El equipo del bloguero de viajes para capturar recuerdos

El equipo del bloguero de viajes

Hace un par de meses Pau escribió un post en su blog donde explicaba el equipo que lleva como bloguero de viajes para poder guardar y luego compartir sus aventuras y experiencias. Al final de ese interesante post nos lanzó un meme a Manuel, Jose Ramón, Sele, Vero y a mi para que contásemos en nuestros respectivos blogs los equipos que utilizamos nosotros.
Yo llevaba tiempo queriendo escribir un post sobre este tema y creo que esta es la ocasión perfecta, ahí vamos.

Mi equipo para recordar los viajes

Una de las mayores ventajas que la tecnología ha proporcionado a los viajes es la posibilidad de compartirlos y transformar las experiencias en información útil, o bueno, dejémoslo en información. En mi caso, la tecnología lo que me proporciona es la posibilidad de recordar los viajes. ¡Qué sería de mi sin las fotos!.
A pesar de las notas, los recuerdos físicos, los folletos y las guías no es hasta el momento en el que veo las fotos cuando de verdad se traza en mi cabeza el mapa mental que situa los acontecimientos en un lugar en el tiempo y en el espacio.

El equipo que utilizo para tales menesteres ha variado a lo largo de la trayectoria del blog. En los primeros tiempos los recuerdos los fijaba el sensor de una Nikon D80, con ella di la vuelta al mundo en 2008-2009. Al regresar la cambié por una Nikon D300s y los recuerdos añadieron movimiento, empecé a probar con el vídeo de viajes. Y parecía que yo era un señor Nikon y esta era la cámara que me llevaría al viaje por Asia sin billete de vuelta, hasta que apareció Malévolo y se animaron a esponsorizar mis recuerdos de viaje.
Desde entonces los recuerdos cambiaron a tonos más suaves y movimientos más detallados, más definidos. Malévolo me convirtió en un señor Canon con un pequeño juguete con el que disfrutar de aquel nuevo viaje.

El equipo que me cedieron y que es mi equipo fundamental de captura de recuerdos es:

Canon 600D (pequeña y manejable, para vídeo me gusta mucho la pantalla desplegable)
Objetivo Canon 50mm 1:1.4 (me tiene enganchado este objetivo).
Objetivo Canon 18-135mm 1:3.5_5.6 (muy útil).
Objetivo Canon 70-300mm 1:4.5-5.6 (tal vez sea un sacrificado en futuros viajes).
Cable disparador (por la noche no soy nadie sin él).
GoPro HD Hero con carcasa y diferentes soportes (fundamental para los recuerdos submarinos).
Tarjetas de memoria SanDisk (48G).

Además de este equipo que me prestó Malévolo, suelo llevar en los viajes:

Tripode Manfroto: COMPACT MKC3-H01 (lo uso también com steady para vídeo, es bastante ligero)
Pantalla LCD para GoPro y adaptador carcasas.
Mochila Kaya de fotografía (muy versátil).
Riñonera LowePro de fotografía (algo fundamental para mi ya que la facilidad del acceso a la cámara aumenta cuantiosamente la cantidad de recuerdos).
Olympus µ Tough-8010 que llevaba hasta que murió en Koh Tao a los 7 meses (supuestamente era sumergible).
MacBook Pro de 15 pulgadas.
Disco duro 500GB LaCie.
Smartphone o teléfono libre (para usar con tarjetas locales, usar wifi, alarma, linterna… y cosas útiles que pueden hacerse con un teléfono).
Libreta y boli. Aquí se recopilan los recuerdos escritos, los nombres, los contactos, los precios, las ideas, las ilusiones, las decepciones, los números de teléfono de bellas damiselas, las recetas más picantes, los trucos, los tratos y algún que otro garabato imposible de descifrar que seguramente llevase a un tesoro escondido. En la foto aparece una Moleskine, no por frikismo, que vale, un poco tengo, más que nada porque es la única capaz de soportar las inclemencias del viaje sin demasiadas bajas. Vamos, una libreta todoterreno, aunque uso cuadernos, libretas pegadas, encuadernadas, con espiral, en canutillo, folios en blanco, papeles, papelajos y todo tipo de retales. Cuando entran las ganas de escribir, como a la hora de cagar, cualquier papel es bien recibido. (Si, lo se, sorry :p)

Y por último y capítulo aparte en la mochila de cualquier viajero. El libro. Ese utensilio imprescindible en los viajes que ayuda a ampliar los recuerdos, a viajar en el viaje, a dormir, a despertar y a soñar. Ahora lo he reemplazado con mucha pena por un Kindle que me tiene encantado. Duele no poder oler la tinta sobre el papel pero duele más la espalda después de caminar varias horas con 4 ó 5 libros en la mochila.

