Un día contemporaneo en el Museo Reina Sofia (Madrid)

Entrada edificio Sabatini

Hacía ya demasiado tiempo que no visitaba el Reina Sofia, es un museo que me encanta, muy completo e interesante, por algo es el tercer museo de arte contemporáneo más visitado del mundo por detrás del Pompidou en París y el Moma de Nueva York. Me decidí a hacerlo esta semana antes de que llegue Dalí y se vuelva impracticable. La afluencia de visitas que se espera a esta exposición histórica es masiva. Yo no me la pienso perder y aprovechando que la planta 4ª no está ocupada del todo por los preparativos de la expo y que ya están en plena vorágine pregunté a los vigilantes de sala por sus previsiones. Me dijeron que lo mejor es ir «a la mitad«, vamos, ni al principio que quiere ir todo el mundo y se llena, ni al final que van en masa todos los que lo han ido dejando. Me pareció muy coherente y será lo que haga, como dura hasta Septiembre creo que iré en Julio.

Edificio Nouvel

El museo tiene 2 entradas, una en el edificio Sabatini (el de toda la vida) y la otra en la ampliación que se hizo en 2005, el edificio Nouvel, ambos están nombrados así en honor a los arquitectos que los «terminaron«, y lo especifico porque el edificio del antiguo Hospital fue diseñado en principio por José de Hermosilla y continuado por Francesco Sabatini.

El precio de la entrada es de 8 € (sin copa) para el museo y las exposiciones temporales, yo decidí visitarlo todo, pero hay precios para visitar únicamente las exposiciones temporales y diversos descuentos o entrada gratuita en determinados horarios.
Los precios los subieron el día 24 de Abril, hasta hace 2 días (y no como quien dice, literal) eran 6 € (también sin copa).

Edificio Nouvel

Personalmente el arte contemporáneo es uno de los que más me interesan, no soy muy amante de las técnicas pictóricas figurativas ya que para mostrar la realidad tal cual es percibida prefiero la fotografía, pero expresar distintas visiones de lo que nos rodea sin ceñirse a los estándares de la razón me resulta muy atractivo e inspirador. Por otro lado, al no ser un experto hay algunos aspectos del arte contemporáneo, y del conceptual en particular, que se me escapan por completo.

Con el arte a veces pienso que lo que mejor define su esencia es aquella frase hecha de «para gustos los colores«, pero es que es imposible que algo guste a todo el mundo y menos cuando conlleva interpretación por parte del espectador.

La invención concreta

Comencé la visita en la planta 1 con la exposición La Invención Concreta de la Colección Patricia Phelps de Cisneros, es, según sus palabras: «una exposición exhaustiva sobre abstracción geométrica de América Latina«, con ejemplos de obras de artistas latinoamericanos y de algunos europeos y estadounidenses que fueron referencia para este tipo de abstracción. Me resulto muy interesante la obra de Jesús Soto y me han dicho que hay una expo suya muy buena en el Centro Pompidou, tendré que informarme más sobre este autor.

Observando

Paseando por el museo y sus clasificaciones me planteaba si este arte no trata muchas veces de buscar el adjetivo de inclasificable para su obra, una mezcla de sorpresa y espontaneidad que aporta la frescura de artistas que se olvidan de todo aquello que han aprendido para dejarse llevar por sus emociones más que por la técnica. Y aunque la forma en la que este museo clasifica no me disgusta (se basa en periodos de tiempo) si que acaba agrupando, unas veces con más acierto que otro, a todos estos artistas.

Entonces decidí que mi visita no seguiría un orden lógico, me dejaría llevar y solo me pararía en aquello que llamase mi atención de verdad o las obras que siempre había querido ver cara a cara. Ahí no tenía en cuenta que una gran cantidad de veces lo que iba a llamar mi atención no sería la obra en si, si no su «interactuación» o posición en relación al entorno.

fotos

A la sombra

A la sombra

Otras obras me hicieron darme cuenta de que a veces la siempre observación no basta, hay que saber de que se trata y las intenciones del autor. Me pasó con Hilo de Cildo Meirelles. No entendía que pintaban montón de alpacas en una sala del museo hasta que leí el cartel de la obra: «48 pacas de paja, aguja de oro de 18 quilates, 100 metros de hilo de oro.«. ¡Toma ya!, ahí dentro había una aguja… en un pajar. Tengo que decir que me resultó curioso.

Hilo, de Cildo Meirelles

Pero con curioso no digo que me guste. No soy partidario de obras que no provengan de un proceso creativo, creo que debe haber una serie de fases, el resto, para mi, son lo que en programación se denominan ideas felices, ocurrencias a las que puedes llamar arte y que con la justificación suficiente pueden incluso expresar un mensaje tan profundo como la más elaborada de las obras, pero que no pueden ser entendidas y admiradas en si mismas. Tampoco voy a poner ejemplos :p .

Blanco

Eso si, este tipo de autores tienen toda mi admiración, cualquiera que han sido capaz de «colar» un cuadro blanco (este tiene color en los cantos) a un museo como el Reina Sofía o los que vi en el MoMa de Nueva York, entonces es que es un verdadero genio, no nos engañemos.

Jardines

Otro de los atractivos de este museo son los Jardines de Sabatini. El lugar perfecto para reposar y procesar la avalancha de información y sensaciones que se reciben en el interior.

Amsel Adams

De entre las obras del museo me hizo especial ilusión ver estas fotos de Amsel Adams junto a otras de Brassai sobre esa «España negra» que posteriormente retrató tan bien Cristina García Rodero. Estas fotos muestran la esencia oscura de aquella España aún subdesarrollada que avanzaba a trompicones aislada del mundo que la rodeaba más pendiente de tradiciones y leyendas que del progreso y la modernidad. Ambos son autores que sigo desde hace tiempo y poder ver su obra en directo me provoco cierta sensación de felicidad.

Azul

Seguí paseando entre azules y japoneses por las distintas salas del museo, picoteando a Picasso pero guardando su gran obra para el final, reservando esa sala 206 para el momento oportuno.

Fotografiando a Picasso

Instalación

Otra de las cosas que me llamó la atención fueron las instalaciones de vídeo. Las había de muy diversa factura y capaces de expresar conceptos totalmente diferentes. Pero tengo que destacar que me hizo mucha ilusión ver obras como Los olvidados de Buñuel o Bienvenido Mr Marshall de Berlanga expuestas en un museo reafirmando el adjetivo «arte» para este medio… que por algo es el séptimo.

Juan Gris

Continué centrándome en obras y autores que tenía muchas ganas de ver, como las obras de Juan Gris, Un mundo de Ángeles Santos Torroella o el Autorretrato (accidente) de Alfonso Ponce de León, un cuadro un tanto revelador de lo que sería su fallecimiento.

Un mundo

Accidente

Momentos que disfruté pero que en el fondo no eran más que los previos, la antesala a lo sublime, la antesala a la sala 206, a la niña mimada del Reina Sofia cuyo nombre lo dice todo: «Guernica y los años treinta».

Es la única sala de todo el museo en la que no está permitido hacer fotos, la más abarrotada, la que tiene más seguridad… pero es que lo merece. Los culpables son Miró, Julio González, Pablo Gargallo, David Smith y, por supuesto, Picasso y su icono, Picasso y su gran obra, Picasso y su Guernica. Una de las obras más importantes del siglo XX, un símbolo del sufrimiento, un «instrumento de guerra contra el enemigo» en palabras del propio autor.
Son 3 metros y medio por casi ocho de sentimiento, de grises de la historia, de obra de arte que te llega a dejar sin respiración cuando lo tienes delante. El Guernica no es otro cuadro más, es parte de la historia, de nuestra historia. La historia del absurdo, del horror, del asesinato y la sin razón. Un pedazo del mayor sin sentido creado por el hombre: la guerra.

El Guernica deja sin palabras pero tampoco creo que haya mucho más que decir. Han sido 3 las veces que he estado delante de él y practicamente no ha habido diferencia entre ellas, el aturdimiento era el mismo, los escalofríos que provocan sus detalles los sentí iguales, da lo mismo si yo he cambiado, el mundo sigue igual de loco y el Guernica sigue tan vigente como cuando lo pintó Picasso en 1937. Sigue vigente en la Siria bombardeada por Asad, el la Gaza destruida por Israel, en el Afganistan cosido a bombazos por la comunidad internacional y en todos los lugares del planeta donde el débil sea aplastado y la «sinrazón» venza a la cordura.

***

Robert Adams

Terminé la visita al museo con una retrospectiva de Robert Adams, no le conocía pero me resultó interesante. Parece una obra inabarcable, practicó casi todas las técnicas fotográficas, del paisajismo al retrato pasando por el reportaje, formando series con un motivo común y sin demasiada relación con el resto de series. Las hay sobre el mar, campo, ciudad, personas, detalles, nocturna… todo sin mezclarse en fotografías austeras y distantes con un blanco y negro muy cuidado. Un recorrido por el oeste estadounidense a modo de crónica de las últimas décadas.
Una exposición gigante en formatos muy pequeños… casi ninguna foto supera el 20×30.

Terraza

Creo que el post refleja bastante lo que siento por este museo. Pasé una mañana entera y no fue tiempo suficiente ni para ver solo lo que me interesaba. Volveré para ver a Dalí y continuaré la ruta, volveré a quedarme sin respiración frente al Guernica y a disfrutar «desvirtualizando» obras que tengo idealizadas.

Tomando algo

Además el Reina Sofía tiene un emplazamiento privilegiado en Madrid, en pleno centro, al lado de la estación de Atocha y muy cerca de casi todo lo que hay que ver en la ciudad. Es fácil encontrar alojamiento barato y cercano (desde hostales, albergues u hoteles a apartamentos como los de GowithOh) y el horario del museo es bastante amplio, de 10 am a 21h todos los días menos los Martes que cierra y los Domingos que está abierto solo hasta las 19h.
Personalmente recomiendo encarecidamente su visita y lo consideraría imprescindible en un viaje a Madrid junto con el Prado y el Thyssen. En cuanto a museos se refiere, claro, no olvidemos que este es un post cultural, de los bocadillos de calamares en el Brillante a la salida del museo ya os hablo otro día.

Formas

>> Todo el set de fotos del Museo Reina Sofia en Flickr <<

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