Recordando Sevilla por O Sister!

Torre del Oro y Giralda

Este fin de semana toca O Sister! en Madrid y cada vez que los escucho me acuerdo de Sevilla. Si, se que es curioso que un grupo de jazz vocal y swing me recuerde a la ciudad de las «sevillanas» pero es que son de allí y las 2 veces que he estado en Sevilla han estado relacionadas con ellos de una u otra manera.

Y, de nuevo por su culpa, me he puesto a mirar las fotos que tenía de la ciudad, he vuelto a pasear por esos recuerdos, por las calles de Triana y la orilla del Guadalquivir, he vuelto a recorrer las rutas de la memoria (borrosas entre tapas y cañitas), a rememorar los paseos por La Alameda y las imágenes de «torres de oro» y «campanarios que giran» (*).

Guadalquivir

La primera vez estuve un par de semanas huyendo del frío invierno de Madrid, la segunda bajé un par de días para una boda vintage.
Las dos veces me quedé en el barrio de Triana, uno de mis preferidos, aunque hay bastante oferta de alojamiento en casi cualquier parte de la ciudad (puedes consultar apartamentos GowithOh).
Un factor fundamental a la hora de decidir donde alojarme, en mi caso, son los bares de la zona. Llamadme clásico, pero poder levantarme y desayunar un mollete o una tostada de jamón a buen precio en cualquier sitio, ir a picar unas codornices en Bar Casa Ruperto, unas tapitas curiosas en La Entrañable y acabar la noche escuchando flamenquito en El Túnel de Triana, es algo que no tiene precio. Si me descuido no salgo ni del barrio.

Cada día que estuve allí era un esfuerzo sobre humano cruzar el Puente de Triana. Sentía como si los candados que ponen los enamorados para consagrar su amor me dejasen enganchado a mi también…

Puente de Triana

Puente de Triana

… o los paseos por sus callejuelas, su vida tan de pueblo. Vaaaaale… o sus cañitas y tapitas que principalmente provocan ataques de siesta y relax que no dejan ganas de mucho más que ver la vida pasar. Creo que me estoy sincerando demasiado.

Triana

Sevilla es ese lugar con un color especial que voy a volver a recordar este fin de semana en Madrid bailando a ritmo de swing en la Sala Clamores.

Os dejo un vídeo de O Sister! que les ayudé a montar en uno de sus pasos por Madrid. Es un tributo a Vet Boswell que grabamos cerca de la Plaza Mayor en un par de tomas y sonido directo con el micrófono de la cámara. No me cansaré de verlo:

El cartel de concierto de este fin de semana:

en la sala clamores

(*) El nombre de la Giralda viene de la veleta que corona su torre, el Giraldillo.

Preparando el manto | Foto de la semana (Valencia)

Montando el manto

Son Fallas y uno de los actos más importantes de estas fiestas es la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados. Cerca de 60.000 falleros vestidos con sus ropas tradicionales acuden con un ramo de flores para crear el tapiz que formará el manto.

Mientras tanto Valencia lo da todo en las calles, en los bares, en las plazas y en las verbenas. La virgen tendrá trabajo estos días si se tiene que encargar de los «desamparados«, vamos a ser muchos.

La ofrenda no creo que la vea, que es San Patrick y prefiero el trebol que las flores. Además, ya estoy mayor para creerme que, con los años que tiene, siga siendo virgen.

Me voy a tomar una Guinness por las Fallas.

¡Salud!.

Jerusalén «is a Small World»

Jerusalén "is a Small World"

Grupo de turistas asiáticos en el Monte de los Olivos. No parece que hagan mucho caso al guía.

Small World es el título de un libro del fotógrafo británico Martin Parr que se podría definir, según su autor, como: la diferencia entre la realidad y la mitología de un lugar turístico.

Descubrí a este señor gracias a un comentario de Pablo Strubell en el post sobre los turistas en Petra, hace menos de una semana y ya me tiene encandilado. Lo definen como el fotógrafo del turismo, a mi me pareció un documentador del domingueo. Tiene una capacidad especial para elogiar la mediocridad mientras hace de cronista de nuestro tiempo. Muestra la realidad del mundo turístico, las secuelas de la globalización, la desvergüenza del anonimato.

