style.

Khao San Style nació en la calle que da nombre al proyecto, Khao San Road, una de las calles mas curiosas y cosmopolitas del sudeste asiático y casi me atrevería a decir que del mundo. En esta calle se juntan casi todos los tipos de personas que puedas ver a lo largo y ancho del planeta, esto produce situaciones e imagenes verdaderamente increibles, y mi idea era retratar a esta gente, la fauna que recorre Khao San Road, la fauna que hay en el mundo… e intentar mostrar lo que es el estilo Khao San Road, una mezcla de autenticidad y moda, de extravagancia y horterismo… gente que siempre ha sido así y gente que se transforma cuando llega a aquí. Algo difícil de explicar con palabras pero muy fácil de mostrar con imagenes.

Esto es Khao San Road, esto es el Khao San Style.

Y aquí todas las fotos: Proyecto Khao San Style.

Aun tengo que contar bastante de lo que ha sido , un país maravilloso con una gente increíble, desde Ko Tao intentare actualizar el blog con lo que me falta y ponerme al dia al fin… el relax de no tener nada que hacer supongo que me permitirá darle caña a esto, mientras espero que disfrutéis con estas fotos tanto como yo disfrute haciéndolas, conocí a cientos de personas y fue una experiencia muy interesante. Detalles no voy a contar para no quitar misterio, anécdotas… todas las del mundo, gente que quería, gente encantada, gente que no me escuchaba, que pensaba que les pediría dinero, gente que lo hacia porque era gratis, gente que no me daba el mail para no recibir spam, gente que me daba el de sus amigos y todo, gente que me contaba su , gente que no me hablo (solo poso), gente de todo tipo, color, ideología, religión, cultura, peso, altura y Style.

Todas las fotos: Proyecto Khao San Style.

Vang Vieng: Tubing, turistas y cintas de vídeo.

Todo empieza a parecerme extraño cuando descubro que para llegar a Vang Vieng desde Luang Prabang no hay autobuses locales… me empiezo a hacer preguntas como: «es que la población local no visita Vang Vieng?». Una vez allí me quedo claro que NO.

Fueron 11 $ por unas 10 horas de en autobús. Lo primero que vi al llegar fueron masas de rubios/as paseando en bañador y bikini en una ciudad sin playa (aclaro: los rubios nunca me dan buena espina), decenas de sentados en los bares abducidos por la televisión y una calle principal que se asemeja mas a Road en Bangkok que a cualquier otra que puedas ver en . Lo peor fue cuando me di cuenta de que «los abducidos» observaban y disfrutaban absortos de cerca de 15 horas diarias de capítulos de la serie «Friends«!!!.

Si, es lo único que ponen en las teles de Vang Vieng… no entendía el porque pero tampoco entendía como alguien puede viajar a miles de kilómetros de su país de origen para sentarse a ver «Friends» en la tele. Vale que desde que termino hace unos años ya casi no la reponen, o que tal vez nadie les haya explicado como funciona E-mule, o es que… no hay nada mejor que hacer en esta ciudad?????. Entonces lo decidí: «Mañana me piro de aquí«. Pero como para mañana aun quedaban muchas horas decidí irme a dar unas vueltas por el pueblo y alrededores y así salir del borreguismo televisivo.

Vang Vieng es una ciudad de 30.000 habitantes que deben estar todo el día escondidos y riéndose de los turistas, porque lo que es por las calles no los ves. Se encuentra enclavada en un entorno precioso, rodeada por montañas repletas de cuevas y a orillas del río Nam Song. Excepto por internet tiene unos precios bastante baratos, los guest houses rondan los 3.5 $ por habitación doble y la comida, de todo tipo, tampoco se sube demasiado a la parra.

En mi primer paseo me encantaron los alrededores, pero fue mi encuentro, de nuevo, con Pierre e Isabelle lo que me decidí a darle un poco de tregua. A ellos no les gustan demasiado los lugares turísticos y prefieren hacer casi todo por ellos mismos, nada de Tours. Habían pasado una semana aquí (algo que me extrañó mucho) y me hablaron de las muchisimas posibilidades para trekking, o espeleología por las cuevas de los alrededores, algunas increíbles.

Como se iban al día siguiente me regalaron un mapa de la zona y me explicaron una ruta en bici de 40 km, por los preciosos paisajes que rodean la ciudad, y en la que puedes visitar bastantes cuevas, algo típico en estas formaciones rocosas. Cuevas enormes que puedes explorar y que llegan a adentrarse kilómetros en el interior de las montañas. Parecía un buen plan… y nada de tele.