Esta es toda la tecnología que llevo para capturar los recuerdos (y enriquecerlos), estas son mis herramientas. A la hora de compartir la Moleskine es la pieza fundamental para inspirar los textos, luego, Photoshop y Final Cut para procesar fotos y vídeo.
El ordenador o el teléfono los uso fundamentalmente para conectarme a internet via WiFi y subir contenidos, comunicarme con «el mundo exterior«, escuchar música, ver alguna peli por las noches.

Unos 4 kilos de peso que me acompañaron durante 11 meses por Asia. Una carga que, durante el viaje, pesa menos de lo que podría parecer y que practicamente desaparece en la memoria una vez este ha terminado.  Siempre hay cosas que cambiaría de la mochila en cada viaje,  las que os he nombrado, me las vuelvo a llevar todas.

(*) Quiero dar las gracias a Malévolo por el equipo que me dejaron para el viaje, ¡gracias por esponsorizarme los recuerdos!.

Unos días de buceo y relax en Aqaba Adventure Divers (Jordania)

Aqaba Adventure Divers

Aqaba es una ciudad bastante turística y algo decrépita rodeada de un lado por un desierto de paisaje «marciano» e insondable y de otro lado por un mar de aguas claras repleto de coral. A los 10 minutos de estar en la ciudad empiezas a pensar que la belleza de la zona debe estar bajo el agua porque queda claro que no reside en el exterior.

Fueron casi 5 horas desde Ammán con Jett (8 JD), salí por la tarde y llegué a eso de las 9 de la noche. Mi idea era bucear y poco más, tenía la reserva con Aqaba Adventure Divers para el día siguiente y decidí buscar algún lugar barato donde pasar la noche en Aqaba. Lo encontré en la zona centro, habitación con baño compartido por algo menos de 7 euros. Salí a pasear un rato y buscar algo de cenar y en cuanto descubrí que estaba en la Torrevieja del mundo árabe volví para el «antro» a descansar que al día siguiente tocaba bucear.

Aqaba Adventure Divers

Aqaba Adventure Divers se encuentra en South Beach, a 10 minutos en taxi (pagué 8 JD pero el precio real son 5) de la ciudad, en una zona bastante tranquila en mitad del desierto rocoso que la rodea.
Mi huida del «antro» de Aqaba hizo que llegase bastante temprano, poco antes de las 8 am, tampoco demasiado para un centro de buceo… bueno, depende del centro. Aquí llegó mi primera sorpresa, me tocó esperar fuera casi una hora, y es que el ambiente relajado del resort se extiende a todas sus actividades, en Adventure Divers uno no madruga, uno no se estresa, allí se disfruta, es el lugar para el relax.
Esto lo descubrí con tiempo y las explicaciones de la segunda sorpresa: Carmen. Cuando escuché pasos dentro empecé a hacer ruido para ver si se daban cuenta que estaba fuera. Entonces alguien se acerco y me dijo que entrase por la zona de equipos.
A los 2 minutos hablando nuestros acentos nos delataron… o igual solo hizo falta el «jelou«.
Carmen es instructora y llevaba un par de meses trabajando allí. Me explicó el funcionamiento, me enseñó las instalaciones y nos pusimos a desayunar.

Aqaba Adventure Divers

A eso de las 9 de la mañana apareció Talal, el manager del centro. Lo primero que me dijo después de las presentaciones es que no había prisa. Acomodé mis cosas en la habitación y preparamos mi equipo de buceo mientras aparecían los primeros huéspedes y clientes. Todo con calma, cada uno a su ritmo, charlando como si se conociesen de toda la vida y moviéndose por el resort «como Pedro por su casa«.

Aqaba Adventure Divers

Aqaba Adventure Divers

El material del que disponen está muy bien cuidado, las instalaciones son amplias y cómodas y la habitación tenía tele, agua caliente, aire acondicionado y ¡¡taza del water!!. Si, para vosotros es normal pero el de la noche anterior y el alojamiento en Wadi Rum (después de Aqaba) no tenían ninguno de estos «lujos»…. y digo NINGUNO.

Respecto al buceo, el resort se encuentra situado cerca de la playa pero usan unos jeeps para llevar a los submarinistas y los equipos hasta los distintos divesites. El acceso a casi todos ellos es a pie desde la orilla, para los más lejanos también disponen de barco. Como podéis ver 2 fotos más arriba el centro cubre 24 sitios de buceo en la costa de Aqaba y alguno más en zona egipcia que no aparece en el mapa. La forma de decidir donde se sale es más bien asamblearia… ¿donde queréis ir?.

