Sigamos con el viaje, que es para lo que esta este blog. Continuo por donde andaba, finalizando Vietnam.
Por suerte para mi la sensacion de llegar a Sapa fue como salir de Vietnam. Como ya cuento en un post anterior, en el tren desde Hanoi a Lao Cai (15 $ litera dura, 9h) conocí a Chii, una joven Hmong que visitaba Hanoi. Hice con ella el trayecto en tren y luego fuimos de Lao Cai a Sapa, fueron 2 $ por 2h en minivan… y con ella entre en Sapa, algo que marco mi estancia allí.
Sapa es un pueblo de las montañas del norte de Vietnam, son 36.000 habitantes y una gran mayoría de ellos pertenece a la tribu Hmong.
Según llegamos Chii me ayudo a buscar hotel, fue el Pinochio, 4 $ por habitación doble con unas de las mejores vistas que he tenido en mi vida. Luego me enseño un buen restaurante local, y muy barato, y paseamos por el mercado. Quede con ella para realizar un treking al día siguiente. Serian 2 días / 1 noche y me alojería en casa de su familia en la aldea de Lao Chai. No fue posible por las condiciones meteorológicas, pero me quede con verdaderas ganas.
Chii, al igual que la mayoría de las mujeres de la tribu Hmong, es guia de treking, artesana, cuida de la casa, la familia, de los hijos (si tuviese), administra el dinero, lo gana, habla ingles perfectamente y hace todas las labores del hogar… mientras los maridos son pasmarotes que se pasan el dia en la calle sin hacer nada o jugandose el dinero al billar… y el único ingles que saben es: «Hello, motorbike?».
Esta es una estructura familiar que se aprecia en todo Vietnam pero que se lleva al extremo en Sapa, las familias se estructuran en una jerarquía matriarcal en la que son ellas quienes mueven el cotarro de todo… y cuando digo «todo«, es TODO. Resulta gracioso ver a las abuelas que se te acercan para ofrecerte pulseras, pendientes, collares, hachis, marihuana, opio… lo que sea, y no les digas que no quieres porque no fumas, porque ese no es motivo para ellas:
– «No pasa nada, yo te enseño, lo primero es empezar con poquito»
Es para verlo.
Como no pude realizar el treking me dedique a pasear por la ciudad bajo una continua llovizna, como todo el pueblo me había visto llegar con Chii no me fue dificil hacer un montón de amigas. Todas las jóvenes Hmong me trataron genial y me ensañaron los mejores sitios locales, yo a cambio las ayude a escribir y leer emails a sus amigos turistas. Hablan ingles infinitamente mejor que yo pero no saben leerlo o escribirlo.
Después de esto me llenaron de pulseras y acabaron discutiendo por ver cual era mi novia… como la media de edad rondaba los 12 años les pedí que dejasen de discutir y me presentasen a sus hermanas mayores, la rápida respuesta de una de ellas fue:
– «No tengo hermanas pero mi abuelo murió y mi abuela esta buscando novio… no tiene dientes pero tu tienes dinero para comprarle unos nuevos, vale????».
Todos estallamos en carcajadas y ahí quedo la cosa. 😀
Otro de los días realice un pequeño treking al pueblo de Cat-Cat. Es una ruta muy sencilla y bastante bien señalizada que puedes hacer sin guia, mas que nada porque aquí la gente si esta dispuesta a ayudarte en el camino, no como en el resto de Vietnam. Con esta pequeña ruta pude disfrutar de uno de los grandes atractivos de Sapa, sus terrazas de arroz. Son unos paisajes preciosos en lo que veía por primera vez cultivar arroz en un clima de montaña.
Sapa es un lugar encantador en el que hice muchos amigos, un montón de españoles, algún argentino, franceses, canadienses… y por supuesto locales. De estos quiero destacar a la pequeña Chu, que con 8 años me dejo prendado de su simpatía y su desparpajo. Desde aquí la mando un fuerte abrazo.
Chu y yo.
Desde Sapa partí en dirección a Laos con la intención de pasar por un puesto fronterizo que habían inaugurado unos meses atrás y del que solo escuchabas problemas, falta de transporte y del que incluso llegaron a decirme varias veces que no existía o era solo para locales.
Yo hice oídos sordos, compre un billete hacia Dien Bien Phu (pueblo fronterizo en Vietnam) por 15$ y partí decidido a salir de ese país lo antes posible y con muchisimas ganas de aventura.
A las 7 de la mañana me recogía una moto para llevarme a la parada del autobús mientras una comitiva de cerca de 15 jóvenes Hmong se habían acercado al hotel para despedirse de mi.
De Sapa me llevo uno de los mejores recuerdos de Vietnam.
El resto de la aventura para cruzar la frontera merece un capitulo aparte.
Todas las fotos de Sapa… que no he incluido en el set de Vietnam.