De Bahia Drake (Costa Rica) a Almirante (Panamá) por Paso Canoas y David, fronteras y olvidos.

Así fue el trayecto desde Bahía Drake (1), en el Parque Nacional del Corcovado (Costa Rica), hasta Almirante (7), ya en Panamá, el puerto desde donde alcanzar el Archipiélago de Bocas del Toro.

Todo comenzó a eso de las 4 am, aún de noche, «nos dimos a la fuga» en un bus que por una carretera practicamente «imaginaria» nos llevó hasta La Palma (2) en cosa de 2 horas por unos 3 $. Allí aprovechamos para desayunar mientras esperábamos que pasase otro bus dirección Puerto Jimenez (3). Este otro bus fueron otras 2 horas por 2$ y nos dejó en el puerto, solo había que caminar un poco y buscar un bote/ferry para Golfito (4). El ferry sale muy temprano con lo que la opción fue el bote colectivo. Fueron unos 3$ y algo menos de 2 horas. Y de Golfito (4) a Neily y de ahí a Paso Canoas (5), unas 2 o 2 horas y media, por algo menos de 2 dolares. Este último es un pequeño, casi minúsculo, pueblecito fronterizo entre Costa Rica y Panamá.

Si hacéis cuentas debían de ser cerca de las 13.00 h cuando alcanzamos la frontera (5). La verdad es que el cruce no conllevó «casi ningún problema«. Yo esperaba que me pidiesen la cartilla de vacunación con el sello de la fiebre amarilla (la llevaba), o me preguntasen si pensaba entrar en la parte selvática… que me pidiesen un aval económico por los días que pensase estar en el país, o al menos un billete de salida (que no tenia en ese momento). Vamos, alguna de las exigencias que, según me habían contado, pedían a los viajeros para entrar al país.
Pensando en mis cosas me planté en la parte panameña de la frontera sin haber sellado la salida de Costa Rica… vuelta atrás, a buscar donde habían escondido la oficina de migra tica (por no plantearme como había podido no verla).
Sellé salida, y cuando volví a la ventanilla panameña un funcionario gordito y con gesto serio agarró mi pasaporte, me miró la cara, estampó el sello como si quisiese romper la mesa y con una sonrisa, que no tenia sentido en ese momento, me devolvió el pasaporte. – ¿Es todo?-, llegué a preguntar. Sus facciones habían vuelto al gesto serio del principio y mirando hacia sus papeles y alzando la voz dijo: –¡Siguiente!-.

Y allí estaba yo, de nuevo con Roberto y Krystell, con quienes había salido desde Bahía Drake (1) pero con quienes NO crucé la frontera. Ellos, al ir a Costa Rica desde Panamá, debían ir más absortos que yo en sus pensamientos y se olvidaron de sellar entrada a Costa Rica… con lo que no hacía falta que sellasen salida y Krystell, al ser panameña, no tenia que sellar entrada a su país. Total, que me desentendí de Roberto e hice mis trámites por mi lado. Cuando me encontré con ellos de nuevo en la parte panameña supuse que no había tenido problemas tampoco y continuamos el camino.

El siguiente paso era llegar a David (6) para hacernos con el coche de Krystell y de allí a Almirante (7) en coche. Les había dejado el coche a unos tíos suyos que viven en David (6) y tras la hora y media de bus desde Paso Canoas (5), por unos 2 $, conseguimos llegar a la estación de David (6). Allí nos estaba esperando una prima de Krystell con el coche.
Fuimos a dejarla a su casa, comimos algo con la familia de Krystell y salimos para Almirante (7), sin tener muy claro si llegaríamos a tiempo de agarrar el ferry hasta Bocas del Toro, el destino final al que pretendíamos llegar. No llegamos.
El camino era digno de disfrutar y era mi primer contacto con Panamá. Paramos a tomar algo, dimos raid a «autostopistas«, nos perdimos un poquito… y todo ello mientras Krystell me ponía al día de la jerga, la música y las costumbres panameñas. Una buena entrada al país.

Llegamos a Almirante (7) casi en la noche. Almirante es una pequeña ciudad pesquera/portuaria, fea, descuidada y que parece demasiado de paso. Pillamos las habitaciones más baratas, cenamos algo en un restaurante cutre del puerto con luces horteras y nos fuimos a descansar. A la mañana siguiente saldríamos rumbo al paraíso, el Archipiélago de Bocas del Toro, algo merecido tras las casi 17 horas de viaje entre los 5 autobuses, el bote y el coche… menudo día.