La elección para la primera salida fueron Black Rock y Gorgon II, perfectas para una primera toma de contacto con El Rojo. El grupo los formábamos Marc, Roni, Robert (Líbano) y yo.
Como ya os he comentado las entradas se hacen directamente desde la playa y las condiciones generalmente son buenas, no hay corrientes, la temperatura durante todo el año no baja de 20-22º y llega hasta los 28º, la visibilidad suele ser buena y es uno de los arrecifes (junto con el de Suez) más septentrionales del planeta.
En cuestiones de coral es de lo más bonito que he visto, los paisajes son increíbles, eso si… no es Egipto. Al ser el único punto de buceo y playa en Jordania no es un lugar «tranquilo y solitario» pero tampoco es agobiante. Eso si, las playas y la zona cercana a la orilla no están demasiado limpias debido a la cantidad de turismo playero. Los centros de buceo hacen salidas de limpieza e intentan mantener cuidados los fondos. Son iniciativas totalmente privadas ya que la ayuda del gobierno jordano para mantener la costa libre de basura es bastante escasa.

Mar Rojo

La primera inmersión (Black Rock) fueron 37 minutos a una profundidad máxima de 30 metros. Mi primer contacto con el Rojo y sus gélidas aguas. Venía acostumbrado a los 28-29º de Tailandia y estar a 25º casi me produce hipotermia… si, vale, exagero, pero acabé metiéndome con un 2 mm corto encima de uno de 3 mm largo. Soy así de friolero.
Vimos, entre otras cosas: banded shrimp, morenas, un seamood y mucho coral. Empezaba a animarme.

La segunda fue Gorgon II. 42 minutos a 21,6 metros. La media de tiempo por inmersión es de 40 minutos, supongo que todos los centros en Aqaba trabajan con los mismos tiempos pero yo eché en falta unos buceos un poco más largos.
Esta vez me quede contento con mi primer stonefish. Nada más empezar estaba en mitad de la arena sobre los 5 metros de profundidad.

Mar Rojo

Mar Rojo

Al volver de las 2 primeras inmersiones comimos y Talal me preguntó que me apetecía ver por la tarde y la verdad es que lo único que me apetecía ver era una ducha de agua caliente para quitarme el frío del cuerpo. Así dejamos los buceos para la mañana siguiente, me esperaba otra sorpresa.

Mar Rojo

Fue la tercera, llegaban 3 biólogos marinos israelíes desde Eilat (justo en frente) y habían alquilado el barco para que les llevase a hacer unas inmersiones concretas, Talal me propuso unirme a esa expedición y no lo dudé un momento. Hicimos Power Station y First Bay South Reef.

Power Station es uno de los puntos más espectaculares de Aqaba. Un muro de coral vivo de hasta 200 metros de profundidad en el que vimos boxfish, scorpion fish, alguna escuela de fusileros, gambas, morenas… Estuvimos 41 minutos y llegamos a una profundidad máxima de 33 metros. Es un muro precioso.

First Bay South Reef fue menos espectacular aunque bastante bonita también. Los corales de toda la zona son increíbles y con alguna morena y el bosque de anguilas que nos encontramos me di por satisfecho.

Tuve la suerte de bucear con estos 3 biólogos marinos y fue un extra importante a la hora de disfrutar las inmersiones. Me explicaron como es el Rojo, que es lo más común y porque, me hablaron del deterioro del coral por la acción del hombre, de lo mal que está la parte israelí del golfo (en cuanto a buceo) y me enseñaron un montón de endemismos y peculiaridades de la zona.

Mar Rojo

Mar Rojo

Para el tercer día me reservaban una de las más esperadas por mi: Wreck of the «Cedar Pride». Un barco hundido que se encuentra entre los 15 y 30 metros de profundidad. El barco, libanés de origen español, sufrió un incendio y quedó varado en el puerto de Aqaba. Trás varias deliberaciones el Rey en persona dio la autorización para hundirlo y transformarlo en arrecife artificial para disfrute de los buceadores. De esto hace ya unos 20 años. Ahora el pecio es una atracción muy interesante en la zona. La vida submarina se ha hecho con el barco y su visita no tiene desperdicio.