Y por ultimo me dijeron que tenia que probar el Tubing, que era muy divertido.

El Tubing es ese «deporte» que consiste en recorrer el curso de un río subido a la recámara de una rueda de camión, esto en el resto del mundo, en Vang Vieng es algo parecido pero hay unirle las paradas en todos los bares que hay a orillas del río, los saltos desde tirolinas, cuerdas o plataformas de mas de 10 metros de altura, los chupitos de Lao-Lao gratis, los litros, las cervezas, los «happy shakes«, los turistas, la música, el cachondeo… vamos, un parque acuático con grandes dosis de alcohol y diversión. Una pequeña locura en medio de la tranquilidad que es Laos.


Esta no es mia, es de aqui.

Y para poder narraros la experiencia tuve que probarlo. Estuvo divertido, empezamos a las 11 am y terminamos cerca de las 6 de la tarde. Pare en todos los bares con la intención de narrar en el blog cuales eran los mejores, pero por alguna extraña razón no consigo acordarme de las que saque… solo me recuerdo saltando una y otra vez al río desde las plataformas de madera.

Esta tampoco es mia, es de aqui.

Después de la cena la cosa continuo en las discotecas de Vang Vieng hasta las 4 de la mañana… yo solo fui para presenciar el ambiente nocturno del lugar, vamos, que ni siquiera lo disfrute (juas!).

El resultado final fue una resaca inmensa que al día siguiente solo me permitio recorrer 20 de los 40 km de la ruta en bici… y todo mientras mi cuerpo me rogaba regresar al guest house y no paraba de expulsar, por todos los poros de mi piel, una mezcla de sudor, whisky y Lao-Lao.

Menos mal que pude llegar a la mejor de las cuevas, enorme y oscura como ella sola y bastante bien señalizada en su interior. Con una linterna me adentre cerca de media hora hasta que la humedad, el frío, la oscuridad, la soledad y los gritos de los murciélagos me invitaron a salir de nuevo. Os aseguro que no era miedosolo precaución 😀 .

Y al día siguiente, con mi cuerpo de nuevo recuperado, decidí que era suficiente para mi. Conseguí disfrutar de Vang Vieng sin tragarme un solo capitulo de la serie esa, fui capaz de integrarme y pasar desapercibido entre los grupos de rubios/as, e incluso hice «un poco» de deporte. Como nadie me acerco un mechero pude salir de allí sin arder a pesar del gran porcentaje y la alta graduación de alcohol que tenia en mi interior, y partí dejando atrás una lluvia torrencial, seres inertes que acababan formando parte del mobiliario urbano, televisiones encendidas, música occidental, comida occidental y un montón de «friends«.

El siguiente destino era , la capital de Laos, el propósito: extender mi visado. Ya había decidido que si llegue a disfrutar en el lugar mas turístico, este país me iba a atrapar.

No tengo casi fotos de Vang Vieng por culpa del liquido. Esto es el alcohol y el agua. Estuve un día entero en el río y llovió durante los 2 días que estuve, total, que casi no saque la cámara… de todas formas muchas de las fotos habrían salido movidas.

Y he encontrado este video en YouTube en el que se muestra lo que es el tubing en Vang Vieng.

No practicar en casa sin la supervision de mayores.

Luang Prabang, monjes y relax.

Al día siguiente del Rocket Festival salí de con dirección a Luang Prabang. El empezó a las 7 a.m. y acabe llegando pasadas las 11 de la , un estupendo día metido en autobuses. La ruta fue: Muang Sing – Luang Nam Tha – Oudomxay – Luang Prabang. Tres autobuses distintos por los que pague unos 11 $ en total.

Llegamos a Luang Prabang pasadas las 11 y eso supuso un pequeño problema, porque en hay una especie de «toque de queda» encubierto. Me explico. Por ley los bares, restaurantes, hoteles, hostales, tiendas y guest houses tienen que cerrar entre las 23.00 y las 23.30, con lo que a partir de esas horas no ves a casi nadie por las calles. Todo Laos se convierte en un país fantasma, y llegar a tu destino pasadas las 11 supone imaginarte durmiendo en la calle. La única opción es aporrear puertas y ventanas de todos los guest houses hasta que consigas despertar a alguien. Por suerte conseguimos que uno nos abriera (estábamos 4 personas igual). Este guest house estaba situado en una paralela a la calle principal de la ciudad. Pague 5.5 $ por habitación doble y al final conseguí dormir en cama.