Bahía Drake (Parque Nacional de Corcovado) – Costa Rica

Camino a Bahía Drake

Salí de San José con destino al Parque Nacional del Corcovado, en autobús. No recuerdo horarios pero si recuerdo que no es posible llegar desde San José a Bahía Drake en el día. Fui en un bus hasta Palmar Norte-Palmar Sur desde San José y de ahí a Sierpe en minibús, donde pasé la noche en unas cabinas sencillas y baratas, este pueblo no tiene mucho, un lugar de paso.
Las lanchas colectivas salen a las 10 am desde Sierpe hasta Drake.

Venía con muchas ganas de conocer este parque y con la idea de hacer algún trek, Inti me había hablado maravillas del lugar. Le conocí en La Fortuna unos meses antes, al poco de llegar a Costa Rica. Nos fuimos a visitar el Volcán Arenal animados por Miguel, que nos pasó el contacto de un buen amigo suyo y ya aprovechábamos para salir desde allí a Nicaragua. El amigo era uno de los dueños del Hotel Jardines Arenal e Inti el encargado del lugar, un español enamorado de Costa Rica. Unos años antes visitó el país por primera vez y decidió que aquel iba a ser el lugar donde viviría, y allí estaba intentándolo con todas sus fuerzas. Aprovechaba su formación en zoología para ser uno de los guías de naturaleza más interesantes del país, o por lo menos desde mi punto de vista, sus conocimientos sobre fauna y flora tica eran espectaculares.
Y a cambio de unas pequeñas clases de foto nocturna del volcán Arenal (aunque Inti ya era un crack de la foto) me pasó buena info de su lugar preferido en Costa Rica, el Parque Nacional del Corcovado. Os dejo algunos tips importantes cortesía de Inti:

DRAKE

Para ver naturaleza marina, Drake es el mejor punto, ya que el buceo, y un poco snorkeling, son uno de los lugares de referencia a nivel mundial. He visto fotografías increíbles de tiburón martillo, manta rayas, tiburón toro, camaron arlequín (búscalo en internet!!), peces piedra, bancos de peces de colores,ballenas jorobadas, delfines…

Para entrar en el PN Corcovado desde Drake hay que coger excursiones guiadas en bote, que te llevan desde Drake hasta la frontera norte de Corcovado, un punto llamado San Pedrillo. También hay excursiones desde Drake hasta Sirena, en el corazón del parque. Pero para mi gusto, y para hacer fotografía, debes tener tiempo, tiempo para perderte tu solo en el bosque, y hacer las fotos que tu quieras…

Camino a Bahía Drake

PUERTO JIMENEZ

Pto Jimenez es el ultimo punto civilizado para entrar en Corcovado. Para llegar allí puedes coger un bus publico desde San Jose, o cruzar en un ferry desde Golfito. El bus desde San José dura 8 horas, solo hay uno diario. Asi que cuando llegues debes dormir en el pueblo. Hay cabinas bien baratas.

Pero, OJO, si entras por Pto Jimenez, es para llegar hasta Carate, y Carate es costosillo. Piensa que Carate queda en mitad de la selva, y llegar alli con comida, construir allá, etc, es bastante difícil y costoso. El hotel con el que yo trabajo es el mas barato, y queda justo al lado de la entrada al PN Corcovado, enfrente de la playa. Los precios incluyes las 3 comidas y el alojamiento, el sitio se llama La Leona Lodge, y en habitación con baño compartido vale $75 en habitación simple. Te aconsejo pasar mínimo de 2 noches, pero lo suyo son 3. Se que es caro, pero ojala entre dentro de presupuesto… Si te interesa dímelo, a ver si te puedo conseguir un mejor precio.

Desde Puerto Jimenez hay un colectivo que sale todos los dias por la mañana, es un camion con bancos para la gente, vale 10$ y te deja donde acaba la carretera. Desde allí habrá un trabajador de Leona Lodge para ayudarte a pasar el río Carate, que no tiene puente, y con marea alta cubre como un metro o algo mas. Desde allí, caminando por la playa hay 3 kilómetros hasta el hotel. El mar es salvaje, y la selva virgen llega justo hasta la arena de la playa… en resumen, el mejor sitio del mundo!!

Camino a Bahía Drake

Menuda info, la verdad es que está todo. Si alguien va a Leona Lodge que no dude en contactar con él, en breve pondré el enlace a su web, pero es que me pasó una cosa muy curiosa. El otro día, mientras lo buscaba en internet me encontré con que Inti era amigo de Sele antes de irse a vivir a CR, y, casualidades de la vida, yo acababa de conocer a Sele unas semanas antes en un «encuentro informal de blogueros de viaje» que organizó Carlos Olmo.
Ahora me toca esperar a que Sele vuelva de Uzbekistán y las Repúblicas Bálticas, por donde anda viajando, para comentar la jugada. Y en cuanto me pase el enlace a la web de Inti edito el post.

