Era mi primer día en El Cairo, aunque según Tina lo que yo estaba viendo no era la ciudad bulliciosa y caótica en la que ella llevaba viviendo desde hacía casi un año, era algo bien distinto.
Como comenté en un post anterior llegué en el “Eid al Adha“ y al ser un festivo tan importante para los musulmanes las calles de Islamic Cairo estaban casi desiertas en comparación a lo que allí es habitual. Paseamos por el mercado de Khan El Khalili practicamente solos, puede que influyese que un par de semanas antes hubo una batalla campal contra los Coptos y eso había provocado la recomendación de algunos Ministerios del Exteriores de no viajar a Egipto, se notaba la falta de turistas, pero también se notaba la falta de locales.
Yo, por supuesto, no tenía con que comparar, por lo que me costaba creer que aquello estuviese, como decía Tina, casi desierto.
Como no soy fan de las compras y Tina conocía el mercado de sobra lo que hicimos fue callejear, vimos los puestos, entramos a algunas de las mezquitas de la zona, hablamos con los comerciantes sobre la situación que estaba viviendo Egipto en esos días y sobre su «fiesta grande«, entre esos comerciantes estaba Fathi Abdilshair y su musero en Il Badlia… en él recopila fotos y objetos de todo tipo, monedas y billetes que le regalan los turistas, cajas y recuerdos que convierten su pequeña sala en un museo barroco de desigual consistencia, pero seguro interesante.
Durante el paseo hubo momentos en los que pensé que era cierto que las callejuelas estaban vacías, pero vacías de personas porque lo que se dice corderos creo llegué a ver más que viandantes… corderos tumbados, esperando, ignorantes de que aquel iba a ser su último día.
Y sin parar de caminar llegamos hasta la puerta medieval de Bab Zuwayla y sus 2 torres gemelas, a las que subimos para poder contemplar una de las mejores vistas de la ciudad.
El último tramo son unas escaleras, por llamarlas de alguna forma, en las que los peldaños son unas simples barras de metal que no paran de moverse mientras subes por ellas. La verdad es que imponen y más teniendo en cuenta la altura, pero no podía quedarme ahí mientras Tina subía como si nada.
Tengo que admitir que solo por las vistas que hay desde arriba, aunque el muro no sobrepase en mucho la altura de las rodillas, merece la pena jugarse «el resbalón«, eso si, es altamente desaconsejable para personas con vértigo… bueno, y para «no personas» con vértigo también, no vamos a discriminar :p .
El paseo continuó por el mercado que hay debajo hasta las mezquitas de El Rifai y El Hussein, a las que llegamos cuando ya habían cerrado, pero como estábamos andarines decidimos continuar la marcha hasta casa. Para mi una de las mejores formas de conocer una ciudad es patearla a fondo, perderse por sus calles y andar sin rumbo… por lo que vi, Tina debe pensar parecido.
Carnicería en el mercado junto a la puerta de Bab Zuwayla.
Y por la noche fuimos a una especie de festival que tenia lugar en Midan Abdeen, frente del Palacio de Abdeen. Al parecer es un evento cultural que se realiza cada X sábados, o eso creo recordar. Había conciertos, timbaladas, muchos puestos de camisetas y casetas con dibujos sobre la revolución que ha llevado la democracia al país.
Una cosa curiosa que me descubrió Tina es que la gente que asiste a esos actos culturales dista bastante de la ves en la calle durante el día. Se veían pocos velos y casi ninguna ropa tradicional, eran en su mayoría jóvenes, modernos y supongo que de clase media, los que lucharon en la Plaza de Tahrir contra el régimen de Mubarak, porque las clases más bajas supongo que bastante tienen con levantarse cuando sale el sol para poder llevar algo de comida a casa.
Os dejo un par de vídeos del festival, el primero es una especie de batucada improvisada que se gestó entre la multitud:
El segundo una parte del concierto que pudimos disfrutar, no conseguí enterarme del nombre del grupo pero me gustó mucho su fusión de ritmos, entre Fanfare y Ska pero con un punto árabe muy interesante:
¡¡¡¡Cairo, Cairo, Cairo, Cairo!!!!
Y tras los conciertos tocó tomarse unas Stellas… que en este país no todo el mundo es musulmán aunque lo ponga en su DNI (si, en los dni´s se especifica la religión de la persona). Supongo que muchas cosas van a cambiar en este país tras la caida de Mubarak y esperemos que esta sea una de ellas, no se debe juzgar a las personas por sus ideas o sus creencias y menos hacer de ello algo público. La otra opción es que estos «pormayores» vayan a más y a peor, y de eso ya se empiezan a encargar Los Hermanos Musulmanes intentando apropiarse de la revolución del pueblo.
Mientras tanto y hasta que sepamos que puede pasar yo brindo por ellos y su nueva democracia, les deseo lo mejor: ¡SALUD! (Fi sahitak).