Luang Prabang es la Capital Real de Laos. Es una ciudad de 26.000 habitantes que parece mas un pueblo, a pesar de la cantidad de no pierde su ritmo relajado, su tranquilidad, su paz… es una ciudad que invita al relax.

Fueron 2 días en los que visite el Royal Palace Museum (Ho Kham), subí a ver el desde el Phu Si ( situado en lo alto de la colina central), disfrute paseando a orillas del y parando en cualquier bar con bonitas vistas para calmar la sed con un Mirinda bien fresca… si, aquí aun quedan!!.

Lo mejor de Luang Prabang es pasear por sus calles, perderte entre ellas, visitar sus templos y el precioso mercado nocturno o levantarse a las 5 de la mañana para ver la procesión de monjes que salen a recoger la comida que dona el pueblo a los templos. La manutención de los monjes se basa en las donaciones de comida por parte de la gente y casi nadie duda en donar diariamente porque es una de las formas de ganar méritos para tu siguiente reencarnación. No podemos olvidar que el porcentaje de budistas en Laos supera el 85% de la población.

Es algo precioso de presenciar, yo alucinaba… se respiraba paz, excepto en algunos momentos en los que sientes bastante pena al ver a los monjes como si fuesen una simple atracción siendo fotografiados por turistas que no dudan en disparar los flashes de las cámaras a escasos palmos de sus caras.

Yo pienso que se pueden plasmar estos momentos pero siempre desde el respeto, y por supuesto sin flash, que no solo incordia a los monjes, también espanta a algunas de las personas dispuestas a donar.

Y del relax y la tranquilidad de Luang Prabang pegue un giro de 180 grados y salte al desenfreno y el turisteo elevado a la enésima potencia, la ciudad del pecado laosiana, la extravagante y divertida Vang Vieng.

Muang Sing, treks y cohetes.

Este pequeño pueblo de 29.000 habitantes situado en el Triángulo de Oro, y sus alrededores, acogen una increíble mezcla de culturas y gentes de diferentes tribus del norte de (Thai Dam, Akha, Hmong, Mien, Lolo…). Al llegar me aloje en uno de los hostales de la calle principal por 3.5 $ y después de dar una vuelta por el pueblo fui a la oficina de turismo para informarme sobre el trekking. El grupo máximo es de 10 personas y el precio oscila entre los 33 y los 50 $ por persona para dos días y una con estancia en una de las aldeas de la tribu Akha y las comidas incluidas. Este precio varía en función de cuanta gente se apunte.

Como en no hay demasiados turistas fue fácil hacer el grupo antes de apuntarnos para así no llevarnos sorpresas. La expedición quedo formada por Bettina (), Roman y Fred (Francia), William y Steven (Belgica), Elad y NAve (Israel), Helen (U.K.), Eve (USA) y un servidor ().

El resto de la tarde la pase en los alrededores del Wat Xieng Jai (el del pueblo) jugando futbolley con los novicios y viéndoles bailar BreakDance ???… fueron cerca de 2 horas y pico hasta que al fin me dejaron fotografiarles.

Al día siguiente empezamos el , salimos en tuk-tuk desde el pueblo para para recoger a los guias y empezó la caminata.

El primer día fueron cerca de 7 horas andando por unos paisajes espectaculares y visitando las aldeas que encontrábamos por el camino. El segundo día fueron unas 8 horas de paseo (ejem).

Para mi ha sido uno de los treks mas interesantes que he realizado en el sudeste asiático tanto por los expectaculares paisajes de jungla, como por la gente que formaba el grupo, los habitantes de las aldeas, la simpatía de los guias y su buen hacer en la cocina (que bueno estaba todo!) y todas las cosas que aprendí y descubrí en esos 2 días… y por supuesto pensar que esta vez un alto porcentaje del dinero que he pagado esta destinado a las aldeas que he visitado y la conservación del parque.

No puedo dejar de mencionar el masaje con el que nos obsequiaron a la llegada a la aldea en la que pasamos la noche. Al parecer es costumbre local de las tribus Akha obsequiar con un masaje a los invitados que van a pernoctar en la aldea.

Y por la noche, después de la cena no falto el … otra costumbre local, aunque mas dura… es un whisky de arroz con cerca de 80 grados de alcohol que te ofrecen todo el rato y en todas partes en Laos. Lo peor es que en este país es de muy mala educación rechazar un ofrecimiento. Vamos que cuando te invitan a algo no puedes decir que no… y se aprovechan de ello, 😀 .

