La foto es de ayer, para no sufrir una descompresión demasiado fuerte la «vuelta» me la he tomado con calma… o todo lo contrario.
Al día siguiente de llegar a Hortaleza comencé como operador de cámara para un TV de Minube en Canarias, durante un mes estaré grabando las 7 islas junto a Txema León. Podéis seguirlo en directo en el hastag: #explorandoCanarias.
Empezamos la semana en Lanzarote y la estamos terminando en Fuerteventura, la foto es de las vistas desde mi habitación en el Meliá Gorriones, donde estamos pasando el fin de semana.
No puedo negar que el contraste entre este viaje y el de los últimos 11 meses es grande. Empezando por la diferencia entre los hostales de mi viaje y los hoteles de este… he cambiado las tascas por restaurantes y los paseos por sprints. El programa es apretado y la «libertad» se transforma en responsabilidad. Algo que practicamente había olvidado, pero es que casi un año viajando «solo» acarrea ciertas consecuencias.
Tarde o temprano tenía que llegar la vuelta al mundo real, el regreso a la «rutina«, al «sedentarismo«, a buscarse la vida y a la responsabilidad… eso si, hasta que el contagio reaparezca, como decía Kapuscinski en Viajes con Herodoto:
A fin de cuentas, lo que podríamos llamar «contagio de viaje» existe, y es, en el fondo, una enfermedad incurable.
Ahí estará, por siempre latente, esperando el momento adecuado para atacar y descolocar el mundo de nuevo. Mientras tanto seguimos en el presente y me alegra pensar que he tenido una vuelta afortunada, el parón no ha sido de golpe, he tenido la suerte de encontrar un trabajo para el primer mes nada más llegar (con la que está cayendo…) y que consiste en viajar (con una cámara), he podido ver (durante un día) a la familia y los amigos, he conseguido retrasar el frío un mes más y he podido volver a comerme un cocido. ¿Que más puedo pedir?…. vale, voy a pedir un poco de iniciativa, que llevo una hora para decidir se me quedo en la piscina o me voy a la playa. ¿Me ayudáis a elegir? 😛