Mar Rojo

Mar Rojo

Mar Rojo

Estuvimos 41 minutos y llegamos a los 24 metros de profundidad. En el camino hacia el barco vimos un pulpo y algún scorpion fish y una vez en el barco lo que más me gustó fue la posibilidad de ver las cámaras de aire que se han formado dentro. Hay una en la que llegué a quitarme el regulador para respirar ese aire «impuro«, jeje, pero dejé unos cuantos bares antes de irme para el siguiente que llegase. Penetrar algunos rincones del pecio es algo espectacular y para despedirnos, cuando ya nos marchábamos giré la cabeza para echar un último vistazo y me encontré con la «señora tortuga verde» que aparece en este vídeo. Volví para acercarme y le debí resultar curioso porque me permitió estar un rato con ella.

La última inmersión en Aqaba fue Japanese Garden, un impresionante bosque de coral como no había visto antes. 44 minutos a menos de 20 metros fueron el colofón perfecto a mi paso por las profundidades jordanas.

Aqaba Adventure Divers

Pero bucear no es todo lo que hacía en Aqaba Adventure Divers. Las tardes fueron para charlar distendidamente sobre el buceo de la zona, sobre el buceo mundial (con Carmen, Talal y el resto de buceadores que por allí pasaban), para relajarse en la piscina, echarse un rato la siesta o navegar por internet buscando info del próximo destino.
Las instalaciones son perfectas para «no hacer nada» y disfrutar.

Aqaba Adventure Divers

Aqaba Adventure Divers

Aqaba Adventure Divers

Y en la foto de abajo podéis ver el lugar donde pasábamos las noches entre botellas de Chivas, Tanqueray y Cacique 500. Los culpables: Marc, Roni y Robert, el grupo de libaneses llegaron surtidos de casa (al parecer en Líbano el alcohol es barato) y se encargaron de proveer a los sedientos.
La segunda noche hubo momentos especiales cuando por culpa del alcohol (o gracias a él) el grupo libanés y el israelí (los biólogos) se fundían en abrazos olvidando lo que sus respectivos países opinan del otro. Enemigos en la batalla, iguales ante un buen whisky. Que absurdo llega a ser el mundo cuando obvias a las personas y lo dejas en manos de políticos.

Aqaba Adventure Divers

Aqaba Adventure Divers

El grupo libanés eran clientes fieles y para su despedida Talal preparó un espectacular Mansaf del que pudimos disfrutar todos los huéspedes del hotel.

Aqaba Adventure Divers

Así fueron mis días en Aqaba. En un ambiente inmejorable, en un lugar especial y disfrutando de un buceo espectacular. Por si fuera poco Talal se puso en contacto con su amigo beduino Atallah para que me recibiese en Wadi Rum… Atalláh fue más allá. Me vino a recoger y me acabó alojando en su casa. Pero esto lo dejamos para el siguiente post.

Respecto a los precios de Aqaba Adventure Divers lo mejor es escribir a Talal de mi parte (en inglés) y seguramente os haga un descuento: info@aqaba-diving.com.

¡ATENCIÓN!. Si tu presupuesto es ajustado y aún así quieres bucear no hay problema, para dormir barato dejan la opción de quedarse en la azotea y usar los servicios del centro (baños, duchas…). El coste es de 7 JD incluyendo desayuno. Yo no desechaba la opción, la foto de abajo es de las espectaculares vistas de la «habitación«.

Aqaba Adventure Divers

Un minuto del atardecer en el desierto (Wadi Rum – Jordania)

Este vídeo es un regalo que os dejo. Mi recomendación es ponerlo en HD a pantalla completa y sentarse a disfrutar de un minuto del atardecer en el desierto de Wadi Rum en Jordania.
De vez en cuando lo hago para recordar aquellos momentos y evadirme de estos, mirar la prensa es soñar con estar allí o, al menos, fuera de aquí, y me parecía egoísta guardarlo para mi solo.

Tal vez es anecdótico que también sea un regalo que me hizo Atallah cuando me acogió en su desierto, o tal vez es que algo tan bonito hay que compartirlo con el mundo para disfrutarlo plenamente. Por eso será entonces que el trabajo de Atallah consiste en enseñar atardeceres (entre otras muchas cosas).