Fue una experiencia altamente recomendable en un lugar que aun no esta demasiado explotado por el turismo.

Y la vuelta aun fue mejor porque al día siguiente se celebraba en Muang Sing el Boun Bang Fai (Rocket Festival).

Con este festival celebran la llegada de la estación lluviosa y el agua para las cosechas. Como Alberto y Carol han escrito un post muy interesante en su blog y en el que hablan «demasiado» bien de mi, pues solo voy a linkarlo y citar aquí lo que creo es mas importante. El post:

Cohetes y lluvia en Muang Sing. Las fiestas de Boun Bang Fai. (Leedo que me hace ilusión porque nunca había leído a nadie escribir tan bien sobre mi).

Cito:

«(…)La fiesta se desarrolló en los campos de arroz del pueblo, donde a primera hora de la mañana ya andaban montando todos los chiringuitos, la orquesta, y donde poco a poco iban llegando las peñas con los cohetes, en plan procesión. A partir de la una o las dos de la tarde, cuando aquello ya estaba abarrotado de gente, empezaron los bailes y los lanzamientos de cohetes caseros. Los días de antes habíamos ido viendo como los fabricaban a base de cañas de bambú, pero hasta el día del festival no vimos lo enormes que eran algunos. Al principio los subían a la plataforma con mucho cuidado, y el encargado avisaba «que enciendo» y no quedaba nadie en veinte metros a la redonda. A media tarde las cosas habían cambiado, y cuando el hombre avisaba era para que no le diera a nadie el casco de la beerlao que se le había caído de la plataforma, que estaba más abarrotada que la pista de baile. Algunos cohetes llegaban bien lejos, pero otros fallaban o explotaban a escasos metros, y en esos casos el jefe de la peña responsable corría el riesgo de ir a parar al río. Mientras, las peñas comían, bebían y bailaban en los distintos tenderetes.(…)»

«(…)los de la oficina de turismo nos habían programado a Pako y a mi un baile con la peña de las solteras («de las solteras con solera y algunas con motivo», añado). Así que allí nos tienes en parejas, en fila india por medio de la plaza haciendo el paripé.(…)»

La verdad es que fue una pasada, los Farang que estábamos por allí compramos un cohete ya que el dinero quedaría en el pueblo. El jefe me toco ser a mi y me sacaron en procesión como en una romería con un par de cajas de cerveza sobre la silla. Luego nos toco bailar un poco mas.

Por cierto Farang es una palabra que en laosiano significa extranjero… algo parecido al «guiri» que usamos en y que aunque se usa de una forma bastante amigable a veces puede tener connotaciones negativas, es fácil saber cuando.

Total, que en Muang Sing disfrute muchisimo con la gente local que casi no nos dejaba pagar nada, nos llenaron de comida, de bebida y por supuesto no falto el Lao-Lao… fue muy autentico, y lo mejor fue que ellos estaban encantados de que pudiésemos ver «sus fiestas» y disfrutar del autentico Laos. Nos acogieron como si fuésemos uno mas y eso no es algo que se vea a menudo.

Y del otro incentivo… la competición fotográfica a la que había retado a Carol y Alberto ha quedado esto por mi parte:

Mis fotos del Boun Bang Fai.

y esto por la suya:

Las fotos de Asiasido del Boun Bang Fai.

Como era?… la próxima vez que nos viésemos el perdedor pagaba las birras???…

de donde sacamos un jurado imparcial?, puede ser mi madre?… yo os voto a vosotros, buenísimas las fotos!!!!

El set completo con todas mis fotos de Laos.

Cifras, curiosidades y otras divagaciones viajeras.

Ayer, 16 de Mayo de 2008 cumplí 4 meses viajeros… vamos, que ya llevo recorrida una tercera parte del camino, y para conmemorar este absurdo aniversario que nada supone en realidad he decidido recopilar una serie de datos, cifras, curiosidades y divagaciones de lo que este viaje esta siendo y lo que significa a veces viajar (en mi humilde opinion)… allá vamos:

En estos 4 meses de viaje he realizado:

– 5 trayectos en avión.
– 5 en tren.
– 40 en autobús y pick-ups interurbanos.
– 11 veces he montado en ferry o algún tipo de barco.
– 3 veces he alquilado moto.
– 8 he alquilado bicicleta.
– y un incontable numero de trayectos en autobuses urbanos, taxis, tuk-tuks, mototaxis, easyriders, bicitaxis y cualquier medio de locomoción que os podáis imaginar. Estos han sido a nivel local, en ciudades o pueblos.