Respecto a mi viaje allí… poco que contar, estuve menos de lo esperado, me junté con Roberto (meses después) y conocí a Krystell (al fin), y tras una divertida (y larga) noche de San Valentín bailando salsa en uno de los 2 bares del pueblo, y un par de días de playa, nos fuimos para Panamá. Teníamos el tiempo justo para llegar al carnaval de Chitré pudiendo pasar unos días antes en Bocas del Toro y Playa Boca vieja.
Krystell es panameña y estaba dispuesta a enseñarnos el país para que lo conociésemos de primera mano, con su reggae, su típico, sus hojaldres, sus patacones, sus carnavales, su agua y su guaro… todo así, de golpe y en dosis altas.

>> Todas las fotos de Costa Rica en Flickr <<

¡PURA VIDA Y BUEN FIN DE SEMANA!

En San José como en Casa – Costa Rica

En casita

Desde San Salvador llegué a San José en Ticabus. Me junté con Jonathann y, una vez más, volvimos a quedarnos en la «casita» de Miguel. No se como hubiese sido Costa Rica sin Miguel, seguro que algo completamente distinto.

La casita es la de la foto. Estar allí era como estar en el hogar, la amabilidad y hospitalidad de Miguel me dejaron sin palabras en más de una ocasión. Y durante la época de lluvias, cuando llegué la primera vez, en Septiembre, fue el refugio perfecto donde pasaban las tardes jugando al billar y tomando Imperial mientras veíamos llover por la ventana (Jonathann, Ariel, Mariane y yo).

En lo alto del barrio de Aserrí las vistas desde la casa de Miguel son espectaculares, puede verse todo San José.

San Jose desde Aserrí

Pasé unos días allí con Jonathann, me presentó a Laura (hoy es su esposa), y conocimos un poco más de esa ciudad sin nombres en las calles. Me imagino a los ticos que allí viven con un completo mapa mental de referencias en la cabeza, y si fuese posible ver alguno de esos mapas, no dudaría en elegir el de cualquier empleado de Correos de Costa Rica. Esa gente deben ser superheroes.

A pesar de la dificultad para orientarse por estas calles sin nombres no nos costó demasiado encontrar El Pueblo por las noches, una especie de centro comercial de bares y discotecas, y comprobar de primera mano como se baila salsa al estilo tico.

San José esta dentro de las ciudades más seguras del mundo, y eso hace que la vida nocturna sea mayor y más entretenida que en la mayoría de las capitales centroamericanas.

Durante el día tampoco es demasiado bonita, pero pocas capitales de la región pueden definirse con ese adjetivo, lo bueno que tiene es que puede servir de «campo base» para excursiones de un día a los volcanes o Parques del Valle Central en el que se encuentra.

Cascada

Miguel nos llevó a la familia (mujer, hijo, Jonathann y yo) de picnic al Parque Nacional Braulio Carrillo (30 minutos al norte de la ciudad).  Y allí pasamos el día entre cascadas y cañones. Un paseo muy entretenido, bonito y barato.
Barato porque dijo que no hablásemos y en la entrada de la Quebrada González Sector convenció a los guardas de que eramos sus sobrinos. En vez de los 6 $ por «gringo«, digo, extranjero, fue algo menos de 1$ como locales. La famiiiiilia.

La verdad es que Miguel es Pura Vida, nadie como él me mostró el significado de una frase que no paras de escuchar en Costa Rica, porque puedes imaginar lo que significa pero lo que hay es que sentirlo ( y eso que no he leído a Mendiluce).

Los días pasaron aprendiendo a preparar empanadillas de queso (con tortillas de maíz), me enseño Laura, y paseando por San José con Jonathann y ella. Buenos recuerdos tengo de aquellos días.
Es curioso como en San José me sentí entre amigos con gente que conocí en el viaje. Aquel fue de los últimos lugares que visité en solitario. De allí salí para el Parque Nacional del Corcovado, donde me encontraría con Roberto, un buen amigo de la infancia con el que continué la bajada hasta Bolivia en los casi 4 meses siguientes. En Colombia se uniría Quirós para que los 3 jinetes (del «Apocalypto«) recorriésemos la panamericana como buenamente pudiésemos… y pudimos.

>> Todas las fotos de Costa Rica en Flickr <<

¡PURA VIDA!