Nos empeñamos en querer ver una visión de los lugares que los idealiza, postales que no terminan de ser reales y Martin Parr lo único que hace es mostrar la realidad, la otra realidad.

Todo esto fue algo que yo sentí en Jerusalén. Me pareció una ciudad mercado, un parque temático de las religiones plagado de peregrinos, turistas, viajer@s, militares, debot@s, curiosos, historiadores y buscadores de historias que caminan sin rumbo fijo guiados por algún tipo de impulso que los lleva a las situaciones más extrañas.
Jerusalén es ese pequeño mundo de Martin Parr donde realidad y mitología se mezclan hasta casi hacerse una.

Jerusalén "is a Small World"

Interior de la Basílica del Santo Sepulcro en el monte del calvario. Cada uno a lo suyo.

Jerusalén "is a Small World"

Interior de la Basílica del Santo Sepulcro en el monte del calvario. La piedra donde se lavó el cadáver de Jesús, supongo debe tener propiedades mágicas que permiten bendecir los suvenirs.

Jerusalén "is a Small World"

Interior de la Basílica del Santo Sepulcro en el monte del calvario. La piedra donde se lavó el cadáver de Jesús. Cada uno a lo suyo.

Jerusalén "is a Small World"

Interior de la Basílica del Santo Sepulcro en el monte del calvario. La piedra donde se lavó el cadáver de Jesús, pases a la hora que pases siempre encontrarás a alguien bendiciendo sus suvenires y estampitas.

Jerusalén "is a Small World"

Interior de la Basílica del Santo Sepulcro. Esta es la cola para entrar al Santo Sepulcro. Por alguna extraña razón mi fe no fue suficientemente intensa como para permitirme esperar el tiempo necesario y me fui a comer un kebab.

Este post no intenta más que hacer de pequeño homenaje a un fotógrafo que acabo de descubrir y me ha encantado, además, estaba escribiendo un post algo más serio sobre Jerusalén pero es que con el circo de las fumatas se me han quitado las ganas. Mejor reírse.

Habemus más de lo mismo.

¡Gracias Pablo por descubrirme a Martin!

De Amán a Jerusalén por el puente del Rey Hussein (Jordania – Palestina)

Frontera Jordania Palestina

El paso fronterizo del puente del Rey Hussein (King Hussein Bridge), puente de Allenby para los israelíes o Al-Karameh para los palestinos, es uno de los más liosos que nunca he cruzado. Al menos a priori.
La información en general es mala y confusa, nadie puede confirmar si es posible volver a Jordania por ese mismo punto o hay que usar alguno de los otros 2 cruces que tienen. Cuando digo nadie es nadie; ni embajadas, ni ministerios, ni consulados, ni la gente de allí… Lo seguro es que no emiten visados de entrada a Jordania por lo que la entrada directa desde Israel o Palestina no es posible a través de este puente.
Según algunas informaciones se puede cruzar si vas a visitar Jerusalén o Israel durante el periodo que te dura el visado de Jordania y no hay que hacer ningún papeleo. Parece ser que es de un mes (el tiempo que yo estuve) pero tampoco puedo confirmar nada. Yo allí no me enteraba de la misa la media (o del rezo la media o de lo que sea).

Al final como mi vuelo de vuelta a Hortaleza era desde Amán y mi intención era la de visitar únicamente los Territorios Palestinos me encabezoné con entrar y salir por este paso fronterizo. Es el único que une Jordania y Palestina sin cruzar por territorio israelí. Eso si, menos mal que tenía a Israa para ayudarme con el papeleo. Una mañana de ministerios, unos cuantos formularios, unas fotocopias y mucho morro después conseguí un «salvoconducto» que me permitía la vuelta a Jordania por ese lugar.

salvoconducto

No os puedo confirmar que sirvió de algo, ni tan siquiera tengo muy claro lo que pone, solo se que entré y salí de Palestina por el Puente del Rey Hussein sin trabas de ningún tipo. Bueno, las mismas que el resto que quiera intentarlo. Y no son pocas.