He visitado 42 ciudades o pueblos y he pernoctado, al menos 1 , en 35 de ellos.

Han sido 8 los países por los que he pasado hasta ahora, contando Hong-Kong y Macao como tales al tener su propio sello en el pasaporte.

Mi pasaporte ha sido sellado 20 veces entre entradas y salidas de los distintos estados y tiene 5 visados adheridos a el.

A nivel gastronómico soy el rey de comer con palillos chinos, en los últimos 4 meses he tenido una dieta mas rica en fibra y carbohidratos que en toda mi anterior (pan, cereal, arroz y pasta), he probado nuevas especialidades culinarias tales como el grillo, la tarántula, la hormiga voladora, la serpiente, el lagarto y varios tipos de licores de animales y/o plantas de los que no había oído hablar nunca en mi vida. Y esto de forma consciente, de forma inconsciente tal vez haya degustado perro, gato, rata o cualquier otro de nuestros simpáticos animales cotidianos… tengo que admitir que si así ha sido, ninguno de ellos me ha disgustado.

Respecto a los alojamientos, he dormido en toda clase de sitios, desde lugares parecidos al típico hotel que estamos acostumbrados a ver en Europa a: dormitorios sin paredes ni puertas, pensiones de mala muerte con olor a orín, alfombras en el suelo de cualquier casa, asientos cómodos y asientos incómodos, colcoches sin somier, algún sofá, el suelo de un bar o camas enormes con sabanas blancas de seda (ejem)… vamos, como dijo el coronel Truman: «Ha dormido en sitios que harían vomitar a una cabra«.

Los baños son un capitulo aparte. A veces sueño, como Renton, «con un water dorado con mármol blanco en la taza, azulejos relucientes en los que pueda ver reflejada mi cara y detalles dorados que lo hagan todo mas bello«… para luego encontrarme con «el peor water de escocia«, o de Asia en este caso.
La taza se agradece en la mayoría de los casos, cuando no tiene, basta con una letrina que no apeste… incluso a veces he preferido la compañía de los animales salvajes y la oscuridad de la noche al baño de algunos hostales.
El agua caliente para ducharse ya casi he olvidado lo que es, y las bañeras ya no se que forma solían tener… no creo haber encontrado siquiera un plato de ducha en estos 4 meses… aquí no hay de eso, un agujero en el suelo y todo el cuarto de baño funciona como tal.

Esto no son problemas, son alicientes al viaje, es disfrutar cuando encuentras un sitio medio limpio como si estuvieses en el paraíso, es sentirte un pijo de mierda cuando sientes que a ti esto te da asco y ves que para esta gente es su día a día, es dormir a pierna suelta las noches en que ninguna cucaracha se ha colado en tu mosquitera, es reírte viendo las ratas correr por el restaurante en el que estas cenando… por que… señoras y señoresesto es Asia. No es ni malo ni bueno, es, como ellos dicen… lo mismo, pero diferente.

Y en este pequeño GRAN que es el Sudeste Asiático, resulta cuanto menos gracioso encontrarte a la misma gente en todos los lugares, viajar una gran cantidad del tiempo viendo las mismas caras… por que aquí hay cientosque digo cientosmiles de personas haciendo lo mismo, el que menos, viene para 2 meses… lo de los 20 días de vacaciones es algo que no se estila en Asia. Y como todos (o casi todos) tenemos a Nuestra Señora del Viaje, los Textos Sagrados de Mochilero, La Guia Espiritual y Carnal del Viajero o como es mas comúnmente conocida: «La guia LonelyPlanet«… ese libro tantas veces odiado como amado, ese armatoste que no deja de pesar en el macuto pero que al fin y al cabo es nuestra única referencia para no sentirte completamente perdido en tu llegada a casi cualquier sitio… pues todos (o casi todos) acabamos en sitios parecidos, visitamos casi los mismos lugares, dormimos en los mismos hostales y comemos en los mismos restaurantes. Esto no es solo culpa de «la biblia viajera«… es mayormente de los precios, porque en general los presupuestos mochileros son bastante parecidos sea cual sea tu país de origen, lo que varía principalmente es la duración del viaje. Si tienes mas dinero no te das mas lujos, viajas mas tiempo. Total que por que vamos a los mismos sitios?… porque son los mas baratos, los mas cutres, los que mas nos gustan.

