Este vídeo es un regalo que os dejo. Mi recomendación es ponerlo en HD a pantalla completa y sentarse a disfrutar de un minuto del atardecer en el desierto de wadi rum en jordania.
De vez en cuando lo hago para recordar aquellos momentos y evadirme de estos, mirar la prensa es soñar con estar allí o, al menos, fuera de aquí, y me parecía egoísta guardarlo para mi solo.
Tal vez es anecdótico que también sea un regalo que me hizo Atallah cuando me acogió en su desierto, o tal vez es que algo tan bonito hay que compartirlo con el mundo para disfrutarlo plenamente. Por eso será entonces que el trabajo de Atallah consiste en enseñar atardeceres (entre otras muchas cosas).