Empieza temprano con el bus desde Amán hasta la parte jordana de la frontera (7,5 JD). Ahí se hacen los trámites de salida y son 10 JD.  En este punto pedí que no me pusiesen sello de salida del país.
El sello del Israel en el pasaporte limita a la hora de viajar a otros países árabes de la zona (Líbano, Siria, Libia, Argelia…), el de Jordania no hay problema pero como tenía pensado pedir en la frontera de Israel que tampoco me pusiesen su sello en el pasaporte, lo que no podía tener es un sello de salida de Jordania a ninguna parte y vuelta a entrar. Solo pensando un poco queda claro que es por la visita a Israel y es motivo suficiente para que en las fronteras de sus países «enemigos» no te dejen pasar. Pero si no sellan la salida de Jordania y luego tampoco te sellan la entrada desde Palestina, no consta de ninguna forma esta visita. El sello de salida de Jordania lo obtuve en el aeropuerto y en realidad lo que parece es que he estado 1 mes sólo en ese país.

El periplo fronterizo continua con un autobús que te lleva de la parte jordana de la frontera a la israelí. Son 4 JD más 1,3 por maleta. Llegas a la parte israelí, allí te cogen la maleta y no la ves hasta que sales, si quieres que se den prisa basta con una propina a los maleteros. Entonces empiezan las preguntas y el aburrimiento. Yo tuve suerte, era el último día antes del Yon-Kipur y no debían tener ganas de complicarse la vida. Me preguntaron si llevaba armas, los nombres de mis padres, alguna tontería más y listo, aunque no les hizo gracia que no quisiese su sello en mi pasaporte. Me lo pusieron en otro papel, me cobraron 176 shekels y me devolvieron la maleta.
De ahí la forma más barata de ir hasta Jerusalén es en Sherut, un taxi colectivo que cuesta 38 shekels más 4 por maleta y te deja en Jerusalén Este cerca de la Puerta de Damasco.

Total: 70 eurazos de cruce fronterizo. El más caro que he realizado nunca teniendo en cuenta que para ninguno de estos países nos hace falta visado como ciudadanos europeos. La vuelta es el mismo precio menos la tasa israelí de entrada al país.

A pesar de mi intención de visitar solo Palestina la burocracia hay que realizarla como si se estuviese entrando al Estado de Israel. He leído en internet que están poniendo un nuevo sello en los pasaportes de aquellos que va a estar solo en territorio palestino, esta estampación supone lo mismo que el de Israel para los países que no permiten la entrada con su sello en el pasaporte, con lo que mejor no decir que se va a visitar únicamente Palestina.
Por otro lado, también había leído y oído cienes y cienes de historias sobre los largos interrogatorios y los problemas para entrar o salir de Israel, yo tuve suerte y no sufrí esperas o preguntas, las mismas que siempre que cruzas una frontera, pero ningún trato diferente. Es más lenta, tediosa y cara que la mayoría que había cruzado antes pero no es un problema que no pueda ser superado.

Hasta ahí todo bien, pensaba que ya había pasado lo peor y 12 horas más tarde estaba probando los servicios sanitarios palestinos ingresado en un hospital de Jerusalén Este con un cólico nefrítico.
Y pensar que lo que me preocupaba de ir allí era cruzar la frontera…

Noches andalusíes mirando a la Alhambra (Granada) / Foto de la semana

Alhambra

Sin cesar recorro con mis ojos los cielos,
por si viese la estrella que tú estás contemplando.
 Pregunto a los viajeros de todas las tierras,
por si encontrara alguno que hubiese aspirado tu fragancia.
 Cuando los vientos soplan, hago que me den en el rostro,
por si la brisa me trajese tus nuevas.
 Voy errante por los caminos, sin meta ni rumbo:
tal vez una canción me recuerde tu nombre.
 Miro furtivamente, sin necesidad, a cuantos me encuentro,
por si atisbara un rasgo de tu hermosura.

Abu Bakr Al-Turtusi (1059 – 1126). Poesía andalusí.

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