Esto es algo que produce verdaderas amistades, situaciones graciosas como salir a la calle en un nuevo país e ir saludando gente, porque a veces, Asia, parece un pueblo.
Muchas veces no he hablado en el blog de gente interesantisima con la que he coincidido varias veces, conocido y entablado conversaciones increíbles… pero tampoco es cuestión de describirlo todo o que los post ocupen 7 paginas. Entre esta gente quiero destacar a:
Nacho (Galiza), con quien me volví a encontrar en Bangkok 2 años después de mi primera visita a esta ciudad.
Annick y Karine (Canada, Quebeq) las conocí en Camboya y luego recorrimos casi todo juntos.
Marta y Santiago (Galiza y Virginia), fuimos juntos a «la playa» y desde ahí hemos viajado juntos bastante entre Camboya y Vietnam.
Pierre e Isabelle (Canada, Quebeq), me los he ido encontrando desde Camboya en todos los demás países… mínimo nos tomamos una cervecita cada vez que nos vemos.
Eve (USA), con ella cruce la Vietnam- y hemos compartido habitación durante casi 10 días en Laos.

Al igual que con Eve, he compartido habitación muchas mas veces, es la mejor forma de abaratar gastos y conocer gente… esto lo explico para que entendáis que en Asia nunca estas solo, en las zonas en las que no encuentres mochileros no tardaras ni 10 minutos en conocer algún local que hable ingles dispuesto a mantener una buena conversación, o aunque no lo hable… la comunicación no depende de las palabras.

Muchas veces no cuento todo en el blog, porque serian demasiados datos, solo quería explicar que esto es un ejemplo de las miles de personas que he conocido en estos 4 meses… que quien se este planteando un viaje como el mio no piense que yo he estado solo todo este tiempo, puedo contar con los dedos de una mano los días que he estado completamente solo en estos 4 meses y seguro que me sobrarían dedos.

Y por ultimo… ese poderoso caballero que decide donde vas a dormir o cuantas veces podrás comer hoy… Don Dinero.
Dentro de la «comunidad viajera internacional» (juas!), hay presupuestos de todo tipo… yo creo que estoy dentro de la «clase media viajera» (maldito burgués!), con un presupuesto medio mensual que oscila entre los 400 y los 600 euros (para Asia). Entre la gente que conoces hay una amplia gama de presupuestos… hay gente como Pierre e Isabelle que tienen un presupuesto medio de 900 euros mensuales para cada uno en los países asiáticos o Clara (la conocí ayer) que varía su presupuesto entre los 90 y los 100 euros al mes… y puede viajar así?, si, perfectamente. Ella no pisa ciudades, solo pueblos, siempre hay alguien dispuesto a acogerte, tampoco se pega banquetes, o sale a tomar cervezas… cada uno disfruta a su manera.
A veces resulta gracioso ver a gente discutiendo en los hoteles por 1 $ o buscando la habitación mas cutre para luego esa noche dejarse 15 $ en cervezas… si hiciésemos una encuesta seguro que se demostraría que un gran porcentaje de mochileros tiene mas gasto en alcohol y cachondeo que en alojamiento durante el viaje. Ya habla de ello «la sagrada escritura» y yo lo corroboro.

Y creo que aquí han quedado resumidas casi todas mis divagaciones de estos meses, mis cifras, mis dilemas y demas… igual es un poco tostón, igual os resulta interesante, esto ha sido un pequeño resumen que no resume mi viaje pero que ayuda a saber un poco mas de el.

Ahora estoy a punto de salir de Laos, el monzón ataca y empiezan las lluvias torrenciales, mi ropa lleva sin secarse una semana y mi cabeza mojada no piensa igual de bien (o de mal)… por tanto, y aunque este país me encanta, he decidido partir. Mi problema es que no se que hacer hasta el 4 de Junio que tengo el vuelo a Singapur. Voy huyendo del monzón y de la lluvia, en , Singapur e termino hace cosa de un mes.

Total, que dudo entre:

– Irme 10 días a un del norte de Tailandia a practicar Vipassana (meditación budista), con comida y alojamiento gratuitos. Para ver si soy capaz de no hablar durante 10 días y vaciar mi cabeza de vanalidades

– O bajarme a las islas del sur a meditar entre pez-rubia escandinavo, escuchando las olas del mar y tomando ChangBeer en vaso de plástico, tumbado en una hamaca durante no menos de 8 horas al día mientras lleno mi cabeza de vanalidades.

Me ayudáis a decidirlo en los comentarios?, tu que harías?, playa o montaña?.

Aviso: no influye estar depilado.

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