Ticabus, transporte internacional cetroamericano

Ya me había informado sobre sus rutas y precios. Ticabus es la forma más segura y cómoda de moverse en América Central, yo no lo usé en el recorrido de Costa Rica a México porque me gusta cruzar las fronteras por mi cuenta, ver esos sórdidos y curiosos trozos de tierra de nadie, mezclarme entre la gente y vivirlo con sus consecuencias, en aventuras y timos. Es común el uso de calculadoras trucadas, de tipos de cambio inventados, que te convenzan para montar en un transporte que va a otra parte, o incluso los billetes falsos. Lo mejor es tener bien claro el tipo de cambio y llevar algo encima de la moneda del país al que entras (cambiar antes de salir del anterior), o esperar a un lugar de confianza para hacerlo en el nuevo país (casas de cambio).
Llevar dolares en lugar de euros ayuda a facilitar los cambios, incluso muchas veces te permiten pagar con ellos.

Pero a la bajada desde México llevaba más prisa y desde Antigua (Guatemala) decidí ir del «tirón» a San Salvador. La forma más fácil fue Ticabus, eso si, sale desde Ciudad Guatemala. El trayecto de donde deja el bus de Antigua hasta la parada del Ticabus lo hice andando, de día durante la mañana, es un paseo «interesante«, pero poco recomendable ir andando por Ciudad Guatemala con mochila a la espalda y pocas pintas de chapín.

La información de los precios y rutas está en la web: Ticabus

En San Salvador pasé una semana y pico, ayudando a «Calamandraca» en su campaña por el cambio, llegaban las elecciones y el país necesitaba salir de los 25 años de «semidemocracia» liderada por Arena. Al final parece que el trabajo tuvo sus frutos y el 15 de Marzo de 2009 el FMLN logró ganar las elecciones y arrebatar el poder a la derecha más rancia.

Y de allí a Costa Rica, también con Ticabus, el trayecto de San Salvador a San José, 19 horas de viaje, para volver a ver a Jonnathan, Laura y Miguel, mereció la pena.

Los viajes con estos autobuses incluyen comidas, servicio de abordo, baño, y todo aquello que no tienen el resto de transportes en los que yo monté en la región. Es más caro pero para hacer largas distancias es una de las mejores opciones.

La parte en San Salvador la conté hace ya y ahora seguiré desde Costa Rica, pero antes creo que se van a colar unos cuantos post con la razón por la que llevo una semana sin escribir, un viaje de 5 días a Copenhague. Estad atentos 😉 .

Costa Rica

El blog dejó de actualizarse casi a mitad de viaje y nunca llegué a contar el periplo por América Latina… ni siquiera he subido fotos de ese tramo en ningún sitio, y como ahora estoy algo más proactivo con el tema del año sabático, me he animado, y lo que voy a a hacer es ir subiendo fotos y contar alguna anécdota suelta… o hablar sobre lugares concretos.

El arranque lo hacemos en Costa Rica:



En esta foto aparece el Volcán Arenal con el pueblo de La Fortuna justo abajo. El volcán se mantiene activo aunque no hay riesgo de erupción.
Lo que emana el volcán son solo gases y rocas incandescentes que en esta larga exposición parecen una verdadera erupción. Es una zona preciosa de parques naturales y aguas termales, un lugar para relajarse y disfrutar, de las vistas sobre todo.



Detalle de un caimán en el interior del Parque Nacional de Tortuguero. Fui a ese lugar para ver el desove de la tortuga verde, una de las más grandes del planeta, y tuve la suerte de ver el desove, algunos nacimientos y el camino de las recién nacidas hacia el mar. Es una de las estampas más bonitas que vi en el viaje (y que he visto en mi vida)… no tengo fotos porque todo ocurre en la noche y los flashes de la cámara dañan los ojos de las tortugas, recomiendan no usar flash y sin ninguna luz era bastante difícil. Eso quedó para mi y el recuerdo os aseguro que es imborrable.
A esta zona acuden casi todas las especies de tortuga gigante para desovar en distintas épocas, con lo que es relativamente sencillo disfrutar de este espectáculo durante casi todo el año.

Costa Rica es un país que me gustó bastante, me reencontré con Ariel (le conocí en Camboya) y Mariane (la conocí en Bali) y  conocí a  Miguel y a Jonathann y Laura (vinieron a visitarme en Madrid el finde pasado), y gracias a ellos el país fue mucho más acogedor, si cabe.

Es un país tranquilo, le llaman la Suiza centroamericana… por su papel neutral en la mayoría de los conflictos que ha habido en la zona, su labor mediadora y porque no tiene ejercito, a los Ticos (habitantes de Costa Rica) les encanta repetir que su ejercito son los profesores y los médicos, algo que a mi también me gustaría poder decir.

He subido alguna foto más al set de Flickr de Costa Rica, pero no muchas, la idea es ir subiendo algunas fotos y contando cosas de forma algo más continuada, a mi me encanta porque es una manera de revivir el viaje después de un año. 😀

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