Perdidas materiales de una vuelta al mundo.

Siempre pienso que me olvido algo

El otro día encontré un cuaderno en el que llevaba el recuento de las cosas que fui perdiendo durante el viaje. Me hizo bastante gracia, muchas ni las recordaba, de otras me han venido los momentos en los que sucedió y casi ninguna la he añorado.
En el viaje me di cuenta de que estuve viviendo año y medio con lo que llevaba en una mochila y no necesitaba nada más. En el viaje descubrí lo contingentes que son la mayoría de las cosas que tenemos y desde entonces intento tener solo aquello que sea capaz de mover conmigo.
De todas formas encontrar el cuaderno me resultó curioso, porque para año y medio no fueron demasiadas cosas, me hizo sentirme orgulloso de mi capacidad de… esto… vamos, de que estoy menos empanao de lo que pensaba 😀

Listo todo lo que perdí, ya fuese por robo, rotura o perdida común. Estas son mis posesiones perdidas:

Roturas: un móvil, un objetivo de la cámara.
El móvil se me estropeó nada más empezar el viaje, en Macao, al lado de Hong Kong, por suerte estaba en el mejor lugar para comprar otro. El objetivo murió en Australia y tuve que reponerlo en Nueva Zelanda que era algo más barato.

Robos: una tarjeta de crédito, 400 € en efectivo y piedras (jade, oxidiana…) por valor de 100 euros que ya había amortizado con otras que había vendido.
La tarjeta y el dinero me lo levantaron en un autobús bajando al sur de Tailandia y las piedras en Panamá, pero ya llegará esta crónica.

Objetos perdidos: una batería de la cámara, unas gafas de ver, una funda de las gafas (fue por separado), una linterna frontal, una toalla, un chubasquero, dos trípodes para la cámara, una gorra, UN calcetín, una tarjeta SIM de móvil, unas chanclas, una tapa del objetivo de la cámara, un jersey forro polar, tres pendientes, dos collares, un billete de autobús México DF -Mérida, x pulseras, x botes de champú, x jabones, alguna vez la dignidad, varías veces la vergüenza y una de las tres rastas que me arrancaron en aquella pelea en Australia.

Esto de forma inconsciente, de forma consciente me deshice de unos cuantos objetos y «cosas» más durante el viaje, aunque también encontré alguna otra en increíbles historias que ya llegarán.

¿A que no fue mucho? 😉

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