Wadi Rum y los moradores del desierto (Jordania)

Atardecer

Según el diccionario el «silencio» es la ausencia de sonido, aunque en la realidad el silencio total suele ser casi inexistente. Si te paras a escuchar lo que te rodea, en la mayoría de las situaciones hay algún tipo de ruido o sonido por pequeño que sea. En el bosque, en la selva, en las praderas, hay animales y plantas, la ciudad, el campo, la montaña, tienen sus sonidos, sus referencias auditivas. Y luego está el desierto.
De pronto, durante un atardecer que observas ensimismado te das cuenta de que casi estás escuchando tus pensamientos, de que el aire cae a plomo provocando un calor insoportable y el soplido del viento es solo un recuerdo, te das cuenta de que la vida es practicamente invisible e inaudible allí dentro y en un momento te sientes rodeado por kilómetros de silencio. Ahí está, materializado y desafiante esperando cualquier movimiento en falso que rompa la armonía. Entonces es cuando aprietas el botón de la cámara y el mundo entero se gira a mirarte… pero no hay nadie más, lo que piensas que te observa increpante no son personas, estaba ahí desde el principio; es el desierto, dueño y señor del silencio.

Pensando en el desierto

Pero el desierto también tiene sus guardianes y sus cicerones. Uno de ellos es Atallah Swelhin. Su trabajo consiste en enseñar atardeceres, provocar reflexiones o encontrar oasis. También es profesor del arte de escuchar el silencio y puntualmente imparte clases de observación astronómica. Atallah fue mi anfitrión y cicerone en Wadi Rum.

Ellos son los moradores del desierto, los beduinos. Árabes nómadas (cada vez menos) que deambulan por una tierra hostil de extrema belleza. Paisajes que van del amarillo al rojo variando en matices infinitos cuando la luz del atardecer acaricia sus rocas.

Bruma

Partiendo

Los beduinos se organizan en tribus, clanes, sub-clanes y familias que a su vez se subdividen en organizaciones unifamiliares pero bastante numerosas. Una gran cantidad vive en asentamientos establecidos y nomadean únicamente para la búsqueda de pasto con que alimentar el ganado: cabras, camellos…
Son sociedades tradicionales que avanzan al ritmo del turismo. Aprovechando su conocimiento y su capacidad para adaptarse a este medio (el desierto), domarle y casi llegar a amaestrarle, se han convertido en los cancerberos de las puertas de el Valle Alto de Jordania (Wadi Rum). Si a esto le unimos su hospitalidad la experiencia de conocer como es un poco de su vida pasará a ser el texto escrito en el reverso de unas postales que perdurarán por siempre.

Mirada

La mirada del desierto es incisiva y penetrante, directa. Observa y analiza esbozando una sonrisa que tan solo deja intuir. Se acerca lo suficiente para que no te sientas solo pero sin que dejes de ser un extraño, de sentirte pequeño ante una majestuosidad que te atraviesa como si fueses transparente y de la que tu solo puedes ver una diminuta fracción. La que quiere enseñarte.

Cañon

Wadi Rum

Paisajes de desierto

La historia del desierto es la historia del mundo, labrada por la erosión en el granito y la arenisca, dibujada milenios atrás por el fuego y esculpida más tarde por el agua. No hay concesiones, no hay piedad, sobrevivir es adaptarse.
Como se adaptó el pueblo beduino se adaptó el desierto a ellos. A cambio de protección y un poco de compañía se encargaría de acogerles y proveerles. No sería fácil, tendrían que trabajar duro para sacarle frutos, jornadas enteras enseñando atardeceres, provocando reflexiones y encontrando oasis para conseguir convertirse en profesores del arte de escuchar el silencio.

Cañon

Rocas

(*) Puedes contactar con Atallah mediante su web: www.wadirumhorses.de (además del arte de escuchar el silencio realiza rutas en jeep, camello o a caballo de distintas duraciones por el interior del desierto).

Un recorrido por el desierto de Wadi Rum (Jordania)

Un recorrido de cerca de 4 horas en jeep por el desierto de Wadi Rum en Jordania resumido en un vídeo de menos de 3 minutos.
Está editado para eliminar las paradas, no es que me metiese en un coche y recorriese el desierto así.
Rodado con una GoPro Hero y la ventosa para fijar al coche.

No os voy a hablar en el post de los increíbles paisajes que vais a ver o de la capacidad beduina que permite conducir por la noche sin luces. Lo mejor es ver el vídeo y disfrutar de una vuelta por el Wadi Rum, eso si, no es comparable a la realidad por impresionante que parezca.

wadi rum

Esta foto esta es una prueba para ver si de esta manera Facebook tiene imagen para mostrar al compartir el enlace, que cuando son vídeos no pone nada e invita menos a pinchar (se aceptan ideas).

La GoPro con la que está rodada el vídeo fue cortesía de Malevolo y el viaje en jeep otro regalo de Atallah.

Nunca lo digo pero… para ser el primero en enterarte cuando subo un vídeo, que siempre se me olvida ponerlo en privado hasta que publico en el blog, puedes suscribirte a mi canal de Youtube.

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