El Perú no se vende, pero su presidente Alan García parece que prefiere llenarse los bolsillos a negociar su intención de entregar las tierras de su gente, las tierras más ricas del país, la tierra madre de sus pueblos indígenas, a transnacionales extranjeras para la extracción de sus recursos naturales.
Prefiere matar que negociar la entrega de unas tierras sobre las que no tiene derecho (salvo consulta a las comunidades indígenas, las verdaderas dueñas de la tierra), unas tierras que según el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU tienen garantizadas estos pueblos como de propiedad colectiva.
Al gobierno peruano nada le importó que sus nuevas leyes hayan sido declaradas inconstitucionales o que violen los derechos de los pueblos indígenas, porque esta gente no son «ciudadanos de primera«(en palabras del señor presidente del Perú, Alan García). Son violentos, animales, asesinos despiadados… o son gente que vive de lo que caza, de lo que da la tierra, que están dispuestos a morir (o matar), para defender lo suyo, a los suyos.
Hace casi 2 meses, el 15 de Abril de 2009, entré al Perú procedente de Ecuador. En la zona norte me fue imposible llegar a Yurimaguas para remontar el amazonas dirección a Iquitos. Las movilizaciones estaban empezando, esta gente comenzaba a luchar contra unos decretos que consideraban injustos. Y hace 7 días, el 5 de Junio de 2009 la selva se llenaba de sangre.
Ante los oídos sordos del gobierno los pueblos indígenas continuaron las protestas y este gobierno que no escucha decidió callar esos gritos con represión.
Las cifras son confusas, se habla de 25 policías muertos y «algunos» indígenas… «algunos» que oscilan entre los 10 que afirma el gobierno peruano en boca de su ministra del interior (Mercedes Cabanillas) o los 300 de los que informan algunas organizaciones no gubernamentales.
Mientras el presidente Alan García hace gala de una insensibilidad total y un maniqueísmo difícil de creer ante una situación así (ver vídeo del ministerio del interior), la situación sigue sin solucionarse y en el congreso peruano sus políticos se dedican a insultarse, es vergonzoso poner la televisión y escuchar sus mentiras, sus insultos, su poca vergüenza para hablar como hablan en una situación como esta.
En la calle se escuchan comentarios increíbles, se dice que la policía esta quemando los cadáveres de los indígenas o lanzándolos a los ríos. Al no estar censados muchos de ellos, es fácil deshacerse de esos cadáveres sin dejar pruebas.
Perú esta viviendo una de las situaciones más duras de la última década. En mi viaje por este país no he parado de ver el descontento de la gente ante la política de este señor que se cree el dueño del país. Lo vi en los paros indígenas en la selva norte, en los cortes de carretera cercanos a Machupichu por la privatización de los sistemas de agua, los paros de los trabajadores del sector turístico por la liberalización del sector, los cortes y manifestaciones en Cuzco y alrededores por conceder una nueva licencia de explotación a empresas chilenas para la gestión de los trenes que llevan a Machupichu… y así podría seguir hasta mañana.
Pero esta vez también, para que en los medios internacionales aparezca algo sobre estos países debe haber sangre, y la hubo, en esa jornada trágica del 5 de Junio.
Alan García habla y habla, afirma que esto ha sido orquestado desde fuera (Venezuela?, Bolivia?, Nicaragua?, Bin Laden?, Obama?), que los indígenas están locos, que están masacrando a la policía, que los culpables son los lideres de estas comunidades por llamar a la violencia, o el partido opositor (PNP)… siguiendo al pie de la letra aquella frase del ministro de propaganda de Hitler, Joseph Goebbels: «Una mentira repetida mil veces se convierte en una realidad«.
Espero que el pueblo peruano sea lo suficientemente listo para no creer a este hombre, aunque ya les engaño entre el 85 y el 90 provocando la mayor crisis económica de la historia reciente del Perú y exiliándose posteriormente al país de su amigo Uribe. Un hombre sin ideologia que en todos sus mandatos se ha dedicado a acercarse al Sol que más caliente, o mejor dicho, al Dolar que más caliente. (el Sol es la moneda en el Perú)
Espero que el pueblo peruano aparte ese clasismo racista, que ataca una gran parte de su burguesía y su clase media, para ponerse al lado de sus hermanos, los pueblos indígenas, los que habitan el territorio mas extenso de su país, los que lo cuidan, los que aman y protegen este 60% del Perú, esta madre tierra que no solo es la madre de los peruanos, esta Pachamama que es la madre de todos nosotros, nuestra criadora y por supuesto, nuestros pulmones, porque la explotación de los hidrocarburos por transnacionales en el amazonas es algo que tarde o temprano nos acabará afectando a todos.
Los medios de comunicación españoles creo que no piensan lo mismo viendo la poca cobertura que han dado a la noticia. Pero podemos encontrar algunos artículos interesantes para saber un poco más de la situación:
En El Mundo: Los perros del hortelano muerden a Alan García y en el blog de Yasmina Jiménez en el mismo periódico: Alan García tira la piedra y esconde la mano.
En El País no se enteran de mucho y se limitan a las noticias de agencia, no se si citarles a ellos o a EFE: Perú suspende la ley que motivó los disturbios en los que murieron 34 personas.
Los que mejor informan sobre el tema son la gente de Kaosenlared.net: Masacre en Amazonía: ¿Quien es el salvaje en la selva peruana?.
Debajo del artículo puedes encontrar otras noticias relacionadas sobre el tema.
Yo desde acá apoyo la lucha del pueblo indígena, siempre sin violencia, pero con su derecho a defenderse ante la violencia ejercida por el estado, y animo a la gente del Perú a apoyar en esta lucha a sus hermanos indígenas dejando a un lado las diferencias porque parafraseando a Brech: Primero se llevaron a los indígenas… no esperes a darte cuenta de que te llevan a ti cuando sea tarde.
La selva no se vende, la selva se